Pedro Maldonado Ordoñes, Redacción Quito / LÍDERES
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Carlos Criado: 'Fort Lauderdale, París y Canadá están en los planes'

El Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, ubicado en Tababela, cumple un año de operaciones este 20 de febrero. Durante estos 12 meses de operaciones, la capital ecuatoriana cuenta con nuevas rutas en vuelos al exterior, pero los desafíos continúan.

¿Qué cifras se pueden mencionar para evaluar este primer año de operaciones del nuevo aeropuerto de Quito?
Durante todo el 2013 se movilizaron 5,5 millones de pasajeros. Aquí hay que anotar que en enero y hasta mediados de febrero de ese año se operó en la antigua terminal. Sin embargo, hubo un crecimiento del 3,9% frente al 2012. El tránsito internacional creció 12,4%, impulsado por las nuevas rutas y frecuencias que se abrieron con la nueva terminal; el tránsito doméstico tuvo un descenso de 0,6%. El resultado final del crecimiento de casi 4% es porque el tráfico doméstico aún tiene más peso que el internacional. Hay que anotar que la tendencia de los últimos años en vuelos domésticos era a la baja. En el 2012 la caída fue de 6% y eso se ha revertido a un crecimiento 0,6%. Se comentaba que el movimiento doméstico iba a ser un desastre, pero no fue tanto. La gente se va acostumbrando a la distancia para llegar al aeropuerto.

¿Qué proyección tienen para este año?
Estamos planteando crecer un 8% en tránsito internacional y en el doméstico seguiremos igual. Eso significará un 4% de crecimiento. Es una proyección conservadora, ni muy optimista ni muy pesimista.

¿Cuántas nuevas rutas internacionales se abrieron durante el 2013?
Se abrió el vuelo directo a Buenos Aires desde julio y a Sao Paulo desde septiembre, ambas frecuencias con Tame. KLM terminó el año con siete vuelos diarios. Iberia ofrece un vuelo directo Quito-Madrid, con un Airbus 340-600, y con un 35% más de capacidad. Aeroméxico tiene un vuelo diario a la capital mexicana, con una ocupación del 65% aproximadamente. Ellos aprovechan para conectarse con su hub de México y de allí hacia la costa oeste de EE.UU. En vuelos de carga también llegaron Etihad y Fly Emirates que llevan carga como flores a Miami y Sao Paulo.

¿Qué otros objetivos se ha planteado Quiport para el 2014?
Abrir rutas es un trabajo que lleva tiempo, no es de un día al otro. Desde el 2009 hemos participado en nueve eventos específicos para desarrollar rutas; hemos presentado 101 planes de negocios a diferentes compañías aéreas y sostuvimos 136 reuniones con aerolíneas, de pasajeros y de carga. Producto de esto es lo que vemos hoy en día. Entre los objetivos está un vuelo directo a Nueva York. Otra posibilidad es que KLM salga directo a Ámsterdam, tal como lo hace Iberia en su ruta a Madrid. También estamos intentado abrir la ruta a París. Allí dependemos de los niveles de ocupación que logre KLM, su socio. Estamos trabajando en ello. Puede ser que en el 2015 tengamos un Quito-París, si las conexiones de KLM alcanzan altos índices de ocupación. Trabajamos intensamente con el Ministerio de Turismo y la Embajada de Canadá para traer a Air Canadá. Aquí juegan una serie de circunstancias que no están en manos del aeropuerto, sino de aerolíneas que no abren rutas si no les resulta un buen negocio. En el tema de Jet Blue, por ejemplo, parece que empezará a operar este año en Quito, pero no está confirmado al 100%. Estaba previsto que representantes de esa aerolínea de bajo costo conozcan la legislación local, luego presentarían solicitudes de permisos, analizarían cuestiones técnicas, verían las condiciones, los costos y luego confirmarían la intención.

¿Ese trámite lo cumple toda aerolínea?
El trámite se repite con toda aerolínea. Aeroméxico comercializaba la ruta entre Quito y Ciudad de México sin tener el permiso final de la Dirección de Aviación Civil. Para hablar nos gusta tener la certeza un 100%, pero con JetBlue aún no la tenemos.

¿El mercado ecuatoriano está preparado para la llegada de JetBlue, una aerolínea de bajo costo?
A mí me parece que lo más importante de la posible llegada de JetBlue es que estamos por primera vez ante el modelo de bajo costo en Ecuador. No ha habido aerolíneas de bajo costo en el país, por lo que se abren posibilidades a un mercado que no podía acceder a transporte aéreo. Es necesario aclarar que bajo este concepto hay algunas condiciones: es como ir en autobús, el pasajero no recibe nada, si quiere bebidas o comida tiene que pagar; no hay tarjetas de abordar, tampoco se tiene servicio de manga, porque retrasa la operación. Los pasajeros entran al avión apenas se cumple el desembarco, la limpieza es mínima. En España, el tiempo de escala de una operación de la aerolínea Ryanair -también de bajo costo- es de 30 minutos, un tiempo que no se repite en ningún aeropuerto. Se optimiza el avión, que cubre destinos hasta seis veces al día, aquí no pasa eso. Los pilotos cobran menos, es un conjunto de acciones que permite ofrecer precios más baratos.

¿Cuáles serían los efectos en Ecuador?
Se crean muchas posibilidades para que turistas de EE.UU., en especial, lleguen a Ecuador. Además, se abren las puertas para que ecuatorianos con limitados recursos viajen a Fort Lauderdale, en Florida.

¿Pero JetBlue no tendría competencia?
Una compañía como JetBlue estimula el mercado, genera tráfico adicional en una misma ruta. Otras compañías que vuelan a Florida, como American Airlines o LAN, no van a sentir la llegada de JetBlue. Se generan nuevos clientes, una nueva dinámica.

¿Cuánto tiempo puede durar la negociación para abrir una ruta?
Con Aeroméxico la primera reunión fue en el 2009 en Ciudad de México, con la mente puesta en el nuevo aeropuerto. Pero Aeroméxico conocía lo que ocurrió con Mexicana de Aviación, que volaba con una 'penalización', porque no podía volar desde Quito con 100% de su carga y pasajeros, lo que implicaba menos rentabilidad. Eso y el visado a México hizo que la ruta se cerrara. Y cuando una ruta se cierra, el trabajo que cuesta abrirla de nuevo es algo que no se puede imaginar: se quema la ruta. Entonces, en las negociaciones esperaron que opere el nuevo aeropuerto. Fue un proceso largo y en agosto, cuando la aerolínea empezó a vender los pasajes, estuvimos seguros de que venían a operar en Quito.

¿Y con JetBlue?
Ya va un año y medio de negociaciones fuertes. Con Iberia, para el vuelo directo fueron 3 ó 4 años. La clave es brindar a las aerolíneas números, soluciones, costos. Así se establece un mercado y se hacen proyecciones de ventas y ocupación. Las aerolíneas apuestan por destinos seguros, se fijan en un destino que sea turístico, pero también ven su potencial y los números.

MÁS DE 30 AÑOS EN LA GESTIÓN DE AEROPUERTOS

Su experiencia. En España trabajó en AENA, la empresa que administra los aeropuertos.

En México. En ese país también trabajó durante cuatro años en actividades de administración aeroportuaria.

En Ecuador. Está en el país desde el 2009, en Quiport.

Su bagaje. Se vinculó al sector en 1980. Ha tenido responsabilidades en áreas como marketing, operaciones comerciales, desarrollo de rutas...