En la planta de producción de Distribuidora Flipper se procesan alrededor de 250 toneladas de pescado y mariscos al mes. Está ubicada en las afueras de Manta. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

En la planta de producción de Distribuidora Flipper se procesan alrededor de 250 toneladas de pescado y mariscos al mes. Está ubicada en las afueras de Manta. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Un comisariato de mariscos

14 de junio de 2016 09:23

Cuando Lenin Posligua tenía 10 años vio como la fuerza del fenómeno de El Niño en 1980, se llevó todo a su paso. Incluida la casa en la que vivía ubicada en la ciudadela Eloy Alfaro. Ahora el barrio es conocido como “Cuba”, en el centro de Manta.

Tras ese episodio Posligua se fijó una meta: ser empresario. Hoy con 46 años es propietario y gerente de la distribuidora Mariscos Flipper y, la cadena de restaurantes Mega Flipper.
Al culminar sus estudios secundarios, Posligua cumplió el servicio militar obligatorio; luego se postuló como pescador en un barco japonés, en Manta. Así aprendió una nueva forma de tratar a los mariscos y al pescado.

En 1990, este manabita se dedicó a vender pescado en los mercados de Manta y Portoviejo. Su idea era diferenciarse del resto: “tenía un congelador en mi quiosco para mantener fresco al producto”. Para esto invirtió 600 000 sucres.

Las primeras ventas eran de unas 50 libras de pescado a la semana entre Manta y Portoviejo. Luego empezó a comercializar su producto congelado en bandejas plásticas. Ahora los mariscos de Flipper son empacados al vacío.

Posligua fue innovando sobre la marcha: “como broma a uno de mis clientes le vendí el pescado en trocitos para el cebiche; el concepto le gustó y desde entonces oferto esa presentación”.

En 1995 se constituyó el emprendimiento Flipper. El nombre, que significa delfín en inglés, recoge las iniciales de los nombres de sus hermanos y mamá. En su primer año Flipper distribuyó unas 25 000 libras de pescado por semana. Cuatro años después, el proyecto pasó a ser la distribuidora de mariscos Flipper.

La planta de producción está en las afueras de Manta. En el lugar se procesan 250 toneladas de pescado y mariscos al mes. Para adecuar el lugar y la cadena de restaurantes, ha invertido hasta la fecha cerca de USD 200 000.

Sus proveedores son atuneras manabitas como la Real de Posorja, Marbelize, entre otras.
La empresa también ha pasado por momentos difíciles: “hemos quebrado tres veces, pero la perseverancia nos llevó a aprender de los errores”, señala Posligua. Luego de estos altibajos, en el 2008, la distribuidora de Mariscos Flipper cambió el formato y pasó a ser un comisariato donde se comercializa mix mariscos, camarón, picudo, albacora, atún, filete de corvina; ‘pack’ de cebiches y parrilladas marineras listas para servir, todas empacadas al vacío.

La empresa colombiana Alitecno fabrica las bolsas que utiliza Mariscos Flipper. En su planta en Medellín elabora los empaques con laminación, barreras de oxígeno y humedad, y polímeros que le dan resistencia y durabilidad. Helmut Jancke, presidente de esta firma, detalla que hace 14 años se contactaron con Posligua. Se estima que Alitecno elabora medio millón de empaques al mes para la distribuidora manabita.

Con un mercado consolidado, Mariscos Flipper empezó en el 2010 a trabajar en un proyecto sobre la cadena de restaurantes, que se consolidó en el 2012 como Mega Flipper, con presencia en Manta, Quito, Guayaquil y otras ciudades del país. El concepto de esta cadena es tener un restaurante y el comisariato en el mismo sitio.

Como clientes, Mariscos Flipper tiene a cadenas hoteleras, de catering hasta pequeños restaurantes. Cebichería Pepe 3 elabora platos del mar desde hace 21 años. Su propietario, Luis Gutiérrez, explica que la relación surgió hace ocho años y desde entonces cada semana adquiere 13 quintales de mariscos por semana.

Ahora la firma manabita planea abrir más locales y estructurar los manuales para vender franquicias de Mega Flipper.

El gerente
Lenin Posligua 

El emprendimiento ha sido el motor de Mariscos Flipper. Empezamos en un mercado, pero la idea de crecer nos ha llevado a constituirnos como una de las empresas más fuertes en Manabí. En el terremoto del 16 de abril, 16 colaboradores de nuestra firma perdieron a sus familiares. No solo les estamos dando apoyo emocional, sino también que estamos trabajando para reactivar la economía de la provincia. Queremos formar a trabajadores que puedan agregar nuevas ideas al negocio.