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Leonardo Gómez. Redacción Quito / LÍDERES
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El ejecutivo en clases... de defensa personal

En la filosofía oriental que envuelve a las artes marciales, la mejor defensa ante cualquier ataque es simplemente evitarlo. Sin embargo, cuando se trata de defender a los seres queridos de un asalto o de un intento de secuestro, muchos ejecutivos y empresarios se preguntan sobre las alternativas que tienen en ese momento para evitar la confrontación Para desarrollar este instinto y saber cómo reaccionar, cada vez más empresas de seguridad e instructores de artes marciales ofertan cursos prácticos de defensa personal, manejo de armas de fuego, defensa contra ataques con cuchillo, conducción antisecuestro... para ejecutivos.

Estos cursos solo se pueden dictar en persona, duran una tarde o un fin de semana dependiendo de los requerimientos del cliente y sus costos varían.

Por ejemplo, en el Instituto de Capacitación en Seguridad Integral (Incasi, con sedes en Quito y Guayaquil), existe una oferta de cuatro a cinco cursos cada mes, enfocados en la defensa personal y el manejo de armas de fuego. Allí, un curso de conducción táctica contra secuestros y atentados dura ocho horas y tiene un costo de USD 450, más IVA. Mientras que en la compañía de seguridad Alarcetri Cía. el costo de las lecciones es de 680, más IVA.

Kelvin Kinatoa, director de Alarcetri, cuenta que estos cursos se realizan cada seis meses, en grupos de 10 a 15 personas. Los ejecutivos y empresarios que asisten a los cursos de esta compañía utilizan las instalaciones del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional, al norte de Quito, para las prácticas de tiro y para aprender las maniobras de evasión antisecuestro mientras conducen.

"El objetivo de estos cursos es enseñar cómo tener una respuesta inmediata. Siempre se aconseja a los asistentes que lo mejor es evitar la situación. Se les aconseja que salgan de la zona de peligro, y se los entrena para que logren escapar del peligro y salvar su vida", dice Kinatoa.

Luis Erazo, jefe de Operación de la empresa de seguridad privada Segumax, también imparte cursos de defensa personal para ejecutivos. En su empresa este servicio está disponible únicamente para los clientes que trabajen también con su personal de seguridad privada. "Como parte de los beneficios que obtienen nuestros clientes, tres veces por año organizamos cursos tácticos de defensa personal, mantenimiento y manejo de armas de fuego, técnicas para saber cómo desarmar a un agresor... sin costo adicional", cuenta.

En una situación de alto riesgo, se cruzan muchas emociones como el miedo, la ansiedad, además de la adrenalina... asegura Víctor Ordóñez, jefe de Mercadeo y Ventas en la Empresa Provincial de Vivienda de Pichincha, Covipro. Él ha recibido clases de seguridad personal. "La reacción inmediata en un momento de peligro no es tan pensada, solo se cruza la idea de salvar tu vida. El entrenamiento te forma para que tu defensa sea más efectiva y sepas dónde golpear, defenderte o incluso como correr y escapar".

Coincide Leonardo Arrobo, instructor de American Kempo. En su escuela de artes marciales Shin Ka Dojo él tiene un horario especial para ejecutivos que inicia a las 06:00. "El fin del entrenamiento es evitar el conflicto, pero ser eficiente en una situación de alto riesgo".


A tomar en cuenta

Los cursos.  Los talleres tácticos de defensa personal pueden durar de 8 a 16 horas. No se realizan a distancia o en modalidad virtual, se organizan en grupos de hasta 15 personas y los costos varían desde los USD 300, hasta los 700.

El personal.  Al momento de elegir un curso táctico es necesario verificar que quienes lo dictan sean instructores capacitados y bien entrenados y que los cursos se dicten con el respaldo de una empresa de seguridad avalada por el Ministerio del Interior o de una escuela de artes marciales.

Las armas.  El entrenamiento con armas de fuego se puede realizar únicamente en los polígonos autorizados, con personal entrenado. Las escuelas de artes marciales dictan cursos sobre técnicas para la defensa de las mismas, pero no utilizan armas reales.