Dar el paso no es fácil, pero muchas veces es necesario para crecer. Le contamos lo más importante que tiene que saber para hacer de esta difícil transición un aprendizaje que dure toda su vida.

Trabaja para una empresa que le ofrece todo lo que un asalariado pudiera desear: un gran sueldo, más vacaciones que las que marca la ley, caja de ahorro, inversiones, gimnasio, tintorería y mecánico a bajo costo dentro de las mismas instalaciones.

Le va muy bien, pero hay una idea que le da vueltas en la cabeza: le gustaría formar su propia compañía.

Esta idea trae consigo un cambio a todo el universo que hasta hoy conoce. Por mencionar uno, el dinero dejaría de caer con regularidad en tu cuenta de banco cada quincena.

Sin duda, es una transición difícil y que se rodea de miles de fantasmas que muchas veces hacen que el camino hacia formar su propia organización se torne oscuro y brumoso.

En este sentido, Farnoosh Brock, una consultora dedicada a ayudar en esta transición, asegura que tienes que deshacerte de las propias creencias que te limitan.

Entre ellas, que la mayoría de emprendedores fracasa; que el emprendimiento es incierto; la economía es mala; que no tienes estudios en negocios y que todos creen que está loco.

A éstas, la consultora les da una contraparte positiva: "los que fracasan lo hacen antes de tener éxito, así que sigue intentándolo; no hay nada más incierto que trabajar para alguien más, así que inténtalo; los buenos emprendimientos han superado las malas economías; los mejores emprendedores han abandonado la escuela y, si piensan que estás loco y no te apoyan, deshazte de esos supuestos amigos".

Además de estos fantasmas -en México 85% de las empresas muere en la primera y segunda generación, y la economía no crece como se espera- debes enfrentarte a una realidad: las empresas suelen tomar decisiones que privilegian el corto plazo, es decir, suelen hacer recortes.

"¿Quiere seguir siendo parte de este problema o ser un agente de cambio?", cuestiona Hugo, un emprendedor que hoy se encarga a su vez de enseñar a jóvenes cómo emprender gracias a un proyecto que fundó.

Además de dejar atrás los propios obstáculos mentales que impiden comenzar esta transición, como asegura Farnoosh, hay que conocer ciertos aspectos que se te pueden presentar como piedras en el camino.

No va a ser rápido

Por ejemplo, el éxito no llegará de manera rápida ni en forma proporcional a lo mucho que vas a trabajar.

"No van a tener resultados directamente proporcionales a las horas que están sentados en la computadora. El primer año es irregular, es un poco desesperante al principio", explica Carmen Luna, directora de la incubadora Proempleo.

No te desanimes, ten en cuenta que aquellos que exitosos han sido también perseverantes y resistentes al fracaso.

De hecho, ésta es una de las características de los emprendedores seriales. No siempre les fue bien y tampoco a la primera, pero el haber pasado por el fracaso les ha permitido construir habilidades para el éxito, señala un estudio de TTI Performance Systems.

El fracaso es una clave esencial en este camino, señala este análisis. El 66% de los empresarios estudiados lo había experimentado, pero siguió intentándolo y fue exitoso.

Aunque te capacites, van a surgir imprevistos y situaciones a las que nunca te has enfrentado y que seguramente le frustrarán y harán que se equivoques. Pero precisamente aquí es en donde deberá tener en mente que no importan las veces que se caigas: debe levantarse y seguirlo intentando.

Ésta es otra de las características que hace que los emprendedores sean exitosos. Se le ha llamado "resiliencia". Es un término salido de la física, pero que hoy se utiliza para explicar la capacidad de reponerse ante la adversidad.

El estudio Resiliencia del emprendedor: un análisis de los factores de resiliencia en gerentes propietarios de las Pymes encontró que los emprendedores exitosos son aquellos que habían desarrollado como resultado de sus experiencias de vida ciertas habilidades que les ayudaban a reponerse. "La resiliencia es una capacidad que le permite al emprendedor impedir, disminuir o superar los efectos nocivos de la adversidad", destaca.

Por supuesto, nadie quiere equivocarse. Ahora que es ejecutivo, seguramente ha cometido errores que le han costado a la compañía. Cuando seas emprendedor, tus equivocaciones van a costarle tiempo y dinero.

Sin embargo, hacerlo es esencial para obtener habilidades que le ayudarán a ser exitoso. Por supuesto, en estas situaciones se pondrá a prueba su resiliencia.

"Los errores te pegan en lo personal -porque el dinero es tuyo, es de un préstamo o salió del bolsillo de familiares- más allá de que tu idea de negocio sea muy buena", afirma Luna.

Justo para minimizar las probabilidades de equivocarse, es necesario que pruebe en un ambiente real el emprendimiento que traes en mente antes de renunciar y aventurarte.

Es decir, es importante que lo vea como una hipótesis que va a probar en el mercado real, no con amigos y familiares que te comprarán por amor.

"El emprendedor se da cuenta ahora de que si hubiera hecho las pruebas adecuadas y no se hubiera salido de su empresa como el ‘Borras', hubiera perdido menos recursos y hubiera corrido menos riesgos", asegura Hugo.

Pide una mano

Para atravesar este proceso necesitas buscar el apoyo necesario. Farnoosh Brock asegura que es mucho más fácil empezar con la ayuda y comprensión de su pareja, si es que la tienes.

Asimismo, necesita ordenar tus finanzas ahora que tiene un sueldo fijo y que es más sencillo.

Seis meses o un año antes de renunciar pague todas sus deudas o disminúyalas para reducir los intereses.

"Vive en un estilo de vida inteligente desde el punto de vista económico. Reduce gastos innecesarios, ten claras tus prioridades y supervisa tu gasto. Construye hábitos para sostener tu nueva forma de vida", recomienda.

Necesitas también ver a tu trabajo actual sólo como un trabajo temporal, asegura Brock, ya que esto te permitirá construir a la par tu proyecto.

¿Cómo hacerlo? Esto se logra si pones límites en tus horarios actuales y te concentras en lo que tienes que entregar y aprendes a decir no a tareas adicionales en tu trabajo.

Estas medidas te permitirán darte tiempo para construir tu propio proyecto y poder realizar la transición de un trabajo a otro.