Hace ya varios años me tocó una crisis financiera y finalmente un despido en la tercera ola de despidos de una multinacional. Me sentía devastado, preocupado y desorientado, no solo por el tema económico, sino también porque lo había sentido como una pérdida muy personal. ¿Y ahora qué?, me preguntaba.

Años después aprendí que un despido puede causar depresiones, ansiedad y puede mermar nuestra autoestima.

Si estás pasando por algo similar, considera lo siguiente: 1. Es normal llegar a identificarnos con roles, funciones, hábitos, cierto estatus y demás. ¿Cuál es tu verdadera esencia fuera de todo rol o función? 2. Se compasivo contigo, pero sigue siendo perseverante. 3. Enfócate en bienestar personal a la par de la búsqueda. Tu buena energía será clave. 4. ¿Qué es lo que más brilla en ti y en tu experiencia? Más que nunca, nos toca brillar. 5. Todo esto pasará
y la pregunta en ese momento será: ¿Aproveché esos momentos como debía? Finalmente, no lo olvides: Independientemente de la situación, siempre hay alguien encontrando oportunidades y opciones. ¿Vas a ser tu?