Juan de la Cruz Inició con una bodega en Quito y ahora su firma se expande por todo el país. Foto: Cortesía

Juan de la Cruz Inició con una bodega en Quito y ahora su firma se expande por todo el país. Foto: Cortesía

Con la distribución, Juan de la Cruz escaló a lo alto

20 de diciembre de 2016 17:07

En toda su pierna derecha, Juan de la Cruz lleva un inmovilizador de color negro, de esos que se colocan con velcro. Es martes y el día anterior un especialista le diagnosticó fractura de tibia y peroné, producto de una caída cuando ascendía al Iliniza como preparación para conquistar el Antisana y el Chimborazo.

Pese a que el doctor le recomendó reposo de una semana, él está en las instalaciones de su empresa que lleva su nombre y que acaba de cumplir 30 años. Para justificar el desacato a la orden del médico, dice sonriente que su trabajo se lo toma muy en serio y es su pasión.

De hecho, confiesa que a veces le consideran ‘workaholic’ (adicto al trabajo), pero dice que esa constancia ha hecho que su empresa Multiservicios Juan de la Cruz –que se especializa en la distribución de productos de consumo masivo- presente estas cifras: el año pasado facturó USD 77 millones, cubre a 35 000 clientes, seis puntos de distribución en el país. Además, tiene 357 colaboradores y genera 2 500 empleos indirectos.

Esa pasión está en su ADN, asegura, y que una de las satisfacciones que más le ha dado la vida es levantar su negocio con esfuerzo.

De la Cruz decidió abrir su primer local en 1986, en San Juan (centro de Quito), junto a su hermano Jorge de la Cruz.

Juan dejó la distribuidora Elena Izurieta -especializada en productos masivos- y decidió emprender. Luego de trabajar cuatro años en el área de ventas en Elena Izurieta aprendió el movimiento de negoció y creyó que estaba listo para emprender.

En principio, cuenta, incursionó en la distribución de licores. Después de un año incorporó el papel higiénico a su portafolio y arrendó otra bodega más amplia en la misma zona de la ciudad.

De la Cruz cree que 1990 fue una de las épocas de mayor impulso de su naciente negocio. Ese año su distribuidora abrió su propia bodega en el barrio La Gasca (centro-norte de Quito). Desde ese entonces, su esposa, María Eugenia Peñaherrera, también ha trabajado junto a De la Cruz en el área financiera.

A partir de ese año, el negocio se expandió en el país. Su primera sucursal fue en Santo Domingo, un año después abrió en Ibarra, y luego en Ambato y Lago Agrio.

Una de las estrategias que la considera clave, comenta De la Cruz, fue siempre apostar por las segundas marcas más importantes de cada segmento. Además, cree que en la década de los 90 el mercado de productos masivos tuvo su primera expansión.

Pero no solo esos factores influyeron para su expansión. Byron Niama, su amigo desde la infancia, cuenta que De la Cruz aprendió a ser emprendedor desde que estudiaba la escuela y eso también influyó en su actual negocio.

Niama fue su compañero en la Escuela Manuel María Sánchez de Alausí (en Chimborazo) y rememora que en esa época -en la década de 1960- en ese centro de estudios tenían horas de trabajo de fabricación y venta de helados en otras escuelas.

Ese dinero servía para el comedor escolar, peluquería y el agasajo navideño, dice su amigo.

Niama comenta que se reencontró con De la Cruz hace 10 años y se llevó la sorpresa de que era un “exitoso empresario”. Ahora, dice que De la Cruz es generoso y es solidario en secreto. “Parece que se deja llevar por el pasaje bíblico que lo que haga tu mano derecha no sepa tu izquierda”.

“A Juan le gusta cantar”, cuenta Carol Cornú, su amiga y de su familia. Le conoce debido a que Corfruit, la empresa de su padre, Enrique Cornú, importa frutos secos desde Chile y es uno de sus proveedores. Entre una de las cualidades, señala Cornú, es un buen consejero.

Ahora, dice De la Cruz, el andinismo le cambió la perspectiva de la vida y entendió que debe delegar funciones. Sus hijos Juan Francisco, Katterine y Martín Alejandro, se preparan para tomar la posta y desde ahora trabajan en diferentes cargos para afrontar los nuevos retos de la empresa.

Los proveedores, sus principales socios

Actualmente, 13 firmas están entre sus principales proveedores. Entre otros están Negocios Industriales Real (Nirsa), Ferrero del Ecuador, Jabonería Wilson, Colgate-Palmolive del Ecuador, Industrial Papelera Ecuatoriana Inapaecsa, Sociedad Agrícola e Industrial San Carlos, Nestlé, Productos Alimenticios y Licores, Johnson & Johnson del Ecuador. También, Energizer Ecuador, Bic Ecuador, Johnsonwax del Ecuador y Papeles Nacional.

Andrés Merizalde, gerente nacional de Ventas de Nirsa, señala que conoce a Juan de la Cruz desde hace 20 años, cuando era gerente comercial de Sumesa y desde ese entonces vio crecer el negocio de distribución.

Cuatro años después Merizalde pasó a Nirsa y mantuvo una relación profesional con De la Cruz debido a que también distribuía productos de esta empresa. Ahora, dice Merizalde, Multiservicios Juan de la Cruz es uno de los principales socios de Nirsa.

Merizalde sostiene que entre una de las cualidades que posee de la Cruz es que es un hombre visionario, con mucha perseverancia y transparencia.

Otro de los proyectos en los que incursiona la empresa está la implementación de una cadena de supermercados. Jumbo Center, por ahora con un local, busca expandirse en este segmento. Además, cuenta con otros negocios como Ecuassence, a cargo de su hermana Silvia de la Cruz, que se especializa en la producción de perfumes. Entre los proyectos de la firma está también ofrecer servicios de logística y cubrir todo el territorio nacional con productos.