Grupo de docentes investigadores en el tema de la economía social y solidaria, de la Universidad Politécnica Salesiana.Foto: Cortesía UPS

Grupo de docentes investigadores en el tema de la economía social y solidaria, de la Universidad Politécnica Salesiana.Foto: Cortesía UPS

La economía popular y solidaria se apoya en la academia

18 de agosto de 2016 07:40

Fortalecer proyectos comunitarios con consigna de cooperativismo y apoyo es la misión que las universidades tienen para incentivar los conceptos de la Economía Popular y Solidaria (EPS).

Este último se legitimó con la Constitución del 2008. Tras ello el Gobierno ha buscado, a través de varios mecanismos, que se reconozcan las prácticas y experiencias de la EPS en el sistema económico actual.

En el caso de la academia, estudiantes y docentes se unen a proyectos en sus territorios, para formar redes productivas con miras al desarrollo local.

Por ejemplo, la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) desarrolló desde el 2007 programas enfocados en proyectos de comercio justo. Además, ajustó la malla curricular con este componente, señala Nelson Cerda, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas.

Para esto, en todas las sedes de la institución, ubicadas en Quito, Santo Domingo y Salinas, en las carreras de Comercio Exterior, Integración y Aduanas, Empresas y Negocios, Finanzas y Auditoría CPA, Administración de Talento Humano y Marketing se aplican los conocimientos de economía popular y solidaria.

Aunque Cerda sostiene que, eventualmente, también lo manejan en otras carreras.
Los principales proyectos que ha emprendido la UTE en el marco de la economía popular y solidaria son la creación del Observatorio de Economía Solidaria y Comercio Justo -con la que trabajan con otras universidades-, cursos de capacitación para formadores en EPS y cursos para los directivos de cooperativas.

Adicional a esto, han realizado estudios socioeconómicos para promover estas prácticas con la nacionalidad Tsáchila, la Administración Zonal de Calderón y Conocoto en Quito, entre otros.

Para el siguiente semestre, entre septiembre y octubre, la UTE ya planificó la ejecución de algunos proyectos como el desarrollo de artículos de investigación, redacción de dos boletines de opinión, capacitaciones y la elaboración de un manual para el buen cooperativista.

En el Observatorio de Economía Solidaria y Comercio Justo también está involucrada la Universidad Andina Simón Bolívar.

Wilson Araque, director del Área de Gestión de esta entidad de educación superior, detalla que desde esta red se trata de analizar la situación de los productores que forman parte de la economía popular solidaria, las dificultades que estos actores viven al momento de obtener precios justos...

Otros lineamientos en la red son el involucramiento de los estudiantes en el proyecto.
De manera paralela, en la Universidad Andina, también se direccionan investigaciones o propuestas de tesis con estos temas.

Esto permite canalizar de mejor manera los aspectos a considerar en la economía popular y solidaria. Por ejemplo, uno de los estudiantes de esta universidad envió una propuesta que consiste en la creación de un espacio de financiamiento para más de 2 000 pequeños productores en la confección textil, sostiene Araque.

Otras universidades como la Politécnica Salesiana (UPS) trabajan por fomentar la “Economía Social y Solidaria (ESS)”. Anita Castro, docente investigadora de Gestión para el Desarrollo Local Sostenible, detalla que hace más de 30 años la comunidad salesiana trabaja en comunidades bajo los principios de reciprocidad, solidaridad y complementariedad.

Con base en estos principios, la UPS articuló estrategias enfocadas en la investigación, de manera teórica y práctica. Una de las acciones fue formar un grupo de investigadores para desarrollar estudios en campo, pero con temáticas sobre legislación, normativas,
determinación de los actores que se encuentran en la economía popular y solidaria, procesos, entre otros.

En cuanto a los estudiantes, la UPS en carreras como Gestión para el Desarrollo Local Sostenible, durante tres semestres, elaboran proyectos en los territorios de los estudiantes.
La idea es que los jóvenes planteen estrategias para aplicar la economía social y solidaria en el lugar que viven.

La segunda estrategia es ofrecer capacitación a través de los cursos de formación continúa, con la consigna de abordar esta corriente con la sociedad, dice Castro.