Las pepas de los aguacates son la materia prima de esta artista. Con esto  elabora figuras diversas para formar aretes, pulseras, cadenas, y llaveros. Foto: Mayra Pacheco / LÍDERES

Las pepas de los aguacates son la materia prima de esta artista. Con esto elabora figuras diversas para formar aretes, pulseras, cadenas, y llaveros. Foto: Mayra Pacheco / LÍDERES

Ella elabora bisutería con semillas de aguacate

11 de septiembre de 2017 15:55


Las semillas de los aguacates, consideradas para muchas personas como desechos, adquieren un valor adicional en las manos de Ann Formeller, propietaria de Avocado Seed Jewelry.

Desde hace cuatro años, esta mujer de doble nacionalidad: estadounidense y ecuatoriana diseña con estos productos collares, aretes, pulseras, dijes y llaveros.

La inversión inicial para este emprendimiento fue de USD 500. Se invirtió principalmente en herramientas y materiales extras, porque las semillas de aguacate casi no le representan costos.

La materia prima para elaborar este tipo de joyería se obtiene, mientras Formeller, de 56 años, prepara recetas que incluyen este fruto típico de las zonas cálidas de Ecuador. Ella hace guacamole, ensaladas y otras preparaciones, pero jamás desecha las semillas. Incluso acepta las pepas que le obsequian sus vecinos, propietarios de restaurantes y amigos.

En estas semillas frescas, Formeller realiza cortes con una navaja. Estos pedazos conservan, en parte, la forma natural de las pepas. Tras este procedimiento que se realiza antes de que la materia prima se seque, se obtienen figuras en formas de corazones, gotas, círculos, óvalos, triángulos, cuadrados, medias lunas y más. Y de ahí se arma de paciencia.

Para poder manipular las piezas talladas en las semillas de aguacate, esta artesana debe esperar al menos cinco meses. Transcurrido este tiempo las pequeñas figuras se vuelven rígidas y tienen una textura parecida a la madera.

Sobre estos pedazos de semillas de aguacate, Formeller talla con un aparato especial motivos alusivos a las culturas indígenas ecuatorianas, animales de las Islas Galápagos, flores. Estos dibujos son pintados y, luego se coloca una capa de barniz no tóxico para proteger el diseño de la pieza.

Para darle el toque final a estas joyas se incluye cintas, cuero, piezas metálicas bañadas en plata y otros materiales para que sus diseños sean funcionales para sus consumidoras. Además, esta bisutería hecha, principalmente, con materia orgánica, va dentro de una caja elaborada con otra fibra natural: la cabuya.

La encargada de hacer las envolturas para estas joyas es Cecilia Pérez, de 50 años. Esta artesa hace estos paquetes en formas de caja y de sobre para complementar así el trabajo de Formeller. Estos productos se hacen totalmente a mano. Para esto se usa la fibra natural, resinas y gomas biodegradables. El costo de estas se incluye en el precio final de la bisutería.
En el proceso de elaboración de los diseños de Avocado Seed Jewelry participan en total cinco personas, incluido un joyero.

Esta bisutería se entrega bajo pedido, pero también los clientes pueden encontrar las piezas de Avocado Seed Jewelry en ferias artesanales, en Casa Raíz, ubicada en Rumihuaico, en Tumbaco; en la Fundación Conservación y Desarrollo, en el sector de La Concepción; en tiendas del aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela; y en Angelique Galería, en Santa Cruz, en las Islas Galápagos.

Aparte las personas interesadas pueden adquirir estas joyas en el taller de Formeller, ubicado en las calles Gonzalo de Vera, casa 574 y Gonzalo Díaz de Pineda, en la parroquia de Tumbaco.

Los diseños de Avocado Seed Jewelry son minimalistas. En estos priman los tonos marrones. Pero también se dispone de motivos que son réplicas en miniatura de los aguacates. Los costos de estas piezas van entre USD 2 y 45,90.

En Santa Cruz-Galápagos, los diseños de Formeller han tenido gran acogida. Los turistas aprecian que estas joyas tengan motivos alusivos a las islas y además que en estas se emplee material reciclado, comenta Angelique Darling, propietaria de la tienda Angelique Galería. “Son piezas son muy lindas y originales. La gente valora la creatividad”.

Por las características de estos productos, en esta zona turística las personas han pagado, sin problema, entre USD 12 y 18 por un juego hecho con semillas.

El trabajo que ha realizado Formeller en este tiempo le ha permitido facturar alrededor de USD 1 000. Pero tiene expectativa por abrir nuevos mercados o adquirir un local propio en una zona con alto tránsito de turistas nacionales y extranjeros como por ejemplo, la terminal aérea de Quito.

Formeller rescata que a diferencia de la joyería tradicional, en la elaboración de los diseños de Avocado Seed Jewelry la materia prima se obtiene de manera natural. En este emprendimiento no se trabaja en minas ni en condiciones precarias.

Para darle forma a la bisutería, después de degustar este fruto en alguna comida, a las semillas de aguacate solo se les retira los restos del fruto y se remueve una cáscara oscura que recubre la pepa para empezar a hacer los cortes en este producto. Esto es lo único que ella desecha. La cobertura del exterior también la conserva para hacer papel para tarjetería.

El proceso de elaboración de joyas con semillas es relativamente fácil, por eso esta artista que aún mantiene su acento extranjero no tiene complicaciones para enseñar a otras personas su técnica. Para ella el idioma no es una limitación. Formeller vive ya en el país desde hace más de 20 años y su español es fluido.

Los talleres se realizan en su vivienda ubicada en Tumbaco. Los horarios se establecen en acuerdo con las interesadas. Cada hora de curso cuesta USD 5. Además, la artesana proporciona los materiales básicos. El tiempo de aprendizaje depende de cada persona. Para mayor información se pueden comunicar al 099 105 0525.

A la final, el diseño definitivo de una joya hecha con semilla de aguacate depende de la creatividad de cada artista. No se pueden hacer juegos en serie, porque la labor es manual en todo el proceso. En promedio, un juego de bisutería se podría diseñar en un par de días, siempre y cuando se tenga ya las semillas secas en su totalidad.