La primera bicicleta personalizada y con patente ecuatoriana la vendió en agosto del 2009, bajo la marca Tacuri. Foto: Cortesía

La primera bicicleta personalizada y con patente ecuatoriana la vendió en agosto del 2009, bajo la marca Tacuri. Foto: Cortesía

Diseñan bicicletas a la medida en Quito

18 de febrero de 2022 11:26

Construbicis. La empresa se dedica a construir y reparar bicicletas en la capital. Empezaron a operar en 2009 y generan plazas de empleo indirecto

Fabricar bicicletas personalizadas y a la carta es la oferta que el ecuatoriano Carlos Tacuri hace a sus clientes en Quito.

Tacuri es un emprendedor de 34 años y radicado en la capital desde los 14. Cuando llegó a esta ciudad, desde Latacunga, vio por primera vez una bicicleta y aprendió a manejarla. Desde entonces, no se ha alejado de esta afición, que fue más allá de los aspectos mecá­nicos y recreativos.

Primero consiguió un trabajo en una mecánica dedicada a la reparación de estos vehículos de dos ruedas y luego fundó su propia empresa: Construbicis.

En 2006, junto con dos amigos, compró un taller en La Floresta, en el norte de Quito, para reparar bicicletas y vender artículos relacionados al ciclismo. Tres años más tarde acordó con sus socios que él se haría cargo del local y empezó a fabricar y ensamblar sus propias bicicletas.

El diseño, creación, ensamblaje y fabricación de bicicletas nació como un proyecto universitario inspirado en la identidad ecuatoriana y “el amor por lo nuestro”, dice Tacuri. Es decir, quería incentivar a las personas a no comprar artículos elaborados en Estados Unidos solo por creer que tenían mejor calidad, pese a que estaban ensamblados con piezas fabricadas en países como China, sino que buscaba potenciar el consumo de producto nacional.

Poco a poco realizó los procesos para adquirir, por medio de importadoras, las piezas que necesitaba para construir sus bicis y las elaboró con ideas ecuatorianas y mano de obra local. Además, vio la oportunidad de generar nuevas plazas de empleo directo e indirecto con los pequeños talleres que trabajan con él en la pintura y arreglo de las máquinas.

Él comenta que, pese a que en el país no existe una especialización en mecánica de bicicletas, como en otras partes del mundo, él cuenta con una amplia biblioteca de revistas sobre ciclismo que le ha permitido aprender sobre el tema y perfeccionar la técnica.

La primera bicicleta personalizada y con patente ecuatoriana la vendió en agosto del 2009, bajo la marca Tacuri. Ese año, para empezar la nueva etapa de su negocio, fabricó 100 diseños, en función del número mínimo de piezas que podía comprar para elaborar los equipos. Hasta la fecha han vendido más de 1707 bicicletas.

Su catálogo tiene distintos tipos de bicicletas que se pueden utilizar en la ciudad, en la montaña o en las diferentes rutas.

El trabajo de emprendedor de la movilidad sostenible consiste no solo en vender sus productos, sino también en asesorar al ciclista, según sus necesidades. Así, por ejemplo, el asiento debe tener dos consideraciones específicas: si es para hombre o mujer, y, luego, que el elegido permita la circulación de la sangre en las áreas más sensibles de la anatomía humana.

Las piezas se exhiben en diferentes colores y tamaños, de modo que los clientes pueden escoger colores y materiales para construir sus vehículos.

Hay tres medidas que, según el experto se deben tomar en cuenta para que la bicicleta sea una extensión del cuerpo: del hombro al inicio del pulgar da como resultado la distancia del volante; de la cadera al talón, el tamaño del cuadro; y de hombro a hombro, el ancho del
volante.

Una vez que se consolidó en la elaboración de bicicletas manuales incursionó en las eléctricas, como una forma de aportar a las mejoras de la movilidad sostenible en el país. Allí, trabajó para empresas multinacionales dedicadas a la logística y les entregó tres modelos con los que se entregan paquetes en las zonas financieras de Quito, Guayaquil y Cuenca.

En los dos últimos años, la idea de negocio fue creciendo y ahora se dedica a la fabricación y comercialización de sistemas de movilidad para personas con discapacidad, con el fin de que puedan realizar deportes recreativos.

Por ejemplo, fue el responsable de diseñar y construir el primer handcycle con el que un ecuatoriano compitió en un concurso internacional. También, elabora bicicletas con dos asientos para personas que tienen limitaciones visuales y necesitan un acompañante.

Actualmente, la empresa tiene una facturación mensual que bordea los USD 6 000 u 8 000 solo con la venta de bicicletas.