Nacida en 1963, es arquitecta graduada en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; en donde adicionalmente obtuvo o el título de Máster en Administración de Empresas Constructoras e Inmobiliarias, con el aval de la Universidad Politécnica de Madr

Nacida en 1963, es arquitecta graduada en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; en donde adicionalmente obtuvo o el título de Máster en Administración de Empresas Constructoras e Inmobiliarias, con el aval de la Universidad Politécnica de Madrid. Foto: Paúl Rivas/ LÍDERES.

Pedro Maldonado
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La vivienda social trae oportunidades

1 de noviembre de 2015 15:11

La Ministra de Desarrollo Urbano y Vivienda, María de los Ángeles Duarte, habla sobre los bonos entregados por el Estado. También se refiere a los planes para promover vivienda de interés social y al momento que atraviesa el sector de la construcción.

¿Cómo evoluciona la entrega de los bonos de vivienda?

Antes de que empiece este Gobierno existía un subsidio para la gente más pobre, para darles un incentivo para que construyan su vivienda. Fue un proyecto diseñado por el BID y estos organismos internacionales tratan a los pobres como que merecen lo mínimo. Lo que en realidad sucedía era que no se podía terminar la casa por la pobreza endémica, en la que no hay capacidad de ahorro.

Cuando empezó el Gobierno en el 2007 hicimos un análisis minucioso para dar un incentivo para que, al menos, las personas con bono terminaran sus casas. Desde el 2007 hasta septiembre de este año se han entregado unos 68 162 bonos de vivienda urbana por USD 219,6 millones. También hemos entregado bonos de vivienda rural, por el programa Manuela Espejo, por reasentamientos... Desde el 2007 se han entregado 336 520 bonos por
USD 1 375 millones.

¿Se puede detallar cuánto se entregó este año y cuánto se calcula para el 2016?

Para el 2016 se planifica entregar USD 47 millones en subsidios. Va a existir una gran cantidad de bonos para promoción inmobiliaria, mediante un plan que lo diseñamos a inicios de este año. Es un incentivo para comprar vivienda propia y calculamos colocar unos 1 500 bonos inmobiliarios.

¿En qué consiste este bono inmobiliario?

El bono inmobiliario permite a los más pobres acceder a crédito para vivienda cuyo valor esté entre USD 15 000 y 40 000. La empresa privada solo se dirige al déficit habitacional de los segmentos medio y alto, con casas de más de 70 000 dólares. Con nuestros bonos e inversiones se redujo el hacinamiento, pero no se redujo el déficit. Entonces, se diseñó el bono para llegar al estrato al que llamamos de vivienda social y prioritaria. La vivienda social es de hasta 40 000 dólares y la prioritaria de entre 40 000 a 70 000.

¿Por qué se sigue con bonos y por qué no se aplican otras políticas que no generen dependencia de ciertos segmentos de la población?

A eso voy. Hasta ahora se han entregado recursos a las áreas urbano marginal y rural, pero no en ciudadelas formales. Hemos entregado recursos a aquellas personas que no pueden pagar lo que cuesta una casa en una ciudadela formal. Lo que pasa es que con el sueldo básico se puede acceder a un crédito máximo de 18 000 y ¿dónde se puede construir una casa de ese valor? Hay promotores para ese segmento de vivienda, pero en zonas muy alejadas.

Lo que nos interesa es que la oferta de vivienda sea con todos los servicios. Seguimos con programas sociales, pero nos estamos concentrando en incentivar a las personas pobres que pueden bancarizarse, que cuenten con seguro social. Ahora el esfuerzo va dirigido a aquellas personas que pueden pagar un crédito para tener una vivienda de mejor calidad.

¿Se apunta entonces a un sector formal frente a un sector marginal?

Así es. Gracias a que hay más afiliados a la seguridad social, como pasa con las empleadas domésticas, choferes, etc., creció el segmento y tenemos la posibilidad de que los 1,8 millones de nuevos afiliados puedan acceder a crédito para vivienda. Lo malo es que una persona con el sueldo básico puede obtener USD 18 000 y allí hace falta el bono.

¿Cuál es la tendencia este momento entre aquellos bonos que se entregan para vivienda marginal y formal?

Antes se daba el 80% al sector urbano, rural y marginal y 20% al formal. Ahora eso cambiará.

¿Cómo se incentivará al promotor para que participe en los programas de vivienda de interés social?

El promotor inmobiliario antes se dedicaba a un segmento que no le daba problemas (los estratos socioeconómicos medio y alto). El promotor sabe que su nuevo ‘target’ es la gente que no tiene casa; entonces, tiene que destinar sus esfuerzos al segmento de vivienda social y prioritaria.

Este plan llega en un momento de una economía complicada, con desaceleración y recortes de inversión. ¿Qué expectativas tenían cuando se empezó con el plan y qué expectativas tienen ahora?

La desaceleración económica que ustedes la llaman es simplemente la baja del petróleo y la reducción de inversiones públicas que hacía el Estado en años pasados. Eso ocupaba mano de obra de los constructores, pero eso va a bajar porque disminuyó el precio del petróleo, así de fácil.

Hasta que estén las hidroeléctricas y se consoliden los planes del Gobierno para tener recursos propios y no estar atados al petróleo, el inmobiliario es el mejor sector porque siempre dependió de sí mismo. La caída del crudo no ha influenciado en nuestros planes de vivienda, lo que sí influyó fue el temor que grupos políticos generaron con la ley de plusvalía. Eso sí afectó a las ventas que se pararon, pero ya se superó, ahora seguimos trabajando y aprobando proyectos de vivienda social.

Pero, ¿existe la previsión del Banco Central, que indica que la construcción no crecería o decrecería este año?

Depende qué tipo de construcción. Tenemos que dividir y obviamente si hay menos recursos para carreteras u hospitales, habrá menos crecimiento en ese tipo de construcción. Pero en la construcción privada se mantiene y volvió su ascensión.

¿Cómo avanza la colocación de créditos para vivienda de interés publico? Entre enero y agosto de este año se colocaron USD 5 millones en créditos de vivienda de interés público, cuando la meta era colocar USD 80 millones en 90 días.

Eso tuvo mucho que ver con el tema político (NDLR: las protestas contra las leyes de herencia y plusvalía), que asustó al sector inmobiliario. Dentro de nuestro proyecto, para que el sector inmobiliario se incentive se le dio una tasa preferencial, se le dieron posibilidades de acceder a bonos. Pero con los dos meses de protestas se hizo daño al sector privado, se paralizó el plan y se estancó.

¿Cuánto se calcula entregar este año en créditos para viviendas de interés público?

Tenemos calculado entregar entre 12 000 y 15 000 viviendas de interés social, a un promedio de USD 40 000 por vivienda.

¿Para el próximo año hay alguna previsión teniendo en cuenta la situación económica en la que se halla el país?

Creo que el próximo año en lo inmobiliario va a ser muy bueno. Es un año electoral y eso incentiva al sector inmobiliario por las ofertas. La vivienda de interés social se va a mantener o crecer. Los planes se están reactivando, existen promotores con proyectos aprobados. Es una oportunidad para el país y, en especial, para que las personas más pobres accedan a una vivienda.