Una panorámica de las instalaciones de la refinería de Exxon Mobile en Channahon, Illinois. Estados Unidos produce actualmente 15,3 millones de barriles al día. Foto: EFE

Una panorámica de las instalaciones de la refinería de Exxon Mobile en Channahon, Illinois. Estados Unidos produce actualmente 15,3 millones de barriles al día. Foto: EFE

EE.UU., Arabia Saudita y Rusia lideran el mapa global petrolero

23 de septiembre de 2019 10:43

Los ataques que sufrió la petrolera Aramco, en Arabia Saudita, el pasado 14 de septiembre del 2019, aún tienen conmocionado a Oriente Medio y todas las miradas se encuentran en las reservas petroleras de esa región.

Ese día, instalaciones petroleras del gigante saudita Aramco fueron blanco de un ataque con drones. La industria petrolera contuvo la respiración durante varios días y se esperaba lo peor: un ataque de Arabia Saudita a Irán, país al que el reino árabe señaló en principio como responsable.

La producción de Arabia Saudita se redujo y los mercados reaccionaron enseguida. El lunes 16 de septiembre, 48 horas después del incidente, el precio del petróleo se disparó más de 10%.

El crudo WTI aumentó hasta USD 60,71, mientras que el Brent del mar del Norte avanzó un 11,77%, a USD 67,31. El pasado viernes 20 de septiembre el WTI cerró en USD 58,09, tras una semana llena de tensiones. El Brent del Norte lo hizo en 64,28.

También se supo que en las instalaciones de Aramco hubo cuatro explosiones y varios incendios, pero no se registraron heridos. Según las autoridades sauditas, 18 drones y siete misiles fueron usados en los ataques.

Declaraciones de funcionarios de EE.UU. e Irán calmaron los ánimos. El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, declaró que su país prefiere una “solución pacífica” a la crisis desa­tada por los ataques.

Estados Unidos o Arabia Saudita desencadenarían “una guerra total” si deciden atacar a Irán, advirtió por su parte el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, en una entrevista difundida por la cadena de televisión estadounidense CNN.

El mapa petrolero global tiene hoy en día tres actores principales. Estados Unidos lidera la producción mundial de crudo, gracias a la tecnología de ‘fracking’. El país produce 15,3 millones de barriles al día y registra una producción casi un 17% más en el 2018, frente al año anterior.

El ‘fracking’ o también llamada fracturación hidráulica permite extraer el gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra literalmente atrapado en capas de roca y a gran profundidad. La industria del petróleo de Estados Unidos empezó a usar a gran escala esta tecnología a principios de este siglo, lo que le permitió aumentar su producción y situarse como el primer productor mundial, según un reporte de la BBC.

El segundo productor de petróleo es Arabia Saudita, aliado de EE.UU., que mantiene desde hace años un enfrentamiento abierto con su poderoso vecino Irán. El reino coloca hasta 12,2 millones de barriles de crudo al día. Los principales clientes de Arabia Saudita son China, Japón e India.

El tercer lugar en el podio de productores de crudo es Rusia, con 11,4 millones de barriles diarios. Este país y Arabia Saudita estrecharon sus relaciones luego de que en julio la OPEP, liderada por Rusia, aprobara la reducción de la oferta petrolera global durante nueve meses para mantener más alto el precio del barril de crudo. El acuerdo aún está vigente.

¿Qué se puede esperar en los siguientes días y semanas? Fernando Santos, exministro de Energía de Ecuador, tiene una teoría: “El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya está pensando en su reelección en el 2020 y no le conviene tener una gasolina cara”. Por eso, añade Santos, la tensión irá bajando en Oriente Medio y las posibilidades de un conflicto militar disminuirán con el pasar de los días.

Para este experto, Arabia Saudita e Irán son dos gigantes petroleros y lo que importa es que hasta el momento ha primado la sensatez, lo que se ha reflejado en los mercados. Lo ocurrido, asegura Santos, también deja lección para los consumidores. “Estos no pueden depender tanto del petróleo. Las medidas de reemplazo de crudo, como los vehículos eléctricos, las energías solar y eólica van a tener un gran impulso”.

El mundo, en general, está dándose cuenta de que no se puede depender de una materia b que está en una región políticamente muy volátil, añade Santos.

Las opciones son utilizar las reservas o producir más


AFP (I)

Para hacer frente a la subida del precio del barril existen varias opciones, como utilizar las llamadas reservas estratégicas o aumentar la producción.

¿Qué son las reservas estratégicas? La Agencia Internacional de la Energía (AIE), formada principalmente por Estados europeos y americanos, obliga a sus miembros a tener reservas de al menos el equivalente a 90 días de importaciones netas de petróleo (calculadas en referencia al año anterior).

El cumplimiento de esta obligación lo supervisa directamente el Estado o empresas privadas. En junio del 2019, las reservas francesas correspondían por ejemplo a 111 días de importaciones netas, según la agencia.

La AIE indicó está “supervisando de cerca la situación en Arabia Saudita” y afirmó que “por el momento los mercados están bien abastecidos con numerosas reservas comerciales”.
Fuera de la AIE, China -primer país importador de petróleo y gran consumidor de energía- tiene reservas petroleras estratégicas equivalentes a 40 o 50 días de importaciones netas, según una cifra citada en marzo por los medios oficiales chinos.

¿Cuándo se recurrirá a las reservas? “Hasta que no se precisen los daños (a las instalaciones sauditas) será difícil evaluar exactamente la posibilidad” de recurrir a las reservas estratégicas, apunta Bob McNally, director de la consultora Rapidan Energy, citado por la agencia Bloomberg.

La agencia Standard and Poor’s prevé una reducción de la producción saudita en 3 millones de barriles al día durante un mes.

El país produjo una media de 9,77 millones de barriles al día en agosto y exportó de media 7 millones de barriles al día, según S&P. Por el momento, “la administración Trump busca tranquilizar a los mercados, asegurando que Estados Unidos y sus socios dentro de la AIE están dispuestos a actuar”, apunta McNally.

Aumentar la producción

La OPEP, liderada por Arabia Saudita, tenía en agosto capacidades excedentarias de 3,21 millones de barriles al día pero en la mayoría (2,27 mbd) están en Arabia Saudita, según la AIE.

Kuwait y Emiratos Árabes Unidos podrían suplir la falta de petróleo saudita pero no hay garantías de que sea suficiente.

Otra incógnita es la capacidad o la voluntad de Rusia, el segundo exportador mundial de petróleo, de aumentar su producción. Para eso haría falta que Rusia, que no es miembro de la OPEP, renuncie a su acuerdo en vigor con el cartel para reducir la producción.

Estados Unidos podría aumentar su propia oferta, en particular la de sus hidrocarburos de esquisto. Pero esta opción tiene sus límites porque su petróleo es ligero y no puede sustituir a los petróleos pesados de Oriente Medio.