Eddi Peña instaló este piso en el parque Corazón de María, en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES
Redacción Cuenca (I)
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El caucho reciclado sirve para elaborar pisos de seguridad

Reciplay, que funciona desde hace tres años, es pionera en el uso de caucho reciclado para la fabricación de pisos de seguridad, que se utilizan en parques, establecimientos educativos, canchas deportivas y otros espacios. El cuencano Eddi Peña, de 42 años, aplica los conocimientos que adquirió en España, para elaborar este tipo de productos.

Él, durante 10 años, laboró en una empresa que fabricaba esos pisos y aprendió las formulaciones, dosificación y otros parámetros necesarios para la producción. Peña retornó a la capital azuaya hace cuatro años y buscó trabajo, pero no lo consiguió. Por ello, buscó un socio que se interese por su propuesta.

Tras algunos intentos encontró al quiteño Alejandro Cárdenas, actual gerente de Reciplay, quien aportó con los recursos. La fábrica se instaló en Quito y ahora funciona en el sector de Calderón.

El 2013 facturaron USD 90 000 y para este año tienen previsto llegar a los 100 000. Al inicio reciclaban tres toneladas a la semana para fabricar césped sintético, pisos de seguridad y baldosas de caucho para gimnasios. En la actualidad, son siete toneladas y en los próximos seis meses subirá a 15 toneladas, asegura Cárdenas.

Desde la creación de esta microempresa han tenido más de 30 clientes, entre los que se destacan constructores del norte del país y la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca.

Esta última contrató el piso de seguridad o continuo para nueve parques de la capital azuaya como El Vecino, El Escritor, Gloria Astudillo, Precolombino. En promedio fueron 50 m2, dice Peña.

El constructor Freddy Maldonado, también utilizó este piso en cerca de 450 metros cuadrados del Colegio Sagrada Familia de Ambato. Según él, se escogió este material porque brinda seguridad a los niños en el caso de una caída. Además, -señala- su diseño es muy versátil y en el caso de este plantel se plasmaron figuras, números, letras y dibujos infantiles.

Según Peña, el cliente define el diseño y el color. Tienen propuestas en 3D; es decir, con relieves para que los niños suban y bajen mientras juegan.

Reciplay aplica la normativa europea EN-1177 para fabricar estos pisos. Peña señala que dependiendo de la altura del juego se define el grosor del piso, que tiene dos capas: la base inferior o elástica y la de acabado o decorativa. "El piso tiene una vida útil de 10 años y se debe realizar un mantenimiento a los tres años para recuperar el brillo".

El negocio en breve Una patente. Reciplay patentó el encapsulamiento de color. El caucho natural es limpiado y triturado. Luego es llevado a una máquina donde es pigmentado y recibe el color deseado. El 80% del producto tiene componentes nacionales.

75 dólares más impuestos cuesta el m2 de este piso continuo.