El Índice de Progreso Social de Deloitte mide las necesidades básicas, los fundamentos del bienestar y las oportunidades de un país para la gente. En el 2018 se hizo en 149 países. Ecuador registró los mejores resultados en acceso a la información y la co

El Índice de Progreso Social de Deloitte mide las necesidades básicas, los fundamentos del bienestar y las oportunidades de un país para la gente. En el 2018 se hizo en 149 países. Ecuador registró los mejores resultados en acceso a la información y la comunicación. Foto: Freepik.es

Las condiciones de bienestar mejoran a través de las TIC

5 de marzo de 2020 09:16

El acceso a información y comunicación es el aspecto en que más ha mejorado Ecuador durante el último año. Así lo señala el Índice de Progreso Social, publicado por Deloitte.

El estudio mide las necesidades básicas, los fundamentos del bienestar y las oportunidades que brinda un país para los ciudadanos. La nación en la mejor posición dentro del estudio fue Noruega y la peor, Sudán del Sur.

Hasta el 2018 se incluyó información de 142 países; mientras que el año pasado fueron 149.

Este dato es fundamental para analizar la posición en la que se encuentra Ecuador, dice Camila Hernández, gerenta de Desarrollo Sostenible de Deloitte. Si la comparación se hace tomando en cuenta el progreso social, el país mejoró al pasar de la posición 59 a la 52, mientras que si se toma en cuenta el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita empeoró, al bajar del puesto 76 al 80.

“Hay que considerar que se han sumado más países. No se debe entender el análisis linealmente, como un ranking. Es una muestra más exhaustiva , lo que nos hace más o menos competitivos en los tres ejes que mide el índice”, explica la vocera de la consultora.

En el segmento de acceso a información y comunicación, Ecuador pasó del puesto 83 al 68. Vinicio Carrión, director de Imaginar, Centro de Investigación para la Sociedad de la Información, cree que esta mejora responde a un tema global. Cada vez hay más gente que tiene acceso a la Internet, a la telefonía móvil, entre otros.

“No solo acceden las personas con nivel adquisitivo alto sino todas las demás. Los avances han permitido que la tecnología se vuelva más asequible y barata. Seguramente, en los próximos años seguirá mejorando. Lo que sí se debe tomar en cuenta es cómo se usarán esos progresos para lograr la prosperidad social”.

Para el 2018, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el porcentaje de hogares con acceso a Internet era de 37,2%; esto implica un importante crecimiento en un lustro; en el 2013, la cifra alcanzó un 28,3%. Una mejora de 7,7 puntos porcentuales se registró en el mismo periodo en cuanto a la proporción de personas con teléfono celular activado.

No obstante estos resultados positivos, existen otros que generan preocupación. Dentro del subsegmento vinculado a acceso a gobierno en línea, Ecuador pasó del puesto 66 al 76.

Esto último, de acuerdo con la Encuesta de Gobierno en Línea de las Naciones Unidas del 2018, se refiere a la disponibilidad de herramientas de participación electrónica en los portales del Gobierno para provisión de información en Internet; consulta electrónica, que implica organización de consultas públicas en línea; y toma de decisiones electrónicas para involucrar a los ciudadanos en los procesos de decisión.

En cuanto a salud y bienestar, el país registró una baja al pasar del puesto 38 al 54. Sin embargo, el Índice determina que el país se desempeña comparativamente bien en cuanto a las expectativas de vida hasta los 60 años.

En otros segmentos, los resultados son buenos respecto de igualdad de género en poder político y en libertad de expresión. El desempeño es relativamente malo con relación con acceso a la justicia, matrimonio temprano, tasa de homicidios, etc.

Para Hernández, es importante que el Gobierno -a escala nacional y local-, la empresa privada, las organizaciones no gubernamentales, etc., puedan utilizar el Índice cómo una métrica válida para gestionar inversiones, estrategias, tomas de decisiones y comunicaciones. “Es una manera tangible de aterrizar cómo estos actores están generando valor real en la sociedad, apoyando al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), etc”.

