La idea de producir un ‘snack’ saludable nació cuando Ornella Benedetti cursaba su maestría de Marketing en España.

Ella es la mentalizadora de Ranger Pops. Se trata de una marca guayaquileña de bocadillo de canguil reventado con aire.

La fundadora del emprendimiento cuenta que la idea se remonta al 2019 cuando, al recorrer varias tiendas españolas, específicamente en Madrid, observó una infinidad de productos que no existían en el Ecuador, entre ellos, los ‘snacks’ saludables.

“Mi primera idea fue montar una empresa que maquile productos”, señala Benedetti.

Sin embargo, a su regreso de Europa, ella empezó a buscar empresas que elaboren productos similares y a realizar un estudio de mercado local. Esto, además de asistir a ferias internacionales para conocer de cerca las tendencias que estaban en auge para el sector de los bocadillos.

En ese año, en una exposición a la que asistió en Chicago, vio que la oferta de canguil saborizado era enorme. Cita, por ejemplo, que, de un centenar de productos que se exhibían, el 30% era canguil o preparaciones con base en el grano.

Fue entonces cuando, a mediados del 2019, inició las gestiones para adquirir las máquinas que le permitirían hacer el canguil. Una de las estructuras es una ‘popeadora’ de aire caliente. La otra, en cambio, es una gran olla como para reventar el grano de manera tradicional. La inversión inicial para las máquinas y creación del concepto fue de USD 40 000.

En ese tiempo, también trabajó con un ingeniero en alimentos de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) para idear la receta de un producto que sea semáforo verde y que le permita acceder, más adelante, al registro sanitario.

El canguil se revienta en aire caliente. Únicamente, al final, se rocía una mínima cantidad de aceite para añadir sal y sabores. Ranger Pops tiene tres variedades: sal, dulce y queso picante.

De forma simultánea al perfeccionamiento de la receta, también elaboró el concepto que estaría detrás Ranger Pops.

Benedetti destaca que el objetivo inicial, más allá de lanzar una línea de canguil, fue crear un concepto que aporte a la educación y a la lectura. Allí es donde nace Dumonde, la plataforma paraguas, que sostiene a Ranger Pops.

Según la emprendedora, Dumonde es un proyecto de imaginación en el que no solo se ampararán diferentes tipos de ‘snacks’, como el canguil, sino también, en su momento, ferias y hasta libros.

Ranger Pops engloba tres experiencias para el consumidor. La primera tiene que ver con el sabor y el valor nutricional al ser semáforo verde. La segunda se refiere al empaque, que trae un personaje que describe una historia y, por último, hay cuentos que fomentan el gusto por la lectura.

Para la ilustración del personaje principal, Benedetti trabajó con Gustavo Castellanos y para los cuentos, que se basan en los clásicos como Peter Pan y Pinocho, con Adelaida Jaramillo, fundadora de Palabra Lab. Estas pequeñas historias, por el momento, están disponibles en la página web de Dumonde.

Actualmente, se producen y se despachan unas 5 000 unidades entre los tres sabores, a 60 puntos de comercialización desde la planta ubicada en un complejo industrial del cantón Durán, en la provincia del Guayas.

Las primeras colocaciones del producto se pudieron finiquitar entre enero y febrero del 2020. Allí se puso en perchas de, al menos, 10 tiendas gourmet en Guayaquil y Quito. La producción inicial del negocio fue de 500 unidades, es decir, 10 veces menos a lo que se produce en este año.

En marzo, cuando llegó la pandemia al Ecuador, se volcó a las ventas a domicilio. “Fue difícil para un emprendimiento que había salido al mercado un mes atrás”, señala Benedetti.

Para junio, cuando las actividades se reactivaron, el negocio empezó a crecer y se expandió a escala nacional a través de puntos físicos y ventas a domicilio. Actualmente está en dos cadenas de supermercado.

Lizbeth Moscoso consume el ‘snack’ desde mediados del 2020. Ella adquirió por primera vez el producto en una tienda en Samborondón. “Tiene la textura y el toque justo de sal o dulce. Es una receta que no cambia y que resulta fácil de llevar en la cartera. Además, el empaque es muy divertido para entretener a los niños”.