Evelyn Andrango (foto) y su hermana Patricia son expertas en la cosecha de las flores para elaborar los productos alimenticios. Foto:Cortesía / Mateo Barriga

Evelyn Andrango (foto) y su hermana Patricia son expertas en la cosecha de las flores para elaborar los productos alimenticios. Foto:Cortesía / Mateo Barriga

Estas flores comestibles surgen de las mujeres de La Divina Papaya

20 de abril de 2023 00:28

Ellas son tres divinas papayas: Natalia Wray y sus hijas Violeta y Daniela Moreno Wray. En Cayambe cultivan todas las plantas posibles de flores comestibles. Con ellas producen alimentos saludables y libres de químicos.

Patricia Andrango, cosechadora y experta en deshidratación de las flores, describe las parcelas soleadas y llenas de todos los colores.

Mientras comparte con la naturaleza y el blanco cono del volcán Cayambe, ella recoge rosas rosadas y botones; pensamientos amarillos, rojos y morados; lavandas bien aromáticas, violetas, clavelines, alelíes, caléndulas, centaureas...

Le gusta el aroma de las flores, mariposas, abejas y orugas que aparecen en la recolección, o el canto de los pájaros. Al cuidar las flores se protege la tierra porque “sembramos sin químicos”.

Cree que hay más de una docena de variedades en la finca Upayakuwasi, en Cayambe. Ahí funciona la empresa La Divina Papaya, dirigida y operada por mujeres.

Daniela, Violeta y su madre Natalia fundaron, en 2019, este negocio literalmente floreciente. Se llama La Divina Papaya por el dicho popular ecuatoriano de que cuando “te crees la mejor y crees en ti, eres la divina papaya”, dice Violeta, una artista de teatro.

Esta empresa procesa té, tizanas, infusiones, sazonadores, chocolates con flores, sales saborizadas, ‘snack’, flores deshidratadas y frescas, mix deshidratados dulces para repostería y mix salados para ensaladas o comida salada.


En enfoque del negocio
La Divina Papaya es no solo ser, sino parecer, comenta Violeta. Por eso, se relaciona con el consumo responsable, cuidado del ambiente, comercio justo, la inclusión de las mujeres y el triple impacto en la sociedad al ser una empresa BIC.

Daniela, fotógrafa y artista de cine, agrega otros elementos. Ellas y su madre -una antropóloga- elaboran alimentos con el poder y nutrición de las plantas. Wray siempre recolectaba flores en sus viajes y las llevaba a casa. Las tres tuvieron (y tienen) esa curiosidad por descubrir el poder de las flores.

Con La Divina Papaya buscan y ofrecen productos saludables, nutritivos y veganos. Así impulsan la florifajia, que es la alimentación con flores en la dieta diaria. Se alimenta el cuerpo, la mente y ayuda a la belleza, dice Daniela.

Las hermanas resaltan, por sus investigaciones, que las flores son un alimento funcional porque tienen hierro, potasio, calcio, fibra, proteína, vitaminas A, B y C, antioxidantes y compuestos químicos para el cuerpo.

Wilson Quilumbaquín, y las hermanas Violeta y Daniela Moreno Wray cosechan las flores en su finca Upayakuwasi, en Cayambe. Foto: Cortesía / Mateo Barriga

Wilson Quilumbaquín y Violeta Moreno Wray cosechan las flores en su finca Upayakuwasi, en Cayambe. Foto: Cortesía / Mateo Barriga


Un premio de la ONU
Para su plan de crecimiento tienen el apoyo de una aceleradora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación.

En el 2022, La Divina Papaya fue una de las 10 iniciativas de negocios que ganó un concurso del programa Hzero en Bogotá. Este es un hub de innovación para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos.

HZero escogió esta empresa por generar un impacto para erradicar el hambre en la región y por elaborar productos innovadores.

En este momento reciben capacitaciones, apoyo técnico y financiamiento. El plan del negocio es estructurar su sistema de proveedores agroecológicos, ampliar su capacidad de producción y ventas.

Con la aceleradora también organizan a sus aliadas y aliados, que son las productoras de las comunidades. “Ellas son importantes para nosotras”, manifiesta Daniela.

El mercado y las comunidades

Sus productos se comercializan en tiendas especializadas, ventas en e-commerce y a través de las redes de Facebook e Instagram (están como @Ladivinapapaya).

Sus productos están en Quito, Guayaquil, Manta, Machala, Loja, Riobamba y Galápagos. A finales del año pasado hicieron una primera exportación de té a una tienda del aeropuerto de Washington.

Al momento procesan 2,8 toneladas de materia prima cruda. Las beneficiarias son 65 productoras directas y 340 indirectas.

Con apoyo del programa HZero de este año, que durará seis meses, esperan procesar 24 toneladas. El propósito es ampliar a 305 beneficiarias directas y 1 830 indirectas.

Las mujeres tienen pequeñas parcelas. Ahí se impulsan las flores comestibles y hierbas aromáticas, alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Nuestro modelo de negocio es acompañar a las mujeres e innovar en lo social y tecnológico”, manifiestan las dos divinas papayas.

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