Las ventas nacionales de Continental Tire Andina han bajado un 20% en volumen. Sus ejecutivos sienten menos liquidez y la falta de confianza en el mercado ecuatoriano. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES

Las ventas nacionales de Continental Tire Andina han bajado un 20% en volumen. Sus ejecutivos sienten menos liquidez y la falta de confianza en el mercado ecuatoriano. Foto: Xavier Caivinagua / LÍDERES

El cierre del año y la llegada del 2016 inquietan al empresariado

12 de octubre de 2015 08:48

Para el último trimestre del 2015 y con miras al 2016, los cálculos y los ajustes copan por estos días las agendas empresariales.

La desaceleración de la economía, la contracción de sectores como la construcción y el comercio, y las previsiones de crecimiento de organismos como la Cepal y el Fondo Monetario Internacional traen inquietud.

Ejemplos. En la empresa cuencana Induglob, que fabrica cocinas y refrigeradoras de las marcas Indurama y Global, las previsiones para el último trimestre del 2015 se diferencian del resto del año. Para los últimos tres meses se prevé una reducción del 21% en las ventas, con relación al mismo período del año anterior.

En los primeros tres trimestres hubo crecimiento, por ello se tiene previsto que las ventas de la firma aumenten un 23% en el balance final con relación al año pasado. El primer semestre del 2015, sobre todo, fue muy bueno, dice el gerente General de Induglob, Juan Pablo Vela.

La empresa vendía entre 25 000 y 28 000 cocinas de inducción al mes, pero desde julio la demanda se desaceleró por dos causas: la llegada de cocinas importadas desde China y las demoras en el pago que debe realizar el Gobierno a los distribuidores de las cocinas de inducción.

Para Vela, en el caso de las refrigeradoras, existen buenas perspectivas en los meses finales del 2015, no así en el 2016 en el que se espera una reducción del 10%; en el caso de las cocinas de inducción existe incertidumbre.

Otra empresa cuencana, Continental Tire Andina también elabora proyecciones negativas. Ferdinand Hoyos, presidente Ejecutivo de la firma, habla de una tendencia negativa en el último trimestre, en comparación a los dos primeros trimestres del año
“Nuestras ventas nacionales han bajado más del 20% en volumen. Se puede sentir la falta de liquidez y falta de confianza en el mercado ecuatoriano en general”. Hoyos añade que la devaluación de monedas en Colombia y Perú es un reto adicional a la baja de la demanda nacional.

Para el 2016, Continental Tire Andina se apretará el cinturón otra vez. Hoyos espera que los bancos ecuatorianos mejoren su confianza en el mercado y que empiecen de nuevo a dar financiamiento a las empresas. “Sería clave para que no se pare el motor de los negocios”.
Una encuesta realizada por la Cámara de Industrias y Producción, en la que participaron unas 120 empresas con ventas anuales por cerca de USD 10 000 millones, señala que el 60% de las firmas considera que las ventas se reducirán en el último trimestre.

El titular de la CIP, Richard Martínez , señala que es necesario unir esfuerzos para que el empleo y los segmentos socioeconómicos más vulnerables no se vean afectados. “Se necesita deponer actitudes y enfocarnos en la construcción de políticas que fortalezcan la productividad y la competitividad”.

Para el 2016, la encuesta de la CIP prevé una ligera recuperación. En términos de ventas, el 40% de las empresas manifiesta que se mantendrá igual y el 22% dice que se incrementarán. “Producto de la rigidez del mercado laboral, las organizaciones estiman un impacto en la demanda de trabajo”, agrega Martínez.

Otro gremio, la Cámara de la pequeña y Mediana Empresa de Pichincha, también analiza el panorama económico con detenimiento. Su director Ejecutivo, Christian Cisneros, reconoce que existen dificultades para cerrar el 2015 y para arrancar el 2016.
“Las ventas han caído en sectores como construcción y alimentos. Del uno al 10, al 2015 lo califico con un 6”, comenta Cisneros.

El dirigente de la pequeña y mediana empresa analiza el próximo año con desazón. “Somos conscientes de que habrá empresas que cerrarán operaciones. Será un escenario cauteloso, pero tampoco hay que ser alarmistas”.

Entre los segmentos con mejores perspectivas, Cisneros menciona a los alimentos y al químico. Christian Wahli, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas, detalla las dificultades que enfrentan las empresas del sector. “El etiquetado de alimentos con el semáforo nutricional y las salvaguardias encarecieron la producción y frenaron el crecimiento. Hemos vendido menos y a menor precio”.

Según Wahli, los alimentos y bebidas crecieron 5% en el 2014 y este año, el sector aumentará un 3%. Para el 2016 espera que el efecto del etiquetado haya pasado. “No va a ser un año fantástico, será complicado con empresas que entrarán y saldrán del mercado”.

Daniella Andretta, de la consultora KornFerry International, resume la sensación del empresario ecuatoriano: “Hay incertidumbre, porque la bonanza se ha frenado. Las empresas han puesto en espera las inversiones y están disminuyendo el riesgo”. Además, indica, los trabajadores están con temor por lo que pueda pasar en el futuro y los líderes de las empresas tienen el desafío de ser eficientes y optimizar la rentabilidad.

Previsión 

Una encuesta realizada por la Cámara de Industrias y Producción señala que el 60% de las firmas considera que las ventas se reducirán en el último trimestre del 2015. Los retos, como mantener el empleo y mejorar la productividad, son la prioridad para el siguiente año.

La construcción acarrea dificultades en otros sectores

En la capital ecuatoriana los empresarios advierten un panorama negativo para el último trimestre del 2015. Las difíciles condiciones económicas que vive el país han impactado a las empresas de diferentes sectores. Las perspectivas, además, son poco alentadoras para el año siguiente.

Christian Ponce, representante de la firma de detergentes líquidos Proquim, asegura que la situación económica es tan compleja que se están produciendo cambios en cuanto a la demanda de los consumidores. “Se empieza a ver que la gente no tiene presupuesto para el gasto”.

En los detergentes líquidos, por ejemplo, los ciudadanos están adquiriendo detergente más barato. “Son más conscientes de sus compras y se reduce la venta de ciertos artículos”.

En este marco, asegura Ponce, la gente va a comenzar a buscar productos más baratos o aquellos que se encuentran en oferta. Esto genera un impacto para la empresa, que aún no ha sido cuantificado con exactitud.

A lo anterior se suma la competencia de los artículos extranjeros. “Hace falta mayor control del mercado y un real impulso de los productores pequeños”.

Otro de los sectores que se muestran preocupados es el de la construcción. Heny Yandún, presidente de la Cámara de Industrias de la Construcción, asegura que el consumo de cemento ha bajado un 8%. “El sector se está estancando”.

Para el 2016, Yandún considera que la situación económica del país no va a mejorar. Se prevé que algunos constructores suspendan lo que tenían en carpeta.

El empresario también asegura que hay menos construcción del sector público, porque el Estado no está inyectando capital. Esto impacta en las contratistas porque se reducen sus obras y, por lo tanto, tienen menores ingresos.

Los constructores esperan un impulso a los proyectos de vivienda de interés social. “Esos sí están avanzando. Esos se están construyendo gracias a los préstamos del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess), en otras provincias que no son Pichincha”.

Para Christian Cisneros, director de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), el 2015 es un año con reducción en las ventas, en especial en sectores como la construcción y el maderero, con caídas que van del 16% al 32%. “Hay algo de estabilidad en alimentos y en químicos, pero en general está previsto un balance negativo en las ventas del último trimestre del año”, asegura el dirigente.

Para el próximo año, por ahora, el panorama también pinta difícil. Según Cisneros en el 2016 no habrá nuevas contrataciones en las empresas y el flujo de fondos será complicado, con bajas ventas. Para enfrentar la situación, la Capeipi organiza ferias para productores y talleres para elevar la producción.

Los objetivos de producción, ventas e inversión se reducen

La principal preocupación del sector empresarial en Guayaquil es que en el 2016 se agudice la contracción de los créditos. A esta inquietud se suman los efectos que tendría el incremento de las lluvias por el fenómeno de El Niño.

Uno de los sectores agrícolas más vulnerables es el del café. En lo que va del año, el sector ha reducido sus exportaciones en más del 32% en comparación con el 2014, y en un 60%, en relación con el 2012.

Jorge Salcedo, gerente de la procesadora y exportadora de café Solubles Instantáneos, dice que hasta finalizar el año prevé que la producción en su planta sea un 10% menor que el año pasado. Esto, porque las exportaciones de Ecuador se encarecen frente a las colombianas, protagonistas del mercado.

“Este último trimestre será complicado, porque realmente se siente la falta de liquidez en los créditos. Además, la apreciación del dólar nos perjudica, porque algunos mercados se complican y enviar productos es más caro. En Colombia hay devaluación y eso nos afecta a nosotros que tenemos dólar”.

Para el 2016, el empresario comenta que la estrategia es ajustar el presupuesto en costos de producción, para recuperar por lo menos los niveles del 2014. “Tenemos que ajustar costos de electricidad, conseguir mejores precios en empaques, ser más productivos y ahorrar en ciertas líneas”.

Plastigómez, que produce empaques y envases de plástico, también anuncia ajustes. La firma había proyectado un crecimiento en ventas de un 15%, pero “con mucho esfuerzo llegará a un 5%”, dice Xavier Gómez, presidente de la firma.

El ejecutivo cree que la incertidumbre que se generó en el sector empresarial por los proyectos de Ley de Herencias y Plusvalía disminuyó, cuando se retiraron temporalmente. Sin embargo, teme que al finalizar el año vuelvan al debate y que eso complique la inversión el 2016. “Mientras no se terminen de archivar, esos mensajes no ayudan a la inversión”.

Pablo Torres, gerente del operador logístico Torres&Torres, cuenta que ante el panorama de desaceleración económica, en su empresa las inversiones se han suspendido. “Se había previsto invertir cerca de USD 5 millones para los siguientes tres años, pero mientras la situación y la política económica del país no cambien, estas seguirán paradas”, asevera.

Las salvaguardias, los cupos a las importaciones, entre otras medidas, han perjudicado a los importadores, principales clientes de este operador logístico y de comercio exterior. “Mis clientes han dejado de traer muchos productos. Las medidas del Gobierno son trabas, en lugar de facilitar el comercio para que la economía se mueva. He suspendido las inversiones que tenía previsto”.

En esta empresa, por ejemplo, las previsiones de crecimiento eran del 20% para el 2015, pero en la actual situación, se ajustaron al 8%.