VAna Cristina Cordero creó  Biofemme, una línea para el cuidado de la piel del rostro. Aspira a masificar el empoderamiento femenino. Foto: Mario Faustos / LÍDERES

Ana Cristina Cordero creó Biofemme, una línea para el cuidado de la piel del rostro. Aspira a masificar el empoderamiento femenino. Foto: Mario Faustos / LÍDERES

Ana Cristina Cordero: ‘El concepto de ‘girl boss’ no solo se aplica en los negocios’

10 de septiembre de 2019 12:42

Ana Cristina Cordero encontró el equilibrio perfecto entre las leyes y la cosmética. Tiene 31 años y con convicción asegura que tiene el timón para manejar su vida como lo desea, como una jefa.

En el 2006 empezó a estudiar Leyes motivada por su abuelo, quien ejercía la misma profesión. La carrera se convirtió en el puente para ingresar a la empresa farmacéutica familiar, Rocnarf.

Desde los 24 años estuvo inmersa en los negocios. Empezó a participar de los comités de la empresa y poco a poco entendió, de manera global, que podía proponer algo fresco para el sector de la cosmética.

Cordero cuenta que de las leyes, tomó la dureza y el temple para dirigir la empresa familiar.
Es la creadora de Biofemme, línea de dermocosméticos de alta calidad, hecha con productos con sello ecuatoriano.

La vía de la cosmética y la belleza es un arma, según Cordero, para lograr el empoderamiento de las mujeres desde su interior.

Cuando decidió lanzarse al ruedo de los negocios tuvo temor. Su familia está inmersa en el mundo farmacéutico desde hace 40 años y la figura de quienes manejaban la empresa siempre fue masculina, uno de ellos, su padre.

Actualmente, Cordero es una de las directoras de la Cámara de Industrias de Guayaquil.

‘Girl boss’


“Este concepto no solo se aplica en los negocios. El concepto de ‘Girl boss’ va más allá del empoderamiento femenino en los negocios. Tiene más potencial. Esta convicción puede llevarte a ese lugar en el que siempre has querido entrar. En mi caso me sirvió para decidirme a hablar, a proponer y actuar. Una mujer puede ser jefa en su casa con su familia, jefa en su trabajo e incluso jefa en su propia vida poniendo en orden las cosas y dándole el espacio adecuado a lo que es verdaderamente importante”.

Mujer y emprendimiento


“Siempre dicen que la vena del emprendimiento te la implantan cuando eres adulto y no: es desde la niñez. Por ejemplo, desde pequeña te exigen responsabilidad en tus estudios, alcanzar estándares en tu nivel académico, a la final estos son los cimientos para algo más grande. Mi padre siempre me decía que debía ser dedicada y esforzarme más de lo establecido. Ese chip me lo pusieron a los 12 años y desde allí mi vida ha sido más ordenada y con más aspiraciones de lograr y alcanzar todos los objetivos que me proponga”.

Los estereotipos

“El reto de destacar en una industria en la que sobresale la figura masculina es complicado.
Siendo la primera de la tercera generación, de 12 nietos, crecí con la presión de la responsabilidad de poder continuar con el negocio familiar. Como mujer me planteé generar un valor agregado a una industria tan tradicional. Somos responsables, detallistas y muy comprometidas, en eso radica todo lo que hacemos”.

La preparación


“Cuando una persona inicia algo debe proyectarse a tener algo más grande. En mi caso, estoy muy metida en mi producto, manejo redes sociales, sé lo que sucede con mis clientes de manera directa. Por esta razón, quiero tenerlo todo y masificar mi línea que es de calidad.
Pero es un proceso que necesita de mucha preparación y sobre todo dedicación. Por ejemplo, traté de fusionar mis estudios con formación en gobernanza y alta dirección, saber de dirección farmacéutica y saber de Marketing Digital. Es un proceso largo que no se logra de la noche a la mañana”.

Del interior al exterior

“Cuando descubrí que tenía una voz por mi línea de belleza, entendí que todo radica en cómo te sientes por dentro para proyectarlo a mundo. El bienestar de cuerpo y mente se convierte en un arma. Una mujer fuerte , comprometida y autosuficiente es capaz de alcanzarlo todo. El equilibrio se proyecta en un mejor manejo de la vida y los negocios”.

La familia y el apoyo

“En un camino que es de puntos altos y bajos siempre es necesario ese colchón que te salve de las caídas. Gracias a Dios, nunca me rodee de gente que me dijo: ‘No puedes hacerlo’. La responsabilidad que tengo desde niña me sostuvo para no rendirme.

Ser emprendedoras y más que todo mujeres es duro. Existe un momento en los que incluso queremos dejarlo todo. En ese momento es necesario solo un respiro y continuar con lo que nos hace feliz”.

Datos

Educación. 
Tiene un título de Abogada por la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. En el 2011 obtuvo un masterado en Derecho Empresarial por el Centro de Estudios Garrigues en Madrid, España. Es parte del programa de Formación de Mujeres para Gobierno Corporativo de la IDE Escuela de Negocios.

Familia. Está casada y tiene un hijo de 11 meses.

Actividades. Juega golf y hace ejercicio regularmente.