Paola López es la propietaria de este negocio, que desde hace cinco meses funciona en un local de Cumbayá, donde muestra sus creaciones y la de otros artesanos del país. Galo Paguay / LÍDERES

Paola López es la propietaria de este negocio, que desde hace cinco meses funciona en un local de Cumbayá, donde muestra sus creaciones y la de otros artesanos del país. Galo Paguay / LÍDERES

Los diseños de Ninna Nanna son funcionales para los bebés y niños

11 de enero de 2022 21:00

Ninna Nanna es el nombre de una canción italiana que su esposo le cantaba a su hijo pequeño para dormir.

Esa melodía se convirtió en la marca de Paola López, una diseñadora de interiores infantil.

Su negocio, que empezó en 2015, siempre se desarrolló en su vivienda y con un pequeño taller de carpintería con tres personas, pero ha crecido. Ahora son 30 personas que laboran en esta pyme.
A inicios de 2021 abrieron un local en Guayaquil y hace cinco meses hicieron lo mismo con instalaciones en Cumbayá.

El 2020 fue excelente, dice López, pese a la pandemia. Creció porque la gente en casa no tenía escritorios para la escuela y el trabajo virtual. “Vendimos muchos escritorios, sillas y cunas, porque los bebés no dejaron de nacer”.

Además, las personas -estando en casa- se dieron cuenta que necesitaban muebles y otras cosas.
Por el virus del covid-19 ofrecieron el servicio en casa y se contactaban por teléfono.

En Cumbayá exhibe el mobiliario para bebés, niños y desde 2019 incursiona en el diseño interior residencial. Sus clientes también piden que diseñen sus muebles para el resto de la casa.

Representan a tres marcas italianas para diseño interior de casas, con muebles importados, bajo pedido.

Ninna Nanna nació a raíz de que diseñó el cuarto de su primer hijo. Cuando lo hacía se dio cuenta que no encontraba muchos materiales, para acoplar la habitación, como edredones, sábanas y otros. Sus diseños y decoraciones se conocieron de boca en boca y por recomendación de amigos.

Lo que hace lo aprendió en Italia. Allá vivió durante ocho años, donde estudió Diseño interior en la universidad, hizo una maestría en esa carrera y una especialidad en decoración. Regresó al país en 2015 con su esposo italiano y su hijo nacido, un año antes.

La fabricación se hace en función de la edad, tallas y el crecimiento de los niños, porque la idea es que sea funcional y que se pueda dar una utilidad prolongada. Tienen desde cunas, camas, áreas de juego, escritorios, mobiliario modular, tipis (carpas indias), butacas infantiles y además tienen una línea textil, como cojines, baberos, mantas, tapizados.

El estilo es nórdico escandinavo, donde predominan los colores blanco y neutros, se usa madera natural y el diseño es simple o recto. “Los clientes son parejas jóvenes que les gusta ese estilo sencillo. De lo nórdico salen mis inspiraciones para diseñar”, dice.

Las creaciones de esta marca son propias y también de artesanos del país. Por ejemplo, comercializan productos tejidos a mano, moisés de totora de Otavalo, cestas de paja toquilla de Cuenca, sillas con yute y otros. El 80% es hecho en Ecuador, elaborado por su equipo de carpintería y los artesanos, que son calificados.

Al tener productos ecuatorianos con materia prima local una de las metas para este año es participar en la feria de niños Playtime, en París. A este evento acuden empresas de toda Europa y la idea es hacer negocios para exportar.

Lo que más venden son cunas y camas. “Nuestro servicio es darle una asesoría personalizada y por eso los visitamos en casa y proyectamos una idea 3D y asesoramos en las cosas que puede reutilizar”.

La proyección para este año es abrir mercado en Latinoamérica. En Colombia, una tienda está interesada en algunos de sus productos y también quieren estar en Chile y Argentina.