Estudiantes de la universidad y miembros de asociaciones trabajan en la zona del manglar levantando información

Estudiantes de la universidad y miembros de asociaciones trabajan en la zona del manglar levantando información. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES

Estudiantes apoyan un plan en favor del manglar

19 de octubre de 2018 10:24

Cuarenta estudiantes de la carrera de Gestión ambiental de la Universidad Católica de Esmeraldas (Pucese) trabajan en el proyecto sustentable del manglar. Ellos cuentan con el apoyo de alrededor de 200 personas de cinco organizaciones del cantón Muisne.

Asopesmar, Asopesanjocha, Asopesbunche, Asociación de producción pesquera Río Sálima y Asosertuvista (Asociación de Servicios Turísticos Bellavista), son parte del proceso desde hace dos años, a raíz del terremoto de abril del 2016 que afectó principalmente a Esmeraldas y Manabí.

El proyecto tiene dos componentes: uno relacionado con el cuidado del manglar, y el segundo implica la ejecución de un estudio sobre variables pesquera en el cantón Muisne.

El objetivo del trabajo es fortalecer las capacidades de las comunidades dedicadas a la extracción de la concha y pesca artesanal. Los estudiantes y sus colaboradores han aprendido a llenar los informes semestrales del trabajo que realizan sobre el cuidado del manglar.

Los alumnos del séptimo ciclo de Gestión ambiental, con la ayuda de sus profesores, apoyan con asistencia técnica en comunidades que tienen áreas de manglar bajo su cuidado.
El trabajo lo realizan los fines de semana dependiendo del cronograma de actividades que tenga cada una de las asociaciones de concheras, cuyos integrantes recibieron capacitación sobre la adecuada comercialización del producto.

Los estudiantes también han participado del procesamiento de muestras, como parte de un estudio sobre recursos pesqueros, que se realiza con dos asociaciones de pescadores de la parroquia San José de Chamanga y Pedro Carbo.

Sergio Ferney, uno de los alumnos que ha colaborado en este proceso de obtención de muestras de peces y conchas, dice que el aporte de sus compañeros de aula ha servido para identificar los problemas en las citadas comunidades y proponer alternativas.

Este proyecto se articula con representantes de la cooperación alemana GIZ, que financia su ejecución con USD 43 000. El organismo también facilita a tres de sus técnicos para que trabajen con los 40 estudiantes y cinco docentes de la Pucese.

Verónica Vernaza, catedrática de la universidad, explica que las concheras han realizado cursos de manejo de sistemas GPS, redacción de informes con una guía redactada por la Universidad, para que puedan denunciar en caso de tala de manglar.

Las mujeres no solo extraen la concha, sino que la preparan y han sido ganadoras en tres ocasiones en concursos gastronómicos fuera de la provincia de Esmeraldas.
Con ellas se hicieron croquetas y hamburguesas de pescado. En Asopesmar, de Pedro Carbo, cuentan con productos del mar empacados al vacío con su marca Red-Mangle-Muisne, y han empezado a comercializar a través de su centro de acopio.

Sus 38 integrantes aprendieron a vender sus productos del mar y manglar, con la ayuda de la Universidad Católica de Esmeraldas, explica, Ramón Zambrano, represente legal de Asopesmar.

Eduardo Rebolledo, catedrático de la Pucese se encargó del componente pesca con dos asociaciones de pescadores de Chamanga y Pedro Carbo, con los que se estimó las estadísticas y la oferta natural de recursos que tiene el sur de Muisne.

Mientras un equipo de la universidad trabajaba en la obtención de las estadísticas, otro equipo de la GIZ buscaba en Quito el mercado para colocar la producción y evitar a los comerciantes intermediarios, que se llevan en ganancia el 75% del producto.

Por eso se hizo un diagnóstico de registro pesquero que duró tres meses el año anterior, con el apoyo de los pescadores que debían llenar fichas sobre especies y tamaño del producto.

El resultado determinó que en el sur se pescan 92 recursos distintos dentro del estuario Cojimíes. El recurso objetivo es el camarón y se pescaba más camarón hacia Chamanga que a Pedro Carbo, con el uso de mallas electrónicas Estas mallas fueron sometidas a un estudio con la finalidad de establecer cuál era la más adecuada para la captura de peces y camarón, con un menor impacto ambiental para las especies marinas.