Redacción Quito
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Crazy Photo hace los recuerdos divertidos

Luego de asistir al matrimonio de su primo, Cristina Pazmiño obtuvo su iniciativa de negocio. La fiesta fue en Pensilvania (EE.UU.) y ahí los invitados podían tomarse fotos en una cabina.

La idea le llamó tanto la atención que dos meses después, junto a su amiga, Katy Vallejo, implementaron una cabina de fotos para bodas en el país.

A finales del 2009, la tendencia de "la hora loca" (que implica baile más disfraces) estaba de moda en las reuniones sociales, así que decidió fusionarla a su idea para tropicalizar su servicio.

Así, en ese año nació Crazy Photo cabinas fotográficas para eventos; su concepto es que las imágenes se conviertan en recuerdos de la reunión social.

El negocio, que empezó con la fabricación de una cabina, en principio, no tuvo acogida. Pero dos años después su propuesta se convirtió en una nueva tendencia. Gracias a la demanda incorporaron dos cabinas adicionales. En el momento, su inversión asciende a USD 10 000.

Los invitados de la boda reciben su foto de un tamaño que puedan llevarla en su billetera. Mientras que los novios se llevan un álbum con todas las imágenes más los saludos de familiares y amigos.

Gracias a su aceptación, Crazy Photo cabinas fotográficas, también incursionó en el segmento corporativo. Sus servicios también se destinan en eventos empresariales. Al mes, el negocio factura un promedio de USD 8 000.

Verónica Jaramillo contrató a Crazy Photo hace dos meses para su matrimonio. Comenta que quedó satisfecha con el servicio y que sus invitados disfrutaron de ese momento. "Había unas colas interminables para ingresar a la cabina". En ello coincide Tábata Medina, de la agencia La Facultad.

El servicio

Los productos. Son fotografías instantáneas con equipo profesional de alta resolución. También se realizan montajes.

El recuerdo. Una copia se archiva para un CD y otra se coloca en un álbum, el mismo que será firmado por los invitados y entregado al final del evento a los organizadores.