María Elisa Muñoz colocó la marca D’Cuero porque quiere destacar el uso de este material en su calzado. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

María Elisa Muñoz colocó la marca D’Cuero porque quiere destacar el uso de este material en su calzado. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

Este calzado se vende en línea y en tienda

25 de julio de 2017 15:05

Su padre Marcelo Muñoz tiene desde hace 25 años una pequeña fábrica de confección de zapatos en la parroquia cuencana de Baños. El calzado se vendía sin marca y al por mayor a tiendas de Quito, Guayaquil y la capital azuaya.

Pero María Elisa Muñoz quiso dar un valor agregado a este emprendimiento y su idea fue internacionalizar el producto. Esa intención la desarrolló en su tesis de grado en la carrera de Estudios Internacionales y Comercio Exterior, en la Universidad del Azuay.

A más de ayudar a su padre, ella observó que el calzado tenía potencial para ser exportado. “Pero una pequeña empresa no cuenta con todos los recursos económicos y logísticos y volúmenes de producción para exportar”. Por ello, en su tesis planteó como alternativa la venta de zapatos a través de una página web.

Según ella, eso permitiría dar a conocer en el exterior los zapatos, que los bautizó con la marca D’Cuero, pero sin una alta inversión. El prototipo de la página web estuvo listo para la sustentación de la tesis de grado que fue en el 2016. Muñoz reconoce que al principio solo sirvió como un espacio de promoción porque no se podían realizar transacciones porque requería una alta inversión.

Con este proyecto, ella aplicó el año pasado a una beca que ofreció el Gobierno estadounidense del expresidente Barack Obama. 200 emprendedores de América Latina y el Caribe fueron seleccionados para ser capacitados en emprendimiento social, herramientas tecnológicas, innovación en negocios y liderazgo.

“Si no hubiese sido por esta beca el proyecto tal vez se quedaba en papel... A veces uno necesita que alguien valide su idea para creer”, reconoce Muñoz. Ella se capacitó en Estados Unidos y Bolivia durante seis semanas. Al finalizar viajó a Lima donde conoció a Obama e, incluso, le regaló un par de zapatos de D’Cuero.

Una vez que regresó a Cuenca empezó a materializar su proyecto. Al principio llevaba en su vehículo los diferentes modelos de calzado a las casas u oficinas de sus amigos para mostrarlos y venderlos. En vista de la acogida, ella y su padre decidieron abrir una tienda en Cuenca, que funciona desde abril pasado.

“Entendí que, a veces, el ecuatoriano no confía mucho en comprarse algo por Internet. Tienen miedo de que les clonen las tarjetas o quieren ver y probarse el producto… Por ello, abrimos el local”.

Además, desde marzo una firma estadounidense valida y permite las transacciones electrónicas con tarjetas de crédito internacionales en su página web www. dcueroshoes.com. A través de este medio ha concretado más de 10 ventas a clientes en Honduras, Chile, Estados Unidos y Venezuela. También, mantiene contactos para exportar a Chile y Alemania.

Muñoz dice que en la web están los catálogos con los respectivos precios. En el caso de las transacciones al exterior, los zapatos son enviados por DHL, “con quien logramos negociar buenas tarifas”.

La web se promociona mediante redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y LinkedIn. Allí tiene anuncios pagados. Muñoz dice que no solo comercializan un zapato sino muestran que son elaborados por artesanos, que emplean materiales que no atentan contra el ambiente, ofrecen capacitación y dan facilidades del trabajo a sus colaboradores.

En la actualidad, la capacidad de producción es de 1 500 pares mensuales, que se venden con y sin marca. A inicios de este mes lanzaron la primera línea de calzado para mujeres. Es una suerte de edición especial para probar al mercado, dice Muñoz. Si hay aceptación seguirán en ese nicho.

Para hombres cuentan con 30 modelos entre casuales, formales, mocasines y botines. Los costos oscilan entre los USD 50 y 70. Para mujeres, en cambio, tienen tres alternativas que son de cordón, mocasín y los denominados muñeca o planos. Los precios van desde los USD 40 hasta los 50.

Muñoz señala que en la web sube algo el precio porque deben asumir los costos de transferencias, aduana, entre otros. Sus planes son crecer en el comercio electrónico y consolidar la tienda. También, innovar en diseños y aumentar la cantidad de artesanos, cuando crezca la producción.