Edgar Peñaherrera es economista graduado en la  Universidad Central del Ecuador (UCE) y tiene una maestría en Economía.

Edgar Peñaherrera es economista graduado en la Universidad Central del Ecuador (UCE) y tiene una maestría en Economía. Foto: EL COMERCIO

Édgar Peñaherrera: El impacto en el sector no fue mayor

12 de agosto de 2020 11:38

Édgar Peñaherrera es el gerente general de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito analiza la situación que ha vivido el sector cooperativo en lo que va del año. Asegura que los depósitos crecieron, aunque también la morosidad.

¿Cuál es la situación actual del sector cooperativo?

Como siempre, está sólido, solvente y con la liquidez necesaria. Lógicamente, también esta golpeado como toda la economía del país y el mundo. No ha habido los crecimientos que se esperaba antes de la pandemia. El tema de las colocaciones se ha reducido; a mediados de marzo y todo abril no se colocó nada. Algo comenzó a repuntar en mayo, y en junio hubo cierta tendencia a volver a lo que se pudiera decir normalidad.

Pero, debe haber requerimientos de créditos.

Pueden haber muchos requerimientos, pero no hay la posibilidad de pago (en algunos casos). En ese sentido hay que manejar técnicamente las cosas, equilibradamente, procurando siempre que los recursos que se prestan se puedan recuperar en el tiempo. Las cooperativas nunca dejaron de atender en toda la pandemia, pero sí hubo ciertas restricciones. Se atendió con el mínimo de personal en lo que es retiros, pagos, etc. Créditos, entre marzo, abril y mediados de mayo, prácticamente no se atendían porque estábamos en semáforo rojo.

¿Alguna cooperativa ha sido muy afectada por la situación económica? ¿Se prevé el cierre de alguna?

En términos generales el sector no ha sido afectado grandemente. No se prevé que vaya a haber cierres de cooperativas por la situación que ha vivido el país. Se espera, más bien, que se retomen las actividades y que se comenzará a crecer. Tal vez no en los porcentajes que teníamos en años anteriores, en promedio del 20%. Quizás al final del año terminemos conteniendo los efectos de lo que ha pasado en estos meses.

Este año, ¿Se espera un crecimiento en el sector?


Sí, sería de entre 3% y 5%. Lo importante es no decrecer. Pero, todo depende. Creo que todavía no se puede ver la magnitud de la pandemia y de la crisis que ya veníamos teniendo antes de eso. Ahorita, por ejemplo, habrá que ver la reacción de las personas, sobre todo de las que tienen microemprendimientos. Ese es uno de los rubros que más financian las cooperativas. El tema del desempleo también es complicado. Hay que ver cómo se va recomponiendo la economía y las acciones que toma el Gobierno para ello.

¿En que porcentaje cayó la cartera en los dos primeros meses de pandemia?


Hubo una reducción de, aproximadamente, 8% de la cartera entre marzo y abril. Ahora, debo decir que este momento ya se está colocando -crédito-. Todo depende de las políticas de cada entidad. En el sector somos 534 cooperativas a escala nacional.

¿Qué tipo de créditos han colocado?

Normalmente, las cooperativas están colocando en microcréditos y consumo. Se ha mantenido en eso. Entiendo que en este tiempo ha habido reducción en lo que es vivienda, un rubro en el que, usualmente, también se coloca.

¿Cómo está la morosidad?

Como es lógico, la morosidad sí se ha incrementado. En el sector, a junio del 2020, fue de un 5,2% (estimado), mientras que al mismo mes del año pasado fue de 4,4%. En el caso puntual de grupo Icored teníamos una tasa de 3,5% antes de la pandemia y para junio pasó a 4,10%. No es alarmante, pero ha subido. Es dinero que no se está pagando.

¿Qué ha pasado en cuanto a los diferimientos de créditos?

Se ha trabajado en eso. Le da cierto oxígeno a los deudores, a los socios que tienen créditos. A las cooperativas, de alguna manera, no les incrementa la morosidad. Hay que ver qué pasa cuando les toque ya pagar esos créditos.

¿Cuánto se ha diferido?


Un total de 771 300 operaciones diferidas, que es una buena cantidad. Eso traducido en dólares es más de USD 6 000 millones. Habrá que ver cómo esos recursos se van pagando. Si no tienen la capacidad de pago, la morosidad se incrementará más. Los escenarios son un poco inciertos porque todavía no ha terminado la pandemia. Siempre hay una inquietud de que se pueda retroceder en las medidas de bioseguridad; además, la gente tiene miedo de salir, no se produce como se debe.

¿Diferimientos se entiende como pagos posteriores?

Sí. Pero, si uno no puede pagar la cuota que le toca, difícilmente va a poder pagar la siguiente.

¿Qué han podido detectar de la realidad económica que enfrentan los asociados?

Como ya estamos en las oficinas y la gente sale un poco más podrán acercarse, conversar un poco más. Vamos a saber la realidad de cómo están. Antes era difícil comunicarse, las personas no estaban yendo a las entidades.

¿Cuál es la situación de los depósitos, en lo que va del año, en el sector cooperativo?

Los depósitos, como dato estimado, crecieron 16% en el primer semestre de este año frente al mismo periodo del anterior. Este rubro se restringió entre marzo y abril. El incremento está relacionado con el hecho de que han regresado recursos que salieron o se han captado algunos nuevos. Hubiéramos crecido más, si no hubiera sido por la pandemia.

¿Qué más explica este comportamiento?

Las personas, en estas circunstancias, han tenido un poco más de confianza en el sector. A mediados de marzo los recursos salieron de la banca y de las cooperativas, un tanto alarmantemente porque hubo una serie de rumores. En ese momento la situación económica era muy complicada. Luego la gente comenzó a tranquilizarse. No solamente regresaron los recursos que salieron, sino que hubo nuevos. de personas que, de pronto, no los tenían en el sistema; tal vez en casa. Los colocaron para ganar un poco de interés.

¿Qué tan atractivo es el interés que se paga?

En el sector de las cooperativas no se ha reducido la tasa. En algunos casos se ha subido la tasa pasiva, es decir, están pagando un poco más para captar.

¿A cuánto subieron la tasa?


Depende de las regiones. Hay unas que pagan el 10% anual; hay cooperativas de otras ciudades que pagan el 8%. Sé que en algunas está sobre el 10%. Las grandes van marcando tendencia, pero la necesidad de captación sí ha influido en el aumento de la tasa.

¿Cuáles son las expectativas del sector para los meses que están por venir?

La expectativa es tratar de controlar la crisis. Hay que renovar ciertos procesos. Definitivamente una gran parte de la población se va a demorar en regresar a las ventanillas y en lo que se está trabajando es en temas tecnológicos que nos permitan impulsar más los canales electrónicos: páginas web transaccionales, solicitudes de crédito en línea, etc. Todo eso nos va a permitir dar atención remota a las personas. La idea es que no tengan que ir a las oficinas, evitar aglomeraciones. Queremos profundizar en el uso de tecnología en las cooperativas.