De hecho, en la región ya existen casos de aplicación del Índice a través de empresas. Los hay en Brasil, Colombia y Costa Rica. Se busca generar el primer caso práctico en Ecuador.

La puntuación mundial mejoró en cinco años

Medir el progreso social es un imperativo. Así lo señalan los Nobel de Economía Joseph Stiglitz y Amartya Sen, junto al economista francés Jean-Paul Fitoussi en el libro ‘Mismeasuring Our Lives: Why GDP Doesn’t Add Up’.

“En una sociedad cada vez más orientada a la medición del desempeño, tener las métricas correctas importa mucho. Lo que medimos afecta lo que decidimos y hacemos. Si usamos malas mediciones, impulsaremos las prioridades equivocadas”, dicen estos tres expertos sobre la importancia de medir el desarrollo y el bienestar de las personas.

Esos conceptos sirven de marco para el Índice de Progreso Social, publicado por la organización Social Imperative Progress (SPI) con el apoyo de Deloitte y Skoll Foundation. Al progreso social se lo define como la capacidad de una sociedad de satisfacer las necesidades humanas fundamentales de sus ciudadanos, de establecer cimientos que permitan mejorar y mantener la calidad de vida de sus ciudadanos y comunidades, y de crear las oportunidades para que todos los individuos alcancen su pleno potencial. Es, para diferentes expertos, una definición ambiciosa.

Los resultados del 2019, así como los de los cinco años anteriores, reflejan que el mundo en general está mejorando. Desde el inicio del SPI, en el año 2014, el mundo ha pasado de una puntuación de 62,16 a 64,47 sobre 100.

El mayor progreso se ha logrado con el Acceso a la Información y a las Comunicaciones (71,74), que mejoró con 11,49 puntos en los últimos seis años.

El reporte advierte sin embargo que el progreso es lento y desigual. “El mundo está mostrando un rendimiento inferior comparado con lo que el promedio mundial del PBI per cápita sugiere que es posible”.

A escala global, los países nórdicos están en los primeros lugares del índice. Noruega tiene el mejor desempeño mundial seguido por Dinamarca, Suiza, Finlandia y Suecia. En América latina, los mejor posicionados son Costa Rica (35), Chile (37) Uruguay (41), Argentina (42) y Panamá (47).

El índice mide 12 pilares: nutrición, agua y saneamiento, vivienda, seguridad personal, acceso a conocimientos básicos, acceso a comunicaciones, salud y bienestar, calidad ambiental, derechos de las personas, libertad personal, inclusión y acceso a educación superior. Desde el 2014 hasta el 2019, el mundo ha mejorado más en el acceso a comunicaciones, acceso a educación superior, agua y saneamiento, y vivienda.

¿Por qué es importante esta información? Deloitte señala que las complejidades del siglo XXI requieren nuevas medidas para el progreso. “Confiar solo en la riqueza o el PBI de un país crea una imagen incompleta del desarrollo humano y social”.

La firma consultora añade que siendo como un mapa, el Índice del Progreso Social puede ayudar a identificar sistemáticamente una estrategia hacia un crecimiento responsable e inclusivo mediante la priorización de las necesidades más apremiantes para la sociedad.

“Las empresas pueden apoyar mejor a los gobiernos y a las organizaciones sin fines de lucro en la búsqueda de soluciones para acortar brechas. Los desafíos sociales son oportunidades para las empresas que entienden que el cambio sostenible puede encontrarse a través de servicios y productos innovadores”.

Datos

Desde 2014, el puntaje promedio mundial ha mejorado en 2,27 puntos.
Los mayores avances están en Burkina Faso, Costa de Marfil, Sri Lanka, Ghana y Tanzania.
Los mayores retrocesos, en cambio, están en Nicaragua, Estados Unidos, Brasil y Sudán del Sur.
Estados Unidos es el único país del G7 que ha retrocedido en el progreso social.