Es el director ejecutivo de Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham) desde enero del 2015.

Es el director ejecutivo de Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham) desde enero del 2015.

Felipe Espinosa: 'Con EE.UU. hay que ser pragmático'

5 de enero de 2018 18:16

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana analiza las intenciones del Gobierno ecuatoriano de negociar un acuerdo comercial con EE.UU. Destaca el trabajo del Ministro de Comercio Exterior y sugiere pensar en el largo plazo.

¿Cómo se perfila la iniciativa del Gobierno ecuatoriano de acercarse a EE.UU. pensando en fortalecer las relaciones comerciales?

Ha sido muy interesante lo que ha hecho el Gobierno ecuatoriano, con las visitas del ministro de Comercio Exterior, Pablo Campana, a Washington, más el deseo de acercamiento y el clima que se ha creado. El embajador de EE.UU. en Ecuador, Todd Chapman, también ha sido una figura muy positiva porque ha buscado acercar a los dos lados. Todo esto sí da un nuevo giro a la relación comercial entre los dos países. En general, estos acercamientos se basan en un esquema de confianza, de buena voluntad de las partes. En este camino también se han dado tropiezos, como la denuncia a los tratados bilaterales de inversión que pone trabas, cuando se podía haber manejado de otra manera.

El tema de los tratados bilaterales de inversión aún está por resolverse. ¿Eso cómo incidirá en las intenciones del Gobierno ecuatoriano?

El Presidente de Ecuador le ha entregado toda la responsabilidad de las inversiones al Ministerio de Comercio Exterior. En ese sentido, tiene una tarea bien complicada porque esto se basa en confianza, además tiene la tarea de liberar obstáculos.

¿Se puede decir que Ecuador está reiniciando una relación comercial con su principal socio?

Sí, con acciones positivas, pero también con trabas importantes como la tasa aduanera. Siempre que se trata de explicar ese tema no es algo sencillo, no es un tablero liso, siempre hay asuntos rugosos que afectan.

El Gobierno ecuatoriano está moviendo sus fichas en materia de comercio exterior. ¿Lo está haciendo bien?

El ministro Pablo Campana está con una tarea muy importante, le ha ido muy bien según las notas de prensa. Es un periplo largo que ha recorrido, que debe ser agotador, pero ha visitado muchos países, ha hablado de tratados comerciales, de inversiones y otros temas. Entre esos asuntos está la relación con Estados Unidos.

Esta relación con EE.UU. es clave para el Ecuador. ¿El Ministro tiene los contactos necesarios para lograr resultados favorables para el país?

En EE.UU. siempre hay que considerar dos puntos. El primero es saber que el sector privado es el que tiene, al final de cuentas, las riendas y el que le va a pedir al Gobierno lo que se quiere que haga en materia comercial. Manejar las relaciones con el sector privado es tremendamente importante.

¿Hay que tener contactos en el sector privado en EE.UU.?

Los contactos se hicieron en la visita del Ministro y fueron muy importantes, con todas las preguntas que surgen en el camino y que tienen que resolverse. Lo importante es que se hicieron los contactos que no se habían hecho en mucho tiempo. Hay que reconocer que esos acercamientos ya se dieron al final del Gobierno anterior, con la visita del entonces ministro de Industrias, Santiago León. Allí ya hubo una primera reunión con el sector privado. En una negociación hay que entender cómo piensa la otra persona, qué necesita, en qué va a ceder y en qué no. Por eso, para Ecuador es muy bueno entender el papel preponderante que tiene el sector privado en EE.UU.

¿Y cuál es el segundo punto para negociar con EE.UU.?

También es muy importante saber quién va a negociar y firmar esos acuerdos comerciales. Y esos son los representantes del sector público. Por eso digo que el Ministro ha hecho bien en centrarse en el sector privado y el público. En diciembre se reunió con el USTR (la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU.) por la renovación del SGP; era una urgencia y las urgencias a veces son buenas porque nos permiten dar pasos importantes. Aparentemente las cosas van por buen camino. Pero hay que pasar de las urgencias al largo plazo, a las políticas comerciales de Estado. Todo lo que queramos hay que ponerlo en la mesa y negociarlo bien. No podemos estar pendiente de la renovación de una preferencia arancelaria que depende solo de EE.UU.

¿El SGP es entonces un buen punto de partida?

El SGP es superimportante. Un tratado comercial va a tomar tiempo y si vemos que el SGP está funcionando va a generar tranquilidad en el sector exportador. Su extensión es política interna de EE.UU. y ojalá se extienda en el primer trimestre del año.

¿Viendo más allá del SGP y pensando un posible tratado comercial con EE.UU., qué perspectivas se tienen?

Un tratado tiene que ser bueno para las dos partes, sino va a ser temporal. Analizando el tratado con la Unión Europea se ve un crecimiento de exportaciones ecuatorianas y no ha pasado nada malo para la producción nacional. Por eso un buen tratado comercial debe darnos la oportunidad de hacer más transacciones con EE.UU. con la tranquilidad de proyectarse en el largo plazo.

Lo de pensar en el largo plazo ya se ve en el acuerdo con la Unión Europea.

Así es, hay la seguridad de que mañana no se cambiarán las reglas de juego. Eso podemos seguir haciendo con EE.UU. Ecuador necesita exportar más, todo lo que se pueda, siempre en buenas condiciones para el país. También, necesitamos importar en buenas condiciones porque la industria ecuatoriana no puede funcionar sin importaciones.

El ministro Pablo Campana planteó que un acuerdo con EE.UU. debería buscar condiciones similares al tratado con al UE. ¿Esto es posible?

Cada uno tiene intereses diferentes. Los europeos son negociadores duros y complicados. En ese sentido Ecuador ya tiene cierta experiencia. Con la UE nos subimos al bus que ya estaba rodando, nos subimos al bus de los tratados que firmaron Colombia y Perú y negociamos lo que era diferente. Algo similar debemos hacer con EE.UU., para qué inventar el agua tibia. Recordemos que ya se hizo una negociación previa con EE.UU. (NDLR: en el gobierno de Lucio Gutiérrez) y se llegó a un punto muy cercano. En base a eso podemos armar el rompecabezas y discutir tres o cuatro puntos muy puntuales para tener más oportunidad.

¿El tema implica ...?

Voluntad política que se está viendo. Sigue con crear confianza y no levantar obstáculos. Un tercer punto es el convencimiento de que lo vamos a hacer bien. Además hay que ir con una mente pragmática y no dogmática. Todo esto va a ayudar.