Sofía Silva, cofundadora de Colorín, en la tienda de la marca para niños, ubicada en el norte de la capital. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Sofía Silva, cofundadora de Colorín, en la tienda de la marca para niños, ubicada en el norte de la capital. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Estos diseños infantiles están pensados en crear

14 de enero de 2020 12:15

Sofía Silva estudió Animación Tradicional en Argentina. Pero al retornar a su natal Ecuador, hace unos 13 años, las ofertas laborales en su área eran escasas.

Con el tiempo, empezó a buscar algún oficio rentable, que también le permitiera poner en práctica el ingenio. Comenzó con el diseño de libretas y accesorios personales o para el hogar. Hasta que se sintió motivada a elaborar objetos didácticos para niños.

En el 2014 Silva diseñó el primer muñeco de tela para pintar. Se trataba de un tapir. Su esposo, Daniel Borja, se sumó al proyecto. En un comienzo se encargaban de todo el proceso: diseñar, la serigrafía, coser, etc. Fue así como nació la marca Colorín.

Los muñecos vienen con marcadores para que los niños pinten y realicen sus propias creaciones. El peluche se puede lavar y volver a pintar. Cuentan con 11 diseños, de los cuales nueve son animales de Ecuador. También incluye la historia del animal.

El portafolio de la marca fue creciendo, bajo el mismo concepto. Tiene camisetas, mochilas y un rollo de papel ilustrado, con diferentes diseños para colorear. Además, un muñeco de tela sin ningún diseño, que trae telas y pinturas para que el niño lo culmine. “La idea es también generar un momento divertido en familia”, comenta Sofía.

Al año de haber arrancado, la marca ingresó a los retails. Actualmente, se mantiene en la cadena Juguetón y en la tienda de SuperPaco del Quicentro Shopping, en el norte de la capital. También ofrece sus productos en una tienda que adaptaron en el garaje de su casa, en Quito, y vía Internet.

Sofía Silva, cofundadora de Colorín, en la tienda de la marca para niños, ubicada en el norte de la capital. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

Foto: Vicente Costales / LÍDERES

La producción es variable. En temporadas altas, como diciembre, la empresa puede llegar a producir 2 000 unidades al mes, pero en meses bajos está en alrededor de 200 unidades.

Luego de hacer el diseño y la serigrafía, envían los productos a un taller de costura. Cuentan con alrededor de cinco proveedores, entre ellos de telas y empaques.

Una de sus clientes frecuentes desde hace varios años es Belén Noroña. “Estaba buscando juguetes diferentes hechos en Ecuador. Desde la primera vez que los vi me gustaron, porque son diseños propios y permite que los niños interactúen y los terminen a su gusto”, comenta esta clienta, quien ha regalado los juguetes a sus hijos, familiares e hijos de amigos.

Ibeth Guamán, otra clienta, se convirtió en distribuidora de los productos en la ciudad de Ambato, a través de su emprendimiento Kintiri, que se enfoca en juegos para el desarrollo de habilidades cognitivas. “Hay muy buena aceptación, porque son juguetes diferentes. Además, es ecológico y fomenta la creatividad”.

El peluche y la mochila tienen un costo de USD 10 cada uno. Las camisetas están en 12,50 y el papel ilustrado, en 5. El emprendimiento también cuenta con una línea de cumpleaños, personalizada al gusto del homenajeado, que incluye cojines, mandiles y papel ilustrado para pintar.

Datos

La producción 
mensual de Colorín varía según la temporada. En meses altos puede llegar a 2 000 unidades y en bajos es de unas 200.

Los juguetes de la marca se venden en las tiendas Juguetón del país y en SuperPaco del Quicentro Shopping. También en un local propio, en el norte de Quito, y por Internet.

Los precios de los productos están entre USD 5 y 12,50.

La facturación 
mensual del emprendimiento Colorín está en promedio en USD 2 500.