El empresario y embajador del Programa de Innovación Global para América Latina de la Universidad de Stanford habla sobre la importancia para las organizaciones de ser creativas y desarrollar confianza en los equipos de trabajo

El empresario y embajador del Programa de Innovación Global para América Latina de la Universidad de Stanford habla sobre la importancia para las organizaciones de ser creativas y desarrollar confianza en los equipos de trabajo. Foto: Diego Pallero / Líderes

Reinhold Steinbeck:‘Hay que perder el miedo a innovar’

22 de octubre de 2018 09:51

Reinhold Steinbeck tiene un MA en Educación Multicultural e Internacional en la Universidad de San Francisco (EE.UU.); diploma de la Escuela Europea de Negocios (Alemania), programa de titulación dual con la Universidad de Middlesex (Reino Unido); prácticas académicas en el Departamento de Educación de Negocios del Real Instituto de Tecnología de Melbourne (Australia).

Ha sido director general de IntoActions; embajador del Programa de Innovación Global para América Latina de la Universidad de Stanford; fundador del Laboratorio de Diseño, Innovación y Creatividad de la Universidad de São Paulo; profesor de las Universidad de Santa Clarita, profesor visitante de la Universidad de São Paulo...

¿Qué metodología utiliza usted para impulsar la innovación empresarial?

Primero debo explicar que trabajo con organizaciones y empresas para crear una cultura innovadora. Con ello se busca resolver problemas reales y en este proceso hay herramientas que se pueden utilizar. La tecnología, por ejemplo, puede ser un elemento.

¿Qué implica la innovación? ¿Crear cosas nuevas o transformar algo ya existente?

Para mí es crear un proceso o un producto que, en este momento, no existe. Se trata de algo nuevo. Lo importante de la innovación es que lo que se desarrolla se pueda implementar en el mundo real.

¿Qué necesitan las empresas para innovar?

Las organizaciones, empresas o universidades necesitan, en primer lugar, contar con un ambiente de confianza al interior de las mismas, porque permite compartir ideas sin miedo. Luego, es importante que grupos de diferentes niveles, al interior de las entidades, trabajen juntos. La diversidad es fundamental para implementar perspectivas diversas.

¿Es común hallar esto en las organizaciones del mundo?

De lo que he podido apreciar, muy poco. Entre las cosas que más carecen las empresas está lo que se llama confianza creativa, que es lo que permite compartir ideas, crear soluciones innovadoras a problemas complejos, etc. En el Programa de Innovación Global de la Universidad de Stanford, sin embargo, los profesores están trabajando con los estudiantes para crear esta confianza.

¿Actualmente, en qué están innovando las empresas?

No soy un experto en relación con qué tipo de empresas están liderando la innovación, pero creo que en este rango están aquellas que usan información, tecnología, nuevas plataformas, etc.

Hace cinco años usted creó IntoActions, una firma de innovación a escala mundial. ¿Qué busca a través de ella?

Yo fui profesor visitante en la Universidad de Sao Paulo en 2011. Allí cree un programa para preparar a los estudiantes para ser más creativos. Un año después, mucha gente me decía que me quede en Brasil, un país en el que organizaciones, universidades, Gobierno, empresas, etc., necesitaban mejorar su cultura de innovación. En ese contexto nació IntoActions.

¿Con quién trabaja ahora?

Con entidades grandes como la Universidad Católica de Uruguay.

¿Qué metas ha evidenciado en las entidades, en cuanto a cultura innovadora?

Depende del cliente. La Universidad de Uruguay, a través de su rector, buscaba ser una institución más innovadora y aprovechó el trabajo de la compañía.

¿De qué manera?

Organizó un equipo de 80 personas para trabajar con nosotros por un mes. Estaban él, tres vicerrectores, cinco decanos, 25 profesores de diferentes disciplinas y estudiantes. Trabajaron juntos en un proceso para plantear ideas, mientras que nosotros introdujimos herramientas y procesos para ‘design thinking’.

¿A qué se refiere con ello?

Se refiere a una metodología creativa para solucionar problemas. Es un proceso que utiliza herramientas y técnicas para ayudar a equipos a comprender los conflictos y oportunidades, así como para crear soluciones innovadoras que pueden ser un producto, un proceso o un servicio.

¿Basta solo con esa metodología para innovar?

También está el liderazgo. Pero creo que las organizaciones deben, además, aprender a escuchar a los clientes. La metodología ayuda en ello, a saber las necesidades de los consumidores; pero, como dije al inicio, también es importante la confianza.

¿Al interior de la organi­zación o entre la empresa y los clientes?

En ambos casos. Una de las razones por las que los equipos y las organizaciones no son innovadoras es porque tienen miedo, principalmente de cometer errores. Mientras se es niño no existe este problema, pero al crecer la confianza de generar ideas locas principalmente se pierde.

Usted dijo, anteriormente, que ha visto muy poco que en las organizaciones exista confianza y trabajo en equipos diversos. ¿Es común en América Latina?

Creo que existen muchas diferencias culturales en relación con otras partes del mundo en cuanto a trabajar juntos, compartir ideas, confiar en otros, no tener miedo, personas trabajando en el mismo nivel sin tomar en cuenta el bajo o alto status. En la cultura de la costa oeste de EE.UU., por ejemplo, la cosa es muy informal. Las personas trabajan juntas, comparten, los CEO se sientan con los empleados en ocasiones, etc.

¿Hay barreras entre los equipos de trabajo o los niveles jerárquicos en la región?

Sí. Hay culturas en que las jerarquías son demasiado fuertes, hay muchas tradiciones, etc., lo que impide el compartir ideas y la confianza al interior de los equipos (...) son grupos de trabajo que desarrollan sus actividades sin hablar entre ellos y niveles diversos en los que no hay comunicación.

¿Es necesario romper con estos paradigmas?

Claro. Pero es muy difícil porque implica cambiar tradiciones, creencias y comportamientos a escala individual y grupal.

¿No todas las empresas pueden lograr estos cambios?

No todas.

¿Hay creatividad en las organizaciones de la región?

Hay creatividad en todas partes. Pero hay que crear un campo para que crezca. En la Universidad de Uruguay, por ejemplo, hubo apoyo para las ideas que lanzaron los participantes en el proyecto para ser más innovadores. Identificaron cinco áreas estratégicas en las que se debía mejorar. Si bien no se tomaron en cuenta todos los planteamientos, hubo consenso en relación con los temas en los que trabajarían y sus soluciones.