Christian Wahli es ingeniero en Alimentos de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza)

Christian Wahli es ingeniero en Alimentos de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza). Foto: Archivo / Líderes

Christian Wahli: Los alimentos están garantizados

7 de abril de 2020 10:51

Christian Wahli es presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas hace una evaluación de la situación del sector durante la emergencia sanitaria. Asegura que han existido problemas para la distribución, pero las fábricas siguen operando.

¿Cuál fue el impacto, en el sector de alimentos y bebidas, de las primera semanas de aislamiento?

Primero debo decir que desde el principio formamos un chat en el que el se encuentran integrantes del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), la Cámara de Industriales, los socios de la Asociación de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), el ministerio de la Producción, etc y cuadramos varias actividades. Hemos ido aprendiendo a actuar en esta situación, nadie ha sido entrenado. Hace dos viernes llegamos a consensos definitivos sobre como trabajar.

¿Qué problemas encontraron para la distribución de productos? Eso es clave para garantizar la alimentación.

Lo más complejo ha sido la movilidad, tanto de los trabajadores de las plantas como de los camiones de distribución y aprovisionamiento. Hubo tremendas confusiones, órdenes y contraórdenes. Finalmente, llegamos a un consenso. Pero, si bien es cierto que estamos de acuerdo en las cúpulas, a los soldados rasos no se les informa de todas las decisiones. Los que están en la calle hacen esfuerzos, interpretan a su manera las órdenes de sus jefes; a su vez hay jefes que interpretan mal. Ha sido complicado. Sin embargo, hemos ido mejorando bastante.

¿Siguen registrando inconvenientes en la distribución de alimentos?

Hasta la segunda semana había focos de problemas en Guayaquil, Quevedo, Santo Domingo. A esto se añadió otro inconveniente.

¿Cuál?


El de los transportistas cansados de estar constantemente amenazados con sanciones.

¿Qué pasa del lado de los comercializadores?

El tendero, que es un personaje importante en los barrios, ha perdido el contacto con quienes le distribuyen, no está bien abastecido. Los mayoristas no son abastecidos tampoco.

¿Están produciendo las plantas productoras de alimentos y bebidas?


El producto existe, el problema solamente es moverle. Finalmente, hay que hablar del miedo al contagio. Enviar productos de la Sierra al Guayas se ha tornado complicado. Hay gente que no quiere hacerlo, transportistas que definitivamente no quieren ir.

¿Qué han hecho ante todo?

Hemos consolidado toda esta información. El COE está muy abierto, muy colaborativo. Se ha dado cuenta de los problemas. Estamos dialogando.

¿Cuál es la situación de las fábricas?

Operan con el personal estrictamente necesario. La idea es no abusar de los salvoconductos. Pero, están garantizando un abastecimiento normal.

¿Cuántas empresas tiene el sector?

Entre formales e informales más de 1000 operaciones. En Anfab somos 75 afiliados, más o menos el 80% de lo que se vende en el país.

¿En qué porcentaje de capacidad están operando las industrias del sector?

Antes de la situación actual no estábamos operando al 100% por la baja capacidad de compra de los ciudadanos. Eso lo enfrentamos ya desde hace un año. La gente comenzó a comprar menos y más seguido, lo que cambió el ritmo de producción. Luego vino la amenaza de no poder abastecerse y comenzaron a adquirir productos para sobrevivir un mes. Eso genera un desbalance. Nuestra preocupación actual es puntual.

¿Cuál?


Cómo ponemos en las manos del consumidor los productos.

Tampoco pueden hacerlo si los negocios de venta de víveres no operan. Algunos han decidido, por cuenta propia, cerrar sus puertas.

El 50% de las tiendas del país han cerrado por miedo y falta de abastecimiento. Pero también ha sido por las restricciones de movilización del propio vendedor para adquirir sus productos.

¿Qué tan importante son las tiendas en la estructura de comercialización del país?

Ecuador es un país con estructura de venta anticuada. El 65% a 70% de las compras se hacen en las tiendas. Es una función social la que realizan en los barrios. Si eso se cierra de golpe es un impacto socio económico grave.

¿Están apoyando a esos negocios?


Sí. Hemos tomado la defensa de los tenderos. Son ahora 50 000 familias sin ingresos. Vamos a informar al ministerio de la Producción de la situación. Debemos solventar la seguridad y salud de esos comercializadores.

¿Cómo están abasteciéndose las industrias de la materia prima e insumos?

Del campo nuestro a las fábricas no he escuchado que haya problemas. Además, el contagio del virus no ha sido masivo en el campo. Se puede operar todavía bien allí. El problema podría venir si la enfermedad se diseminara de manera exponencial ahí. Lo mismo si se cerrara la transportación en esas zonas. Pero, no estamos en eso.

¿Qué pasa con los insumos importados?

Hubo problemas en la frontera con Colombia, que está cerrada. En general, estamos en un momento difícil y hay que garantizar la alimentación de la población. No es posible que haya procedimientos anticuados – para las operaciones de comercio exterior - en los que alguien debe firmar autorizaciones que hoy por hoy no tienen sentido.

¿Cuánto más puede aguantar el sector de alimentos y bebidas en estas condiciones?


No es cuestión de aguantar. El número de estómagos en el país no ha cambiado. Mientras funcione toda la parte de logística todo va a operar con normalidad.

¿Garantizan la inocuidad de los alimentos que se venden?

En inocuidad hemos trabajado ya varios años en eso. Hemos aplicado, como básico, el tema de las buenas prácticas de manufactura (BPM). En las empresas estamos a un nivel de garantizar una altísima inocuidad. Un virus de esa naturaleza no es un foco de contaminación para alimentos preparados. Lo puede ser para los frescos que estén mal lavados, manipulados en mercado o percha, etc.

¿En dónde han reforzado las medidas de seguridad en temas de salud?

En el manejo del propio personal de las plantas.