Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil. Fotos: Mario Faustos / LÍDERES

Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil. Fotos: Mario Faustos / LÍDERES

Miguel Ángel González: ‘El país necesita atraer inversiones’

3 de febrero de 2021 12:38

Miguel Ángel González, nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, para el periodo 2021-2024, analiza cómo será el desempeño del sector en un año en el que la pandemia continúa. Además, los retos que implicará el cambio de Gobierno.

¿Qué giro se espera para la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) en este nuevo periodo que presidirá?
Vamos a trabajar de la mano de los socios del gremio para ir hacia un mismo destino, la reactivación y crecimiento a tasas altas. Hemos delimitado cinco ejes de acción que tienen objetivos puntuales que son incrementar valor agregado a los socios, impulsar el entorno de libre comercio, inspirar a los Héroes del Comercio, promover la cultura de innovación y responsabilidad social y dinamizar la actividad comercial. Todos los ejes apuntan a crear un escenario de reactivación total.

¿Qué tan viable es cumplir estos objetivos en un año en el que la pandemia continúa y golpea a diferentes sectores, incluido el comercial?
Completamente viable. El inicio de la vacunación es algo esperanzador ya que traza el camino hacia algo más certero. El 2020 tomó por sorpresa a los sectores y aceleró sus procesos para adaptarse a esta nueva normalidad que, sin duda, continuará por un par de años. Hay que apostarle al crecimiento y esto implica que hay que atraer más inversión para que las empresas puedan producir más. Se debe pensar en salvar al sector privado, al empresario, al microemprensario, al emprendedor de la misma manera en que se piensa en salvar al Estado porque, al final del día, son la pieza generadora de empleo y quienes dinamizan la economía. Debemos impulsar a las empresas.

¿Cómo se logra ese impulso?
Tomando como ejemplo lo que han hecho países vecinos. Perú, Colombia y Chile, por ejemplo, se han abierto al mundo reduciendo cargas impositivas para, de esta manera, atraer la inversión. La fórmula es sencilla: menos obstáculos para el empresario, menos carga arancelaria y más atracción de capitales. Tomemos en cuenta que Ecuador no sube del puesto 100 en el ranking de Doing Business, ese es un termómetro para saber en qué debemos mejorar. Las reglas de juego deben ser claras y brindar seguridad.

¿Solo es necesaria la reducción arancelaria?
La eliminación o reducción de trámites y tributos. Esto último porque deja más recursos en el sector privado para la reinversión y, por ende, continuar creando fuentes de empleo. No se necesita más carga impositiva para los negocios, sobre todo para los más pequeños.

En ese sentido, ¿qué lectura tiene del Régimen Impositivo para Microempresas?
Estamos en un escenario en el que muy pocas empresas lograron utilidades en el 2020, a pesar de que pudieron vender algo. Por eso, un impuesto sobre las ventas implica tributar sobre dinero que no se ha generado. El pago del 2% de impuesto a la renta (IR) sobre sus ingresos brutos, si bien puede ser de ayuda para el microempresario en épocas de alta actividad económica, no lo es en tiempos de recesión.

¿Qué proponen?
El envío de un proyecto de ley con carácter de urgente para que se reforme la Ley Orgánica de Simplificación y Progresividad Tributaria, que incluye el cobro de este nuevo impuesto. Allí se debe establecer una excepción al pago del impuesto del 2% sobre las ventas, en el caso de que la microempresa registre pérdidas dentro del periodo fiscal. Otra propuesta es que, en dicha reforma legal, se permita que la migración entre el régimen tributario usual y el régimen de microempresas sea voluntaria. Además, que se actualice de manera urgente el catastro de microempresas elaborado por el Servicio de Rentas Internas (SRI). Es necesario dar herramientas que motiven más, que no que frenen la actividad.

¿Cuál es la perspectiva que tiene sobre el alcance de los acuerdos comerciales?
Son otro punto clave para impulsar la economía del país y es en lo que debe continuar trabajando el próximo Gobierno. Es necesario firmar acuerdos comerciales, los que más se pueda. No he escuchado de empresas que hayan quebrado con la firma de tratados, es más, han impulsado sus ventas y se ha generado el espacio propicio para la creación de nuevas. Es muy importante integrarnos a la Alianza del Pacífico, continuar con la ruta hacia un acuerdo amplio con Estados Unidos, eso va a impulsar nuestras exportaciones. Además, se debe analizar con qué otras economías con las que tenemos relación directa es necesario llegar a un tratado.

Desde el sector comercial, ¿se ha analizado las propuestas de los presidenciables y cómo impactará esto en la actividad comercial?
El principio es simple, indiferentemente del candidato. Es necesario que el próximo mandatario se enfoque en generar oportunidades para el sector comercial, más no frenarlas. Hay que traer divisas e inversiones y dejar que el sector productivo trabaje en paz. Si una empresa vende más puede pagar sus sueldos y los empleados pueden consumir más, todo es una cadena. Al generar riqueza y permitir el consumo, la economía se beneficia, pero eso no pasa porque le ponen más costos a las empresas y a los consumidores con muchos más tributos.
Pero el programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) contempla una reforma tributaria…
Es correcto, pero eso debe ser muy bien analizado. La solución no es meter la mano al bolsillo de los empresarios y, por ende, a los consumidores. Esa ha sido la salida rápida que se ha tomado en la última década. Se debe contemplar el recorte del gasto improductivo y del tamaño del Estado. Vuelvo y repito, más tributos no permitirán la recuperación de los sectores productivos que generan ingresos para el país.

El nuevo gobierno, ¿debe trabajar de la mano con el sector empresarial?
Es estrictamente necesario. Hay que poner en orden las arcas fiscales, pero sin deteriorar las arcas empresariales, que son las que dinamizan la economía y generan empleo. La lógica es crear un entorno atractivo para la inversión lo que significa, entre otras cosas, reducir impuestos, aranceles y tramitología. En el nuevo gobierno debe primar la visión y determinación. El próximo mandatario recibirá un país golpeado por la pandemia, y lo debe reconstruir y empujar.

¿Cómo proyecta el sector comercial el 2021?
El 2021 va a ser un año de recuperación, pero con los incentivos adecuados. Se estima y se espera que el crecimiento sea en dos dígitos. Para este tiempo de pandemia necesitamos menos restricción. La salud y la economía son dos caras de una misma moneda. Si se golpea a la una, se golpea a la otra. Se estima que sea un año de mejoras. Existe un camino trabajado por los comercios durante el 2020 y que, sin duda, serán la pieza clave para el impulso en este año. El 2021 es un periodo de más comercio digital, más mejoras en canales de distribución y una constante reconfiguración de giros de negocio motivadas por el desempeño actual de la economía.

Hoja de vida
Su formación.  Economista de la Escuela Superior Politécnica de Litoral. Máster en Programación Neurolingüística, en Administración de empresas, por IESE Business School (Escuela de negocios de la Universidad de Navarra) y Máster en Estrategia Comercial por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Su experiencia.  Empresario del sector ferretero e industrial. Su trayectoria incluye la cátedra universitaria, consultoría empresarial (nacional e internacional), el emprendimiento, la administración de empresas y la Responsabilidad social empresarial.
Otros cargos.  Presidente alterno de la CCG 2014–2020.