Uno de los empleados de Surimax trabaja en la elaboración de una bóveda de seguridad. La planta de la empresa está en Los Chillos. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES

Uno de los empleados de Surimax trabaja en la elaboración de una bóveda de seguridad. La planta de la empresa está en Los Chillos. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES

Exportadores de cajas fuertes

2 de junio de 2020 11:12

El garaje de la casa de la familia Alarcón, en Quito, fue el espacio donde la empresa Surimax dio sus primeros pasos, en 1972. Sus sistemas de seguridad proveen desde hace décadas al sector financiero ecuatoriano y a multinacionales estadounidenses.

Luego de haber estudiado Mecánica en Suiza, Miguel Alarcón Jaramillo trabajó para la transnacional Rolex en Nueva York y tuvo la oportunidad de participar en un proyecto de cajas fuertes con el dueño de la distribución de los relojes en Estados Unidos.

Gracias a ese aprendizaje, Alarcón decidió arrancar su propio negocio de productos de seguridad, al retornar a Ecuador. Del garaje de la casa, pasó a un galpón alquilado cerca del Estadio Olímpico Atahualpa y de ahí, a una primera planta propia, en el sector de Carcelén, en 1975. Desde hace 40 años, sus productos se elaboran en una planta en el Valle de Los Chillos.

El primer producto de Surimax fue una caja fuerte con cerradura eléctrica y alarma. También fabricó una puerta de bóveda que vendió al Banco Nacional de Fomento (actual BanEcuador). Hasta entonces este tipo de productos se importaban.

Poco a poco se fueron sumando otros bancos del país como sus principales clientes. Uno de los más antiguos es el Banco Internacional. “Surimax y sus productos han acompañado a la banca nacional desde hace varias décadas, cada vez mejorando y presentando productos que nos han mitigado los riesgos”, comenta Norman Romero, vicepresidente de Seguridad de la entidad financiera.

Añade que la firma de seguridad les ha diseñado elementos de protección “para evitar ataques con equipos sofisticados usados por la delincuencia organizada, que han impedido el robo violento, protegiendo así los activos y valores que en ellos se custodian”.

Entre los equipos de Surimax que utiliza la banca ecuatoriana están las puertas para bóvedas, cajas fuertes de multinivel y casilleros de seguridad. “Es un equipamiento que tiene los mejores estándares del mercado local e incluso diría latinoamericano”, subraya Romero.

En 1995, los hermanos Miguel y Alejandro Alarcón, hijos del propietario, asumieron las riendas de la empresa. “Lo primero que hicimos fue tratar de expandir el negocio. En el 96 abrimos una oficina en Estados Unidos”, para comenzar a exportar hacia ese y otros mercados, cuenta Miguel (hijo), actual Presidente. Para ello, tuvieron que certificarse en diferentes niveles de seguridad, con la marca UL (Underwriters Laboratories), de reconocimiento internacional.

La compañía que factura al año USD 1,8 millones elabora principalmente cajas fuertes, bóvedas y puertas de seguridad antibalas. Al mes fabrica alrededor de 250 productos. El 70% se destina a la exportación.

Su principal mercado es EE.UU. También ha exportado a países como Canadá, México, Líbano, Siria, Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá y Brasil. Sus sistemas de seguridad han llegado por medio de distribuidores a marcas globales como Louis Vuitton, Cartier, Tiffany y Pandora.

La firma de seguridad trabaja con entre 10 y 15 proveedores locales. Uno de ellos es Representaciones de Importaciones Cuesta, desde hace unos 20 años, que le vende al año entre 150 y 200 toneladas de acero, señala Cristian Cuesta, gerente de comercialización. “Hemos tenido una excelente relación comercial. A raíz de que Surimax empezó a exportar, fue creciendo mucho”, añade.

Las cajas fuertes y bóvedas son elaboradas regularmente en concreto de alta densidad. Sin embargo, desde el 2016, la empresa comenzó a incursionar en nuevos materiales, como el plástico reciclado combinado con cerámica, ambos de alta densidad.

Este producto “estrella”, que funciona para grados de seguridad 4 y 5 (el máximo es 6), fue patentado en EE.UU. en 2019. Además, cuenta con certificaciones verdes. “La ventaja es que es mucho más liviano, lo que reduce costos de transporte. La huella en el medio ambiente es menor”.

Surimax está en constante innovación: “Es la clave de todo”, subraya su Presidente. Actualmente comercializa un producto con protección para los cajeros automáticos, para evitar ataques. “Con las consecuencias de una crisis económica, los robos se incrementan”, comenta Alarcón, quien considera que este nuevo producto les ayudará a sostenerse luego de que sus ventas han bajado cerca de un 40%, producto de la pandemia.