Un buen escenario se avizora para la producción y exportación del sector minero ecuatoriano al finalizar este año. Y se augura un buen desempeño para el 2022, debido al aumento de la producción.

En agosto, los minerales se convirtieron en el tercer rubro de exportaciones no petroleras, luego del camarón y banano, se detalla en las cifras del Banco Central.

En estos ocho meses, con la producción de las dos grandes minas: Mirador y Fruta del Norte, y de la pequeña minería y la artesanal se vendieron USD 961 millones.

Xavier Vera, viceministro de Minas, cree que las proyecciones de exportar USD 1 600 millones en este año se van cumplir, porque los dos grandes proyectos, situados en Zamora Chinchipe, han mejorado su producción. Además, hay un aporte del 30% de la pequeña minería y la artesanal.
Mirador, por ejemplo, duplicó la producción diaria en concentrado de cobre, asegura Vera.

La empresa Ecuacorriente, concesionaria de Mirador, afirma que en el último trimestre del año se estima el procesamiento de 12 millones de toneladas de mena y roca y se obtendrían 126 000 toneladas de concentrado de cobre.

En esta mina, situada en la parroquia Tundayme, en el cantón El Pangui, tiene dos relaveras. Desde el inicio de la producción se operaba con la presa de relaves El Quimi, pero desde agosto funciona la relavera Tundayme, lo que ha permitido el funcionamiento de las dos líneas de producción en la planta de beneficio. Con ello, se obtiene un mayor volumen en el procesamiento.

Para el siguiente año se calcula el procesamiento de 48 millones de toneladas de mena, para conseguir 427 400 toneladas de concentrado de cobre. Se espera alcanzar un procesamiento de 60 000 toneladas de material de mena por día.

Igualmente, Lundin Gold, que maneja Fruta del Norte, tiene metas. Su vocero Ron Hochstein, presidente y director ejecutivo de la empresa, indica que para lo que resta del año tienen dos objetivos: incrementar extracción y procesamiento de roca mineralizada de 3 500 a 4 200 toneladas por día; y alcanzar una producción de entre 380 000 y 420 000 onzas de oro.

Hasta el último trimestre de este año se extrajeron 320 599 onzas de oro. La meta para el 2022 es mantener esos altos niveles.

Hochstein comenta que trabajan en el plan para incrementar la extracción y procesamiento. De igual forma, tienen planeado continuar con el programa subterráneo de perforación en el depósito de Fruta del Norte, con el objetivo de incrementar su tamaño y seguir con las actividades de perforación en otras concesiones.

No son los únicos planes de desarrollo del sector. Desde el Estado se impulsan cuatro proyectos para que empiecen su etapa de explotación. Para el 2023 está previsto que lo haga Loma Larga en Azuay; el siguiente año será el turno de Curipamba, en Bolívar; y La Plata, en Cotopaxi. El último será Cascabel en Imbabura.

Con ese panorama, María Eulalia Silva, presidenta de la Cámara de Minería del Ecuador, asegura que lo que le espera al país “a futuro es prometedor”, por esos nuevos proyectos. Pero cree que puede haber nuevas inversiones y frescas si se abre el catastro minero, que está cerrado desde el 2018. Desde ese año no hay apertura para nuevas concesiones.

Al respecto, el viceministro Vera dice que tiene un plan acción para abrirlo el próximo año, por etapas. Se trabaja primero en la depuración de centenares de trámites pendientes de concesiones.
Paralelamente, se ejecuta un proyecto con el Banco Interamericano de Desarrollo para crear un sistema de gestión minera. Para ello, se lanzará un concurso para contratar una empresa internacional experta. Este sistema es una herramienta tecnológica para administrar los títulos mineros.

El catastro contiene más de 8 000 títulos mineros o concesiones, señala Vera. Silva complementa que eso significa que el 7% del territorio de Ecuador está concesionado para esa actividad.