Los viajes de pesca de atún pueden demandar hasta unos 60 días consecutivos, antes de regresar a un puerto. Foto: Cortesía

Los viajes de pesca de atún pueden demandar hasta unos 60 días consecutivos, antes de regresar a un puerto. Foto: Cortesía

Un centenar de embarcaciones atuneras, al servicio del sector

27 de abril de 2021 16:10

En las costas ecuatorianas navegan alrededor de 110 embarcaciones atuneras que operan principalmente en los puertos de Manta, Posorja y Guayaquil, según datos de la Asociación de Atuneros del Ecuador (Atunec).

La edad de estos barcos promedia los 45 años, cuando el tiempo ideal de operación no debería sobrepasar las cuatro décadas. Aunque con un adecuado mantenimiento esto se puede extender.

La renovación de la flota atunera, si bien representa una serie de ventajas en temas de eficiencia y mayor cuidado del medioambiente, requiere una inversión que en los actuales tiempos de crisis se torna muy compleja de ejecutar.

Esta modernización implica uno de los mayores desafíos para mejorar la productividad y competitividad del sector en el país.

Invertir en una nueva flota atunera depende de ciertas condiciones, como la existencia de mayor estabilidad en cuanto a la gestión de negocios, la infraestructura y un adecuado financiamiento, con tasas de interés competitivas y periodos de pago que fomenten la renovación, indica Bruno Leone, presidente de la Cámara Nacional de Pesquería de Ecuador.

El mantenimiento de los barcos es clave para sostener su productividad en el tiempo, más aún considerando las exigencias de la operación atunera que com­prende viajes de pesca, que pueden ser de 30, 40, 60 días o más, según la embarcación.

Frente a este requerimiento, existe el desafío estructural de la flota que la antigüedad de los barcos. De acuerdo con la Cámara Nacional de Pesquería de Ecuador, en el país el promedio de tiempo de vida de los barcos atuneros es de 45 años, pero existen embarcaciones de 50 años o más.

El tiempo ideal de trabajo de un barco atunero es de 40 años; sin embargo, Leone indica que pueden durar más con buen mantenimiento. Pero recalca que mientras más años tienen de vida, el mantenimiento es más costoso.

La flota atunera ecuatoriana, a pesar de sus años, es productiva, recalca Leone, y esto se debe a la inversión continua en reparaciones y conservación.

No obstante, la modernización implicará oportunidades para lograr eficiencias en ahorro de combustible y en áreas operativas.

“Hemos realizado cálculos que determinan que un proceso de renovación de motores de la flota, implicaría ahorros de un 20% de combustible”, señala Leone.

Además, un proceso de renovación de barcos implicaría el uso de nuevas tecnologías de congelación a bordo, en beneficio de una mayor eficiencia.

El costo de reparación y mantenimiento puede incluso superar el 20% del costo total de un barco. Se trata de un valor elevado al considerar que la flota en ocasiones tiene que llevar sus embarcaciones fuera del país o contratar personal extranjero, ante el déficit de este servicio en astilleros locales.

Para Luigi Benincasa, director de Atunec, la renovación de las embarcaciones pesqueras y de sus motores resulta en un menor consumo de combustibles fósiles y, por ende, son más amigables con el medioambiente.

Con la renovación, se alcanzarían estándares internacionales ambientales en la emisión de
CO2 y se prevendría el calentamiento global.

Otros factores positivos que se establecen al renovar la flota atunera son la eficiencia pesquera y energética; además del incremento de la seguridad a bordo.

Todas las embarcaciones atuneras realizan dos tipos de mantenimiento: preventivo, que se realiza luego de cada viaje de pesca; y las reparaciones mayores, que se realizan durante los periodos de veda.