Los centros culturales ya se preparan para recibir a los turistas en la fiesta tradicional Kasama. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

Los centros culturales ya se preparan para recibir a los turistas en la fiesta tradicional Kasama. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES

La economía tsáchila se activa con el Kasama

20 de marzo de 2019 10:04

La fiesta tsáchila Kasama es un imán para atraer a turistas nacionales y extranjeros. Para esta celebración, que coincide con Semana Santa, los tsáchilas organizan más de 30 actividades entre concursos, rituales, presentaciones artísticas y festivales gastronómicos y artesanales.

La fiesta oficial se realiza cada año en una de las siete comunas, de acuerdo a un cronograma que estableció el Consejo de Ancianos de la Nacionalidad Tsáchila.

Sin embargo, en los 18 centros culturales y turísticos también se realizan actividades festivas y chamánicas, como el ritual de la ayahuasca y el de purificación. Los tsáchilas invierten entre USD 300 y USD 3 000 en adecuar el lugar para recibir a los viajeros.

La Gobernación Tsáchila espera que a Santo Domingo lleguen 20 000 personas para la fiesta oficial del Kasama, que en tsa’fiki significa Nuevo Amanecer. Se tiene previsto que cada turista deje entre USD 40 y 60 diarios.

Diana Aguavil, gobernadora tsáchila, afirma que este año la celebración oficial será en la comuna Cóngoma Grande, a 30 minutos de la ciudad.

Ella está gestionando - con las autoridades - el auspicio para que los turistas puedan viajar en bus gratuitamente hasta el Cóngoma, donde será la celebración entre el 18 y el 21 de abril.

En la fiesta oficial, cada año la Prefectura y el Municipio invierten USD 40 000 en publicidad y en armar un escenario y stands para que los tsáchilas realicen los festivales gastronómicos, artesanales y chamánicos.

El guía nativo Manuel Calazacón afirma que la fiesta Kasama reactiva la economía de las siete comunas, especialmente porque coincide con el feriado de Semana Santa y también con las vacaciones escolares de la Costa.

Él señala que no solo se reactiva el turismo sino también la agricultura y los restaurantes de la zona.

En el caso de Fernando Aguavil, de la comuna El Poste, en cada Kasama vende hasta 40 racimos de plátano en dos días. Mientras que en una semana normal solo vende 10 racimos.

Esto se debe a que una de las comidas típicas de los tsáchilas es la bala de verde, que es una masa de plátano con maní. Además, en los festivales tsáchilas también se ofertan empanadas, chifles, plátano asado y otros.

Los tsáchilas que se dedican a la avicultura señalan que esta es la mejor temporada de ventas.

Rosa Calazacón, de la comuna Los Naranjos, afirma que en los festivales gastronómicos de la fiesta Kasama vende hasta 100 platos de seco de gallina. “Debemos aprovechar cuando la gente viene a las comunas porque el resto del año debemos ir a los mercados a vender las gallinas”.

Los centros culturales y turísticos también obtienen buenos réditos. Según el centro cultural Mushily, a diario unas 300 personas visitan el lugar para conocer costumbres y tradiciones nativas.

Además, quienes participan de los rituales, pueden hospedarse en este lugar. Los huéspedes tienen dos opciones. Una son las cabañas ecológicas y otra el servicio de camping.

Según la Gobernación, en los centros culturales hay hospedaje habilitado para unas 100 personas. Pero los turistas tienen la opción de alojarse en hosterías y hoteles que están ubicados a 20 minutos de las comunas tsáchilas.