Verónica Dahik lidera, junto con su hermano Álex, la compañía familiar que se abrió a la Bolsa de Valores. Exporta a tres continentes. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

Verónica Dahik lidera, junto con su hermano Álex, la compañía familiar que se abrió a la Bolsa de Valores. Exporta a tres continentes. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

La exportadora que emite acciones

18 de abril de 2018 07:32

La exportación de langostinos y mariscos y la incursión en el mercado de valores marcan la trayectoria de Natluk. Esta empresa familiar nació en el 2010, con la idea de producir carnada para venderla a los botes atuneros. Pero la idea inicial fue evolucionando.

Los hermanos Verónica y Álex Dahik, fundadores de la firma, revisaron el panorama y pensaron que la alternativa más acertada era arrancar con la exportación de langostino, recurso que aportaba la Costa ecuatoriana, en Guayas, y que consideraron podía ser más rentable.

“Eso nos permitiría trabajar con la comunidad y empezar a desarrollar relaciones, porque tienes las cooperativas pesqueras, la gente del lugar a quien dar un trabajo estable y crear una cadena comercial sostenible”, señala la gerente, Verónica Dahik.

Arrancaron desde cero: buscaron crédito, revisaron las capacidades, los equipos. Poco a poco elaboraron un portafolio: hoy la empresa realiza ventas al exterior de ciertas especies de langostino y camarón, que incluyen el jumbo, tanto artesanal como industrial, y la variedad pomada.

En un principio, Natluk exportaba un contenedor al mes y trabajaba con dos clientes. En la actualidad vende el producto a 12 clientes en el exterior y maneja cinco marcas.“Decidimos ver los factores claros del éxito: tener el capital, atender bien a los clientes, enseñarle a nuestra gente a trabajar adecuadamente porque al ser un producto de valor agregado se compite a través de la calidad”.

Marcos González es uno de los proveedores de la compañía. Él trabaja y vive en Playas desde hace cuatro años, el mismo tiempo que tiene trabajando con los hermanos Dahik. Semanalmente les entrega una carga de 2 000 libras de camarón, a precios que oscilan entre USD 4,70 y USD 11,80 dependiendo de la especie, de la más pequeña a la más grande. “La experiencia con Natluk ha sido buena, nos ayudan y nos dan facilidades”.

Con el tiempo, el langostino se convirtió en el producto estrella de la compañía. En el 2017 representó 70% de las ventas, con 550 toneladas exportadas en 60 contenedores.
En el caso del camarón pomada las ventas alcanzaron los 30 contenedores y la proyección es subir la cifra a 70 para este año. “Para mantener nuestra línea de valor agregado tenemos preparados programas de empaques para ‘retails’ y cocidos”, agrega.

Para consolidar su crecimiento, la empresas ingresó al mercado de valores en noviembre del año pasado. Natluk ha desarrollado un “paso diferente”, dice Dahik que con el objetivo de garantizar la sostenibilidad para las próximas generaciones. La compañía puso a la venta el 40% de su capital accionario; la familia se queda con el 60% restante.

La oferta de 800 000 acciones fue autorizada por la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, mediante una resolución del 29 de noviembre del 2017. La emisión tiene una calificación de AA por parte de la Calificadora Su­mmaRatings SA y la casa de valores que maneja el portafolio es Casa Real.

Trabajadores de Natluk descargan el camarón que les entregan  los proveedores. La planta se encuentra ubicada en Guayas. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

Trabajadores de Natluk descargan el camarón que les entregan los proveedores. La planta se encuentra ubicada en Guayas. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

El precio de la acción es de USD 6,60 y el paquete mínimo es de 100 acciones. La rentabilidad es de 8,5% anual, según un comunicado. Dahik dice que ya se cuentan cinco accionistas. “La idea nace como una forma estratégica de unirnos con nuestros proveedores; incluso tenemos planes de financiamiento para los trabajadores para que adquieran las acciones. De esta manera, generas un sentido de pertenencia”.

La empresaria agrega que la intención es que compren acciones ciertos clientes estratégicos internacionales que garanticen parte de la producción. “Hemos buscado maneras de diferenciarnos”.

Dahik proyecta el crecimiento de la empresa en 60% para este 2018, luego de que el año pasado la empresa facturara USD 9,4 millones. “En langostino no creemos que crezca, se va a mantener. El incremento va a ser en pomada”, asegura la gerente de esta joven compañía exportadora.

En camarón la empresa proyecta un crecimiento de 40% para el 2019. Para ello, Natluk invertirá en infraestructura y en la contratación de más personal. Actualmente cuenta con 96 trabajadores, de los cuales 85% son mujeres. Espera contratar unas 15 personas más para la ampliación de la planta de acuicultura. La calidad y el servicio -dice- es parte de la estrategia para seguir compitiendo en el mundo.

Las cifras

550 toneladas de langostino exportó en 2017.
70  contenedores  de camarón pomada estima comercializar en el extranjero en el 2018.
60% de crecimiento proyecta la empresa para este año.
6,60  dólares cuesta cada acción colocada. El paquete mínimo de acciones, asegura la gerencia, es de 100.
2 000 libras de camarón recibe Natluk cada semana, de uno de susproveedores en Playas.

La gerente

Verónica Dahik
Como parte de los proyectos de responsabilidad social con lo pescadores artesanales y las cooperativas pesqueras, la firma busca la certificación de FairTrade (Comercio Justo). Les retribuimos a las comunidades lo que ellos nos entregan en mejora de infraestructura, útiles escolares. Hoy en día la empresa cuenta con certificaciones como HACCP / APPCC y BRC Global Standard for Food Safety, y la licencia Ecuador ama la vida.