Los hermanos Fabián y María Augusta Caguana están al frente de la empresa. La compañía ambateña innova en los diseños que ofrece al público. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES

Los hermanos Fabián y María Augusta Caguana están al frente de la empresa. La compañía ambateña innova en los diseños que ofrece al público. Fotos: Glenda Giacometti / LÍDERES

Fabitex, un negocio de dos décadas de sábanas y edredones

7 de junio de 2018 09:49

La empresa Fabitex se encarga de la producción de sábanas, cobertores, pijamas, edredones, almohadas y línea hotelera. Uno de los puntales de esta industria ambateña es la renovación de sus productos, los cuales los comercializa a escala nacional.

A más de esas líneas incursiona en la infantil, con gran demanda en el mercado. El año pasado esta empresa facturó USD 500 000 y actualmente cuenta con 25 colaboradoras y más de 20 distribuidores en todo el país.

El emprendimiento familiar lo inició Fabiola Aguayza, hace 22 años. La historia comenzó cuando ella decidió confeccionar ropa interior para niñas. A pesar de que su producto se vendía bien, tras un análisis, pensó que la competencia era fuerte con las grandes empresas. Por eso buscó una línea que impactara con modelos y diseños nuevos.

Se adentró en la línea blanca de hogar (sábanas, cobertores, almohadas). Y las ventas crecieron. Efectuó una primera inversión de seis millones de sucres, que consiguió a través de un crédito en una institución financiera. Con los recursos adquirió una máquina de coser, otra overlock y materia prima; instaló su taller en el barrio La Merced, en el norte de Ambato. Contrató a cinco personas para que le ayudaran en la producción de los textiles.

Constantemente, ella asistía a ferias y revisaba revistas dedicadas a diseños para obtener nuevos modelos en almohadas, sábanas, cobertores, etc., que impactaran a sus clientes. Esa fue la estrategia que aún aplica en su empresa: “Estar a la vanguardia de la competencia”, dice Aguayza.

Su esposo Hugo Caguana fue un puntal en el crecimiento de Fabitex porque, junto a él, ella viajaba a vender los productos en Costa, Sierra y Amazonía.

En los recorridos los clientes le solicitaban más productos como cubrecamas, edredones y otros. Eso les obligó a los emprendedores a realizar una nueva inyección económica en el 2009 de USD 75 000. Importaron de China una máquina para los acolchonados de los cobertores y edredones.

También compraron un plotter y una sublimadora para los estampados, con diseños infantiles y para adultos. Esta inversión fue de USD 38 000, vía crédito.

Actualmente, la empresa está ubicada en el ingreso a Huachi La Joya, en el centro de la ciudad. “Mi padre César fue un emprendedor y fue el ejemplo para incursionar en los negocios”, dice ella.

Hace dos años la posta la tomaron sus hijos, María Augusta y Fabián. Los dos están involucrados en la comercialización de las líneas de producción y el diseño. Con las enseñanzas de sus padres dirigen estas áreas del emprendimiento en las que se diseñan sábanas para niño, niña, adultos y jóvenes.

Los productos se comercializan en Ambato, Riobamba, Quito, Portoviejo, Chone, Quevedo, Santo Domingo, Guaranda, Puyo, Tena y otras ciudades del país. Actualmente, se producen entre 600 y 700 edredones semanales que se envían a 20 distribuidores a escala nacional.

Hace nueve años Gloria Vega es cliente de Fabitex. Su local funciona en el Centro Comercial Ferroviario, en el centro de Ambato. Cuenta que los productos son de calidad y por eso la demanda se incrementa en un 20% cada mes.

A esto se suma el precio accesible de los juegos de sábana, edredones, pijamas, cubrecamas y la línea infantil que se confeccionan con telas de calidad. “Los diseños novedosos y diferentes a otras empresas permiten que haya demanda. Mis clientes llegan de otros cantones y también de Latacunga y Riobamba”, dice Vega.

La proyección de Aguayza es realizar una nueva inversión para la fabricación del plumón, que es la materia prima que usa en la confección de sus líneas.

La empresa, en el 2011, abrió una tienda de exhibición y distribución en la que los clientes pueden escoger cada uno de los modelos y diseños fabricados con telas de algodón e hijo.

María Augusta Caguana dice que a pesar que ella y su hermano están bajo el control de sus padres, ya comenzaron abrir sus propias líneas de producción. “Estamos buscado productos con el propósito de incrementar las ventas en el país. La innovación es un puntal de nuestra empresa”.