Empleo

En la Agencia metropolitana de Desarrollo Económico ConQuito se dictan charlas relacionadas con inserción laboral. Más personas buscan una opción en la bolsa de empleo de la entidad. Foto: Galo Paguay / LÍDERES

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Gobierno y empresas afinan métodos para cuidar el empleo

24 de enero de 2016 17:04

A través de acuerdos ministeriales, el Gobierno oficializará nuevas modalidades contractuales para evitar que las personas pierdan más empleos en el país.

El pasado 18 de enero, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) presentó los resultados de la encuesta de empleo. La tasa de empleo adecuado cayó 2,8 puntos en diciembre respecto al mismo mes del 2014 y el desempleo creció en 0,98 puntos.

El ministro de Trabajo, Leonardo Berrezueta, reconoce estas cifras e indica que el Gobierno está aplicando mecanismos para sostener el empleo. De hecho, esto ya había sido anunciado por el presidente de la República, Rafael Correa, el pasado 26 de diciembre.

Según el ministro se darán facilidades para la contratación de trabajadores en los sectores de construcción, agropecuario y transporte. Esto implica que se pueden contratar empleados por un tiempo, luego salir y volver a las actividades.

Según Berrezueta, ya se emitieron los acuerdos para esas áreas, aunque no ha dado mayores detalles de su alcance. Únicamente explica que en el sector agrícola se hicieron ciertas modificaciones, de acuerdo con la especificidad por el tema floricultor, ganadero, pecuario, entre otros segmentos.

La idea es hacer ajustes pero garantizar la estabilidad del trabajador, bajar el pasivo laboral al empresario y generar seguridad jurídica para ambos. “Esto estamos generando debajo de la línea del contrato discontinuo, que será por tres o cuatro meses en función de la obra o la necesidad. Termina el contrato, no genera pasivo laboral y tiene la obligación, el empleador, de volver a contratar a este trabajador el año siguiente”.

Si el patrono tiene la necesidad de contratarlo y no lo hace se genera el despido intempestivo. En ese caso corresponde pagar la indemnización respectiva, porque la relación laboral acaba.

Berrezueta aclara que en ningún caso se está realizando una flexibilización laboral en el país. Ahora, en el Ministerio también se están generando acuerdos para otras áreas que no fueron nombradas por el Presidente de la República. “Entre ellas, por ejemplo, una modalidad contractual específica para el sector turístico, para el de pesca, para el artesanal. También para el empleo juvenil”.

En diciembre Rafael Correa anunció mecanismos tributarios para mantener el empleo. Para los empresarios que contraten trabajadores que se mantengan al menos seis meses consecutivos habrá deducciones tributarias. “100% de deducción adicional por remuneraciones y aportaciones de la seguridad social (...) si ustedes pagaron 200 dólares por sueldos implica 200 dólares en gastos. Así, disminuyen utilidades y pagan menos impuestos. Pero esos 200 dólares de salarios constarán como 400 dólares para incentivar a mantener el empleo”.

Otro de los apoyos para el sector privado es la exoneración del pago de anticipo al impuesto a la renta (IR) en el 2016, para los sectores con una drástica disminución en ingresos, como el petrolero.

Un tercer mecanismo es que “en casos excepcionales” el Consejo de Comercio Exterior (Comex) podrá aplicar diferimientos arancelarios a empresas por la importación de materia prima, insumos y bienes de capital, siempre y cuando hagan el compromiso de mantener los trabajos.

Entre los incentivos también está el hecho de que si el Estado no ha pagado a un contratista y