Muyu viene del vocablo kichwa que significa semilla. Los creadores de este emprendimiento piensan que el primer paso para proteger es conocer. Diseñan peluches de la fauna ecuatoriana para sembrar en los niños la semilla de la curiosidad. Así, los pequeños, aprenderán sobre los animalitos y querrán protegerlos.

Pamela Arias creó Muyu en 2017. Ella es bióloga y buscaba una forma divertida de que los niños conozcan a los animales que viven en Ecuador y que los protejan. Su primer modelo fue un murciélago, un animal malentendido por muchos, pero que ella adora. Después surgió la idea de diversificar con más modelos que atraigan a los más pequeños.

En 2020 Pamela iba a cerrar el emprendimiento por falta de tiempo. Fue cuando su hermano José Luis Arias decidió comprarlo y darle un nuevo giro. Ahora sus creaciones se venden en tiendas, zoológicos y parques en los que habitan estos animales.

“Muyu es la semillita de curiosidad que queremos sembrar en las futuras generaciones para el cuidado y protección de toda la fauna”, señala José Luis Arias.

Ganaron un concurso de capital semilla con Conquito, lo que les permitió posicionar su marca y registrarla. Eso les ayudó a darse a conocer en los distintos sitios en lo que están vendiendo. También participan en ferias de emprendimiento y otros eventos en los que hay niños.

Tienen animales de todas las regiones

Al momento cuentan con 15 modelos en stock: coatí, cóndor, venado, cuy, jaguar, mono araña Costa, mono araña Oriente, murciélago blanco, nutria, osos de anteojos, oso perezoso, rana arborícola y tortuga de Galápagos. Cada uno tiene un costo de USD 15.

Este año planean fabricar nuevos modelos, especialmente los que habitan en las islas Galápagos como la fragata, el pingüino, el piquero y el león marino. En el día oficial de cada uno de los animales suelen lanzar alguna promoción especial.

Trabajan con un grupo de artesanos quiteños quienes se encargan de la producción. Mientras que Arias es quien se encarga de los diseños, la logística y las entregas.

Los peluches se elaboran en microfibra con detalles bordados. Cada uno lleva una etiqueta en la que se explica que tipo de animal es, dónde vive, lo que come y los peligros que enfrenta. Y se adjunta una foto del animal original para que los niños lo conozcan.

Tienen un punto de venta en la av. Amazonas N9-185 y Gaspar de Villarroel. También los venden en AT Store, ubicada en la Ronda; el Jardín Botánico; el Zoológico de Guayllabamba; Zoológico de Guayaquil; Parque Amaru y Parque Cóndor. O se pueden conseguir a través de sus redes sociales y su página web: www.muyupeluchesec.com.

Su plan a futuro es elaborar títeres para contar historias a los niños y que puedan conocer más a los animalitos y conectar con ellos.

Los peluches son grandes compañeros

Además de enseñar a los niños sobre la fauna ecuatoriana, los peluches ayudan a los niños a dar el primer paso hacia su independencia. Los hermanos Arias consideran que tener un amiguito de peluche ayuda a los niños a sentir protección y les puede dar confianza para explorar el mundo.

"Los peluches también ayudan a los niños a aceptar y comprender sus emociones, 
a perfeccionar el habla y lenguaje, a convivir con los demás,  investigar y sentir que tienen más control sobre su mundo", asegura Arias.  

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