La información concreta, el uso de fotos profesionales, la presentación de cursos de alto valor, etc., son algunos detalles que deben constar

La información concreta, el uso de fotos profesionales, la presentación de cursos de alto valor, etc., son algunos detalles que deben constar. Ilustración: Ingimage

Así se arma un CV para publicarlo en LinkedIn

19 de junio de 2019 09:35

Una hoja de vida en carpeta de vincha es prácticamente historia. Hoy en día los reclutadores encuentran candidatos a través de redes sociales como LinkedIn, pues están asociadas a las empresas, los negocios y el empleo.

Esta comunidad, que tiene más de 76 millones de usuarios en América Latina, permite publicar un currículum de manera digital. Para lograr que se seleccione un perfil o que se consiga empleo, los expertos en el uso de esta red hacen varias recomendaciones.

Lo primero que se debe conocer es que LinkedIn ya cuenta con un formato especial para que las personas llenen con sus datos. Este incluye, principalmente, segmentos para experiencia y educación.

“La información debe ser la suficiente; pero, concisa, clara y veraz. Se deben publicar los cargos que la persona ha desempeñado y hacer una descripción de lo que hizo en cada uno en máximo dos líneas. Detallar las responsabilidades claves”, explica Mabel Ocampo, fundadora de la firma de recursos humanos Ikigai.

También se debe indicar la industria a la que pertenece la empresa en la que laboró o sigue haciéndolo. Esto permitirá que la herramienta filtre de manera más precisa los perfiles cuando el reclutador está buscando a alguien de un sector en específico.

Si no se trata del empleo actual, la persona debe colocar siempre el año de ingreso y de salida. Tanto la información sobre la experiencia laboral como la de la educación debe presentarse de manera secuencial: desde la más reciente hasta la más antigua.

En el caso de la formación, Ocampo explica que los cursos de menos de ocho horas no suman ningún valor. “Se deben agregar todos los reconocidos por las autoridades. De tipo universitario, certificaciones, diplomados”.

Javier Verdesoto, titular de la firma de recursos humanos Nexus, explica que con toda esta información no es necesario adjuntar la hoja de vida en PDF.

“Al reclutador se le va a abrir la página del perfil que se busca, verá la información que presenta y luego se podrá contactar al candidato- directamente, a través de la plataforma”, dice. Asimismo, adjuntar currículums es peligroso en una red porque estos contienen datos personales como los teléfonos celulares o direcciones.

De esto está consciente María Arias, de 36 años, quien actualmente obtiene ingresos como ‘freelance’ haciendo corrección de textos. Tiene un perfil desde hace ocho años y por motivos de seguridad nunca ha agregado información personal.

Ella explica que nunca recibió capacitación para usar la red; simplemente ha usado la herramienta con base en el formato preestablecido. Desde allí ha recibido pedidos para realizar trabajos o propuestas de buscatalentos.

Para otros, el uso de la herramienta es aún desconocido. Federico Acosta, de 47 años, quien perdió su empleo hace ocho meses, tenía un perfil con poquísima información. Apenas hace un tiempo lo actualizó.

“Lo abrí y llené algunas cosas, es todo nuevo para mí. Tengo dudas sobre qué información adicional puede ser interesante para quienes quieren contratar”.

Un elemento que toman en cuenta los reclutadores son las agrupaciones a las que pertenece la persona y los pasatiempos. “Cosas breves, sin entrar en detalles. Es muy importante porque se puede identificar si ciertas aficiones encajan en la cultura organizacional de la empresa o pueden generar interferencia”.

Giovanni Bastidas, director de la maestría de marketing de las Universidad de las Américas (Udla), señala que si bien la información es importante no debe quedar a un lado la parte gráfica. La fotografía del perfil, específicamente, debe ser profesional.

El especialista indica que es un error poner imágenes sociales, logotipos, selfies. Lo más recomendable es que, si busca trabajo de oficina, luzca traje formal.

Otra equivocación es colocar “en búsqueda activa de trabajo”. El analista señala que ningún reclutador busca a nadie bajo ese criterio y, por otro lado, no se valora ese elemento. “Estas personas quedan relegadas”, detalla.

Finalmente, una recomendación general es tener presente qué se publica en la red. Los memes, mensajes que no tienen que ver con el área profesional del postulante, comentarios familiares o conflictos entre usuarios generan rechazo entre los ‘cazatalentos’.

Lo que puede generar interés es que existan publicaciones o información que se comparte vinculada al sector en el que se desenvuelve. Pueden ser estudios, artículos de prensa, entre otros.

Para personas como Andrea Pérez, auxiliar del área de investigación de mercados de la Universidad de las Américas, el buen uso de LinkedIn le permitió hallar este trabajo. Ella aprendió a usarlo de manera autónoma.