El que no arriesga, no gana, dice el dicho, que aplica también a los negocios. Hace 12 años, Álvaro Calderón vendió un departamento e invirtió cerca de USD 80 000 en la importación de maquinarias de sellado y etiquetado para el sector de agroquímicos. Estaba decidido a apostarlo todo en el negocio.

Anteriormente, como gerente de una empresa agroquímica, había importado máquinas para empacados y selladores de fundas; y algunas de ellas, que no se requirieron, fueron vendidas a clientes de la compañía.

Al poco tiempo, la empresa cerró y fue entonces cuando Álvaro se arriesgó a emprender con la importación de maquinaria, desde EE.UU.; trajo selladoras de fundas, codificadoras de etiquetas y bolsas, túneles termoencogibles, selladoras de empacado al vacío, entre otras máquinas.

A la par, en enero del 2009, constituyó la compañía Ecuapack. “Empecé en la casa de mi mamá. Yo mismo vendía los equipos y me ocupaba de todo. El primer mes vendí cerca de USD 5 000”, recuerda. Las primeras máquinas que importó se agotaron en menos de seis meses.

Junto a una delegación de la Cámara Ecuatoriana China, viajó al país asiático para conocer proveedores y buscar nuevos tipos de máquinas de buena calidad. “Pasé un mes recorriendo ferias. Ahí conocí el mundo de maquinarias para empaques”. El segundo cargamento vino de China.

Por referencias de los propios clientes, Ecuapack comenzó a ofrecer sus productos a la industria de alimentos, donde encontró un mercado muy amplio, que requería no solo de máquinas para empacado sino para las líneas de producción, como dosificadoras de polvo y mezcladoras para choclo o arroz. “Empezamos a importar bajo pedido, de cada modelo traíamos al menos unas seis unidades”.

En 2012, luego de haber pasado por dos oficinas pequeñas, la firma alquiló un galpón de 100 metros cuadrados (m2) en el Valle de Los Chillos y dio el salto hacia la producción de sus máquinas. Para este ambicioso proyecto, Calderón se asoció con Luis Pazmiño, ingeniero en Electrónica y Control de la Escuela Politécnica Nacional.

Los primeros aparatos que diseñaron y fabricaron fueron bandas transportadoras y llenadoras de líquidos. La producción nacional comenzó a crecer rápidamente y a finales del 2013 se mudaron a una planta de 700 m2, también en el Valle de Los Chillos.

El servicio lo ofrecen a empresas de los sectores alimenticio, farmacéutico y agroquímico. Al momento, tienen más 60 modelos de fabricación nacional. Se especializan en bandas transportadoras; también elaboran llenadoras, mezcladoras, dosificadoras, marmitas, etc. Sin embargo, Calderón aclara que las posibilidades de modelos “son infinitas”, según las necesidades de los clientes.

Uno de sus proveedores locales es JVSumind, que al año le vende cerca de 150 equipos importados, entre motores eléctricos, reductores de velocidad y variadores de frecuencia para motores y servomotores (motor eléctrico que permite tener altas velocidades y alta presión, para automatización de procesos). “Nos enfocamos en darles el mejor servicio y asesoramiento”, señala Jaime Villacis, gerente de esta firma.

En Ecuapack se ha desarrollado maquinaria para más de 1500 empresas. Uno de sus clientes, desde hace más de 10 años, es La Fabril. Para esta trabaja, actualmente, en la fabricación de 25 máquinas transportadoras para las líneas de aceites comestibles, grasas y margarinas, detalla Luis Menéndez, coordinador de Mantenimiento Mecánico de La Fabril. “Nos hemos mantenido con ellos por el compromiso, la seriedad y calidad de su trabajo”.

También continúa importando máquinas para el área de empacado. Al momento, el 60% de sus ventas corresponde a fabricación local y el 40% aparatos importados. En 2020, la compañía facturó USD 2,2 millones.

Respondiendo a la demanda del mercado, desde 2013 comenzó a traer fundas de empaque al vacío desde el exterior y así nació una nueva empresa: El Empaque, con la que se traen también distintos modelos de fundas para guardar alimentos.

El proyecto más importante de Ecuapack, actualmente, es la ampliación de dos de sus sedes. En Quito hasta los 2 800 m2, entre planta, oficinas y áreas comunes. En Guayaquil, pasará de 360 a 760 m2, e incluirá una planta de producción para atender a clientes en la Costa. La inversión en ambas sedes es de USD 235 000.

Cifras de la empresa
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- 150 máquinas grandes y 500 accesorios fabrica Ecuapack al año.
- 60% de sus ventas corresponden a máquinas de fabricación nacional.
- 120 máquinas de tamaño grande y 3 000 pequeñas importa la firma al año.
- 58 personas trabajan para Ecuapack y El Empaque.
- 235 000 dólares es la inversión en la ampliación de su sede principal (Quito) y de su sucursal en Guayaquil. Tiene otra área en Cuenca.