La institución forma en la actualidad a cerca de 270 estudiantes. Foto: Archivo

La institución forma en la actualidad a cerca de 270 estudiantes. Foto: Archivo

Deporte y formación, los ejes de esta iniciativa

15 de enero de 2019 10:02

Las aulas del Colegio John Osteen son el escenario donde un grupo de jóvenes se forman, mientras alimentan sus sueños de convertirse en deportistas consagrados.

El establecimiento, ubicado en La Armenia, al oriente de Quito, se encuentra en un sector bastante tranquilo, cerca de un bosquede eucaliptos y al frente del volcán inactivo Ilaló, poco antes del valle de Los Chillos.

En sus aulas se escuchan clases en inglés y en castellano. Los estudiantes prestan atención a los profesores, pero también se dan tiempo para una broma que arranca sonrisas. Hoy en día el establecimiento suma alrededor de 270 estudiantes; de esa cifra, 22 chicos son jóvenes que demuestran sus habilidades con el balón en clubes profesionales de Quito, sin descuidar su preparación académica.

Ellos estudian gracias a la iniciativa de la Fundación Deporte Estudio, que estableció un convenio con el centro educativo. Se trata de una cooperación educativa, en palabras de Cristian Reinoso, director de la fundación.

El trabajo de esta entidad se inició el 2015 y se formalizó el 2016, cuando se constituyó legalmente la Fundación Deporte Estudio. “Implementamos un proyecto de reinserción social. Así generamos espacios para que chicos retomen los estudios, que abandonaron por distintas razones”.

Reinoso explica que la conexión con John Osteen se dio porque es un colegio que tiene mucha apertura en temas sociales. “Aporta no solo con la fundación sino con otras actividades que causan impacto favorable en la comunidad”.

En el primer año, Fundación Deporte Estudio apadrinaba a seis estudiantes, pero ahora ya son 22. En la actualidad son jóvenes que sueñan con ser futbolistas profesionales, pero la fundación ya piensa abrir espacio para otras disciplinas deportivas.

La entidad beca a los estudiantes. Para esto primero se cumple con una prueba de admisión, se revisan sus conocimientos, se les nivela y se les ubica en el grado correspondiente.

Yarol Tafur nació en Esmeraldas, tiene 17 años y es uno de los estudiantes del Colegio John Osteen, gracias al convenio con la Fundación Deporte Estudio. Él fue parte del equipo de Ecuador que obtuvo la medalla de plata en los Juegos Bolivarianos de Colombia, en el 2017. Con una mezcla de timidez y alegría cuenta que está contento de entrenar y estudiar, al mismo tiempo. Destaca el apoyo que recibe de los profesores.

Para Verónica Guasumba, rectora del centro educativo John Osteen, el programa que ejecuta la fundación es digno de resaltar.”Los chicos llegan con muchas expectativas, sabemos que no todos llegarán a ser futbolistas, pero lo importante es que estudien y adquieran habilidades que les servirán en el futuro”.

Guasumba dice que la institución que dirige se enfoca en ser partícipe de una generación diferente. “La formación académica incide en los deportistas y aquí trabajamos en formar a los jóvenes”, añade la rectora.

Las Metas

El convenio  tiene como objetivo dar herramientas a los jóvenes para que culminen su bachillerato y se desarrollen pensando en el futuro. Los responsables aseguran que al estudiar es más sencillo abrir la mente. Vinculamos educación y deporte, dice Gabriela Reinoso, profesora del centro.

El financiamiento  del programa se cumple con agentes externos. Dos empresas privadas aportan mensualmente; una marca deportiva entrega zapatos para los chicos. Un club profesional, por su parte, colabora para cubrir los uniformes, útiles, alimentación, transporte, etc.