El Centro de Investigación Biomédica de la Universidad Tecnológica Equinoccial trabajó con la universidad de Illinois. Foto: Cortesía UTE

El Centro de Investigación Biomédica de la Universidad Tecnológica Equinoccial trabajó con la universidad de Illinois. Foto: Cortesía UTE

El chocho dio pasó a una investigación en las aulas universitarias

22 de mayo de 2018 10:40

En los laboratorios de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) el chocho se convirtió en el centro de una investigación. Un grupo de investigadores planteó una hipótesis: el consumo de chocho disminuye los niveles de azúcar en casos de diabetes tipo II.

La investigación se cumplió en el Centro de Investigación Biomédica de la UTE se establecieron demostrar a nivel celular y molecular. Y luego de tres meses de trabajo en los laboratorios de la Universidad de Illinois en EE.UU., la respuesta es positiva.

“Teníamos evidencia que demuestra que consumir chochos disminuye el azúcar en la sangre en pacientes con diabetes o prediabetes. Lo que no sabíamos era el mecanismo de acción y ese fue el objetivo de esta fase del estudio”, explica Manuel Baldeón, Director de Cenbio.

Según un comunicado del centro de estudios, desde agosto a octubre de 2017, Érika Muñoz, investigadora del Centro, trabajó junto a Elvira de Mejía, una reconocida especialista en Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad de Illinois, para analizar a esta leguminosa.

La harina de chocho fue uno de los insumos utilizados en la investigación. La idea era determinar si el consumo frenaba la producción de glucosa.

A través de una aproximación sistemática se evaluó a los fármacos que actualmente tratan la enfermedad y se enfocaron en los tres mecanismos de acción: inhibición de encimas para la disminución de glucosa, aumento de sensibilidad del transportador de insulina a nivel celular, e inhibición de gluconeogénesis (producción de glucosa).

Los resultados fueron publicados en la revista ‘Journal of Functional Foods’ en abril de 2018. Como señala Baldeón, la investigación da luz sobre el tratamiento a pacientes con la enfermedad ya que, incluir este tipo de alimentos en su dieta más los medicamentos puede mejorar el estilo de vida y en el caso de personas sin la enfermedad, “sin duda, el consumo regular reducirá el riesgo”.

En base a estudios internacionales, y basado en un revisión global a diciembre de 2018, se recomienda un consumo de 100 gramos (un puñado) de leguminosas (chochos, habas, fréjol) por día al menos tres veces a la semana para tener un efecto positivo.