El trabajador José Arias labora en los tanques de procesamiento de los lácteos. Usa todas las protecciones de bioseguridad.

El trabajador José Arias labora en los tanques de procesamiento de los lácteos. Usa todas las protecciones de bioseguridad. Foto: Xavier Caivinagua par LÍDERES

La demanda de su yogur y leche condensada aumentó

27 de mayo de 2020 13:14

La empresa El Pinar, que funciona en el norte de Cuenca, aumentó sus ventas durante la emergencia que rige en Ecuador desde marzo pasado que busca frenar el avance de covid-19. Tuvo una ligera para, pero retomó sus operaciones debido a la necesidad de cubrir la demanda de sus productos lácteos y bebidas.

Los productos principales son la leche condensada y el yogur de diferentes sabores y presentaciones. Las ventas de ambos crecieron un 50% durante este confinamiento con respecto a los meses anteriores, dice el gerente de El Pinar, Juan Carlos Correa. Este ingeniero de Alimentos abrió esta compañía hace 15 años.

“El consumo ha subido porque el yogur es considerado como un producto de primera necesidad para las familias, sobre todo, para los niños”, explicó Correa.

En el caso de la leche condensada, agregó el empresario, es más demandada porque las amas de casa y otras personas han optado por hacer repostería y helados durante esta cuarentena como una opción para tener ingresos adicionales o de distracción”.

Todos los años ha sido de crecimiento en ventas para esta empresa. Durante el 2019 facturaron más de USD 1,26 millones en sus diferentes líneas y para el 2020 tiene previsto llegar a los USD 2 millones, comentó Correa.

Él solicitó a los propietarios de los supermercados y de los comisariatos que destaquen a los productos ecuatorianos sobre los importados porque, en la actualidad, hay un sentimiento de consumir los bienes nacionales.

“Hay expectativas para un crecimiento constante. No solo para las líneas de producción que tenemos en la actualidad, sino también para diversificar los productos”.

El empleado Sergio Pérez registra los lotes de las bebidas con aloe.

El empleado Sergio Pérez registra los lotes de las bebidas con aloe. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES


Correa aseguró que la demanda crece porque la principal fortaleza de la firma es la calidad de los productos. Eso implica controles en los procesos productivos basados en Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), materias primas y logística. “Las materias primas llegan de proveedores certificados. Todos los procesos están completamente automatizados en la planta”.

El Pinar cuenta con un laboratorio propio para efectuar el control de calidad de sus productos, que son controlados antes de que salgan de la fábrica, dijo Correa.

Durante el confinamiento solo dejó de operar durante tres días,. Luego determinó la necesidad de seguir laborando porque había demanda; los comisariatos no cerraron y la firma tiene 12 agencias del país para la distribución.

Sus productos están en todas las cadenas de supermercados que funcionan en el Ecuador. “No desabastecimos en ningún momentos a ninguno de nuestros compradores”.

Correa señaló que cuando se reanudaron las operaciones, el ingreso de las materias primas de otras ciudades y sacar el producto terminado a otras regiones fue muy complicado, sin embargo, poco a poco se aplicaron los protocolos de bioseguridad y “no hemos tenido una sola persona que se haya contagiado”.

Todos los colaboradores pasan por un proceso de control para ingresar a la planta con tomas de temperatura, desinfección, entre otros parámetros de bioseguridad. Adicionalmente, se llevan registros de toda la producción
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Otro aspecto fue la elaboración de protocolos para los transportistas externos y su flota de cinco vehículos propios.

La firma tiene 35 empleados laborando en producción, principalmente. A más del yogur y de la leche condensada se prepara manjar y, hace tres meses, se lanzó una bebida con pedazos de aloe. Según Correa, el despegue de este último fue espectacular, pero se frenó por la pandemia porque la gente prioriza los productos indispensables. Se ofertan los sabores de uva y manzana verde con trozos de aloe.

Hasta antes del confinamiento por covid-19, que empezó en marzo pasado, la firma comercializó 4 500 cajas, que contienen 24 botellas de 330 centímetros cúbicos. Las ventas se hacen a través de 12 distribuidores y de las cadenas de supermercados. “Es un mercado prometedor el de las bebidas de aloe”, señaló el empresario e ingeniero de alimentos que se especializó con cursos en EE.UU., Colombia y Europa. También visitó fábricas en países europeos, para conocer sus procesos y el equipamiento de las mismas.