Ivanna Zauzich
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El europeo se adapta al trabajo en el país

En el 2009 estalló una crisis económica en Europa, que afecta sobre todo a Grecia, España, Italia, Irlanda y Portugal. Eso se revela en los índices de desempleo que hoy bordean el 11%, según la oficina europea de estadísticas Eurostat.

Esa situación generó un cambio de comportamiento migratorio, que cada vez es más evidente. Los europeos vienen al país para trabajar, indica el consultor de Recursos Humanos, Santiago Guzmán.

Ante esta situación, las empresas se presentan como una opción para acoger al nuevo talento. Las organizaciones ya tienen en su nómina colombianos, peruanos y venezolanos que llegan al país. Sin embargo, sus costumbres son similares a las ecuatorianas. Mientras que en los países de la Zona Euro los hábitos cambian.

Pierre Dumond es francés y llegó al país en marzo del año pasado. Trabaja en una empresa florícola en Quito. Él está a gusto con sus compañeros, pero reconoce que el cambio de hábitos ha sido difícil.

Por ejemplo, en París, trabajaba en una vinícola en la que tenía dos horas de almuerzo y su jornada laboral terminaba a las 19:00. En cambio acá, aunque termina sus labores a las 17:00, solo tiene una hora para comer. Para él es difícil acostumbrarse al ritmo laboral en Ecuador.

Carla Coello es gerenta de Recursos Humanos en la firma SoftDevelopment y explica que en esa firma han trabajado, por temporadas, jóvenes de España, Francia e Italia. Comenta que ha visto que ellos están más acostumbrados a extender su almuerzo y a salir más tarde.

Lo que se hace en esos casos, indica Coello, es comunicar a los empleados que colaboren en la adaptación del nuevo integrante. Los foráneos pueden extrañar sus costumbres; sin embargo, “el compañerismo disminuye la nostalgia”.

Daniel Peralta es asesor de talento humano. Aún no ha visto con fuerza este fenómeno de migración inversa, pero por la situación que vive el continente europeo y la suerte de bonanza que atraviesa América Latina, “es lógico que suceda”.

De hecho, en un estudio realizado por el Centro Latinoamericano de Demografía (Celade) se determinó que el auge económico convirtió a los países del Mercosur y sus asociados en un polo de atracción para migrantes de Europa.

Las empresas, dice Peralta, deben estar preparadas para recibir a este talento y entender que su dinámica es distinta. Los gerentes de RR.HH. deben entender la cultura laboral de esos países.

Para Juan Antonio Cotrina, un español de 24 años quien llegó a Ecuador en el 2011, el cambio no es difícil si se quiere trabajar. Es ingeniero de Caminos y trabaja en una firma petrolera. También dicta clases en la Universidad Central.

Este español considera que su decisión de venir al país es acertada, porque allá no hay oportunidades. En una forma figurativa dice que “después de enviar más de 10 000 currículums en empresas de su país”, aplicó en A. Latina. La oportunidad es lo que más valoran los profesionales y, al igual que Cotrina y Dumond, sabrán adaptarse, puntualiza Peralta.