Iliana Rodríguez es la vicepresidenta de RR.HH. de Lundin. Ha trabajado en compañías de sectores estratégicos en Libia, Omán, Mauritania... Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Iliana Rodríguez es la vicepresidenta de RR.HH. de Lundin. Ha trabajado en compañías de sectores estratégicos en Libia, Omán, Mauritania... Foto: Patricio Terán / LÍDERES

Firmas petroleras y mineras valoran su talento

24 de septiembre de 2019 10:45

A Iliana Rodríguez las ofertas laborales le llegaron muy joven y las ha aprovechado todas. A los 18 años ya era asistente de Recursos Humanos en el desaparecido Filanbanco. Antes, como colegial, ya había hecho prácticas en una multinacional y en el sector público. Su dominio del inglés y alemán, más sus estudios de Secretariado Bilingüe, eran sus cartas de presentación.

Del banco pasó a BASF, una empresa alemana del sector químico con operaciones en Ecuador. Allí se desempeñó como asistente de gerencia. La compañía no tenía una política clara sobre el manejo del talento humano (se contaban cerca de 100 empleados) por lo que Rodríguez fue enviada a Bogotá para capacitación. “Tenía 20 años y estaba feliz aprendiendo”.

A su regreso a Ecuador se encargó del departamento de recursos humanos de la compañía alemana, cuenta esta mujer que antes de vincularse al mundo del manejo de personal había estudiado Turismo. Incluso trabajó como guía pero no se sintió a gusto.

Nacida en Uruguay, Rodríguez vino a Ecuador cuando tenía 13 años. Su papá, Ariel Rodríguez, vino a trabajar como preparador físico de la Universidad Católica a mediados de los años 80 y la familia se radicó en Quito.

De su niñez recuerda que en el verano nadaba en los ríos de Canelones, una pequeña ciudad uruguaya. También practicaba patinaje. “Hoy cuando tengo tiempo y quiero desestresarme patino en un parque del norte de Quito”.

Estas y otras anécdotas personales las cuenta -acompañada de una sonrisa- en el norte de Quito, en las oficinas de Lundin, la minera canadiense para la que trabaja desde el 2015. Rodríguez es la vicepresidenta de Recurso Humanos de la compañía en Ecuador.

Los viajes por el mundo, en especial por América, Medio Oriente y África, han marcado la vida de esta ejecutiva que es madre de dos hijas, una adolescente de 18 años y una pequeña de 6. Esos desplazamientos los ha hecho por trabajo, en su gran mayoría.

El primero fue a Detroit, EE.UU., a donde fue como empleada de BASF. El plan era que allá aprendiera nuevas habilidades profesionales. La nieve, el frío y la soledad marcaron sus jornadas, pero no se desanimó. Aprovechó para estudiar, aprender y crecer.

En 1997 volvió al Ecuador para “una tarea complicada”. Tuvo que reducir la nómina, de 150 a 90 trabajadores. “Fue muy duro y luego de cumplir mi trabajo renuncié”.

Al año siguiente ingresó a la petrolera Oxy, firma en la que ocupó distintos cargos en Ecuador, Libia y Omán. Recuerda con detalle la expulsión de la Oxy en el 2006. “Había que hacer las liquidaciones de las personas. Eran cerca de 300 y lloré los tres días que tomó el proceso. Tuve que reubicar a la gente en oficinas en otros países. Al final reubicamos a unas 60 familias”. Entonces tenía 25 años y sumaba experiencia.

La misma compañía la llevó hasta Libia, donde se encargó del plan de sucesión para reemplazar expatriados por nacionales. Rodríguez pasaba 30 días en Libia y volvía a Ecuador o iba a EE.UU. “Fue mi primera experiencia en un país árabe y me fascinó”.

Una nueva oferta laboral, ahora de una farmacéutica, la trajo de regreso para América Latina, pero nuevamente la Oxy la llamó, ahora para un cargo en Omán. “Me enamoré de ese país y con la familia tenía planes de largo plazo. Me embaracé, pero fue un embarazo de alto riesgo y perdí al bebé días después del parto. Fue la experiencia más dura de mi vida”.

Zaina Al Maashari trabajó con Rodríguez en las oficinas de Oxy en Omán. En un correo electrónico la describe como una amiga de verdad y como una líder en temas de trabajo. “Es una experta en recursos humanos, muy dedicada y enfocada en los resultados. Es una mujer muy determinada y llegará tan lejos como se lo proponga”.

Para intentar aliviar el golpe emocional, Rodríguez dejó de trabajar y se mudó con su esposo a Egipto, en el 2009. Allí, meses después, la Oxy le pidió que capacitara a ejecutivos de la petrolera en Libia. Era una tarea que no le demandaba tanto tiempo por la distancia. “Pero mi salud no iba bien y extrañaba a mis padres”, dice esta mujer que se declara muy creyente. Dejó Egipto poco antes de que se iniciara la primavera árabe en el 2010.

La experiencia acumulada le trajo una nueva oportunidad laboral. La minera Kinross, con la que trabajó hasta 2013, la reclutó y trabajó en Ecuador, así como en Mauritania (África). Ella pasaba entre los dos países y Canadá.

Al mirar hacia el pasado, Rodríguez cuenta que se ha sensibilizado con los años. “Hay que tener prioridades en la vida, no dejar de lado lo importante. Valoro mucho a la gente con la que trabajo”.

El CV

Formación. 
Tiene un MBA en la Universidad San Francisco de Quito, con mención en RR.HH. También estudió marketing y finanzas en la Universidad del Pacífico, así como Turismo en el Instituto Latinoamericano.

Carrera. Ocupó gerencias y direcciones de Recursos Humanos en Kinross y Oxy , en donde desde los primeros escalones, forjó una amplia carrera.

Es parte clave del equipo directivo

Iliana Rodríguez es parte de Lundin desde el 2015. Llegó a esta compañía luego de la salida del país de Kinross. Hoy ocupa la vicepresidencia de Recursos Humanos de Lundin. Es miembro clave del equipo directivo que gestionó el arranque de las operaciones en Ecuador.

Una de sus tareas en la minera ha sido desarrollar una cultura organizacional basada en el concepto ‘self perform’. “Fue un reto gigante con el que hubo que crear todo. En ese proceso hubo momentos retadores y dudas en el equipo, pero les pedí que confíen en mí y lo hemos logrado”.

Uno de los objetivos alcanzados ha sido trabajar con instituciones como el Ministerio de Educación capacitando a gente de Zamora Chinchipe, en especial a jóvenes. “Han sido años muy demandantes, pero hemos cumplido las metas”.

Rosa Inés Arteta es coordinadora Ejecutiva y de Administración en Lundin. Dice que Rodríguez tiene una excelente habilidad para formar y dirigir equipos de trabajo. “Es una líder nata, empodera a la gente, le da confianza, delega responsabilidades y logra el desarrollo profesional y personal de quienes trabajan con ella”.

Arteta añade que Rodríguez tiene una visión integral de todo lo que involucra el área de Recursos Humanos.

Hoy en día esta madre y esposa lidera la creación de estrategias y programas de gestión del talento humano necesarios para el manejo del crecimiento de Lundin durante el desarrollo del Proyecto Fruta del Norte.

Allí se espera que la producción de oro empiece en el último trimestre de este año. Según las autoridades mineras, en su primer año de producción, Fruta del Norte generará USD 375 millones en exportaciones y USD 6 300 millones en sus 15 años de vida útil.