La utilización de desechos industriales para generar empaques biodegrables y reducir la contaminación del medioambiente fue una de las principales motivaciones de un grupo de investigadores de tres universidades ecuatorianas para iniciar un proyecto de sostenibilidad.

Yachay Tech, en conjunto con la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), Escuela Politécnica Nacional (EPN) y la empresa privada UyamaFarms iniciaron las investigaciones para elaborar ecoempaques con semillas de aguacate y agave.

En el mundo ya existen empaques biodegradables de diferentes marcas, pero ninguno es 100% fabricado con productos naturales, sino que contienen materiales sintéticos. En la actualidad, los empaques poliméricos de un solo uso son los principales agentes de contaminación por plásticos en el planeta pues se consideran imprescindibles para el almacenamiento, transporte y conservación de un sinfín de productos de la industria tecnológica, de alimentos, salud y automotriz.

Ros Mary Michell es docente de Yachay y coordinadora del proyecto. Ella explica que el objetivo de los investigadores es que los empaques que produzcan no tengan agentes contaminantes, sino que estén hechos de elementos biodegradables.

A largo plazo se espera sustituir los plásticos con empaques que posean las mismas ventajas, pero que sean compatibles con el ambiente y a un bajo costo. Con eso también se dará un valor agregado a los desechos agrícolas que actualmente son desaprovechados.

La primera fase del proyecto consistió en extraer biopolímeros de los desechos. Es decir, extraer almidón de la pepa de aguacate que utilizaba la empresa para fabricar cremas y aceites, y darle características termoplásticas, similares a las que tienen las fundas tradicionales.

Luego, los investigadores decidieron mejorar este almidón con la celulosa de la penca de agave para darle mayor refuerzo y protección para la fuga de aire.Eso, debido a que el almidón termoplástico, por sí mismo, no es capaz de cumplir con todos los requisitos de un material apto para el empaque. Su baja resistencia mecánica y su elevada capacidad para pasar el agua restringen su campo de aplicación.

El proyecto está en la fase inicial y de mejora de propiedades del material para la elaboración de los ecoempaques. Por el momento se han producido algunos que requieren mejoras, para ello se están determinando las mezclas y barreras que tienen los empaques. Se han utilizado aproximadamente 20 kilos de semillas y 10 kilos de penca.

Según el docente e investigador, Juan Pablo Tafur, hasta el momento se ha obtenido el almidón termoplástico reforzado con microfibras, nanofibras y nanocristales de celulosa. Esto permitirá demostrar la utilidad que tendrían los desechos industriales en el área de empaques descartables de un solo uso.

Este proyecto está financiado por la Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación (Cedia). En 2020 participó en una convocatoria, ganó y recibió un fondo de USD 40 000 para estudios, que se distribuyó entre las tres universidades.

El equipo está conformado por los docentes Alicia Sommer, Antonio Díaz, Juan Pablo Tafur, de Yachay; Andrés Rigail, Fabiola Cornejo y Rómulo Salazar (Espol); María Paulina Romero y Orlando Campaña, de la EPN.

También participan los estudiantes Katherine Rivadeneira, Christian Utreras, David Marcalla, Adrián Yanchapaxy, Danny Peñaloza, Pablo Carrión, Daniela De Llano, Bryan Garcés y Dayana Galeas. Todos son de Yachay. Los experimentos y la extracción de biopolímeros se realizan en los laboratorios de Yachay, en Urcuquí (Imbabura) y en las instalaciones de la Espol, en Guayas.

La iniciativa es pionera en Ecuador, al aprovechar la utilidad de estas semillas. En la actualidad, este proyecto se encuentra en una etapa de prórroga. Terminará en marzo próximo con la presentación de las mezclas y la obtención del material para la elaboración de los empaques.