El sector atunero es uno de los más desarrollados de Ecuador, que después de Tailandia es el segundo exportador de este pescado. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El sector atunero es uno de los más desarrollados de Ecuador, que después de Tailandia es el segundo exportador de este pescado. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Ecuador apuesta por un 'atún sostenible'

20 de junio de 2019 18:53

Ecuador presentó este jueves su nueva marca de "atún sostenible" con el que busca ofrecer un valor añadido y diferenciado al tercer producto no petrolero que exporta, con cifras que superan los USD 1 400 millones anuales.

La nueva marca sectorial se presentó en el marco del IV Foro Regional de Sostenibilidad del Atún, patrocinado por la Organización de la ONU para la Alimentación y Agricultura (FAO) y la Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros (Ceipa), en la ciudad de Manta, conocida por su puerto y la industria pesquera de túnidos.

La directora ejecutiva de Ceipa, Mónica Maldonado, explicó en una rueda de prensa con la que arrancó el encuentro que el Ministerio de Pesca premiará a aquellas industrias nacionales del atún que desarrollen su labor cumpliendo con un sistema de certificación.

"Se trata de mantener el mercado, el sector tiene mucha competencia a nivel mundial", expresó la ejecutiva, para quien la clave de cara al futuro será "la diferenciación basada en la sostenibilidad" tanto del comercio interior como de exportaciones.

El sector atunero es uno de los más desarrollados de Ecuador, que después de Tailandia es el segundo exportador de este pescado, con mercados prioritarios en la UE, EE.UU. y Colombia.

España recibe el 25 por ciento del atún que Ecuador exporta a los países comunitarios.

Ahora, Ecuador busca subir un peldaño y convertir la reconocida calidad de su atún en una marca identitaria, con el fin de apuntalar una industria que lleva más de siete décadas procesando este tipo de especies en el Pacífico oriental y que dispone de una flota de más de 115 barcos.

Maldonado resaltó que los atunes de aleta amarilla son los que copan buena parte de la pesca ecuatoriana, y que se ha logrado que tanto el sector oficial como el privado cumplan con los ordenamientos sobre la pesca y procesamiento, incluida una veda de 72 días al año.

Por su parte, el ministro encargado de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Yuri Parreño, subrayó en el evento que la exportación del atún ecuatoriano ascendió el último año a los 1 400 millones de dólares, lo que supuso 327 000 toneladas de pescado fresco y enlatado.

Esa suma equivale a un 11 por ciento del total de las exportaciones ecuatorianas.

La pesca de atún es regulada en Ecuador por unas estrictas restricciones medioambientales y sanitarias, lo que es visto por la FAO como un ejemplo de explotación responsable.

Su representante en Ecuador, John Preissing, explicó el interés de su organización en un evento en el que la pesca sostenible y la alimentación, y la seguridad alimentaria van de la mano: "Aquí se analiza todo el rango, cómo se produce, cómo se transforma y se consume".

Interpelado sobre el porqué de la sostenibilidad hoy en día es considerada un "valor añadido" para la exportación, manifestó que independientemente de que el comercio haya visto una ventaja cualitativa en esa "etiqueta", la realidad de los mares es plausible.

"El 33 por ciento de la pesca está sobrexplotada y a punto de caer al precipicio, el 60 por ciento se encuentra al máximo de su explotación y solo el 7 por ciento está subexplotada. Definitivamente, tenemos que cambiar algo", concluyó.

En este encuentro regional de dos días participan representantes de Perú, España, Panamá y El Salvador y se desarrolla de forma paralela a un concurso, el "Golden Tuna Award", que premia a los mejores talentos culinarios del Ecuador, que serán seleccionados por tres maestros de la cocina reconocidos con estrellas Michelin, como el español Juan Rafael Zafra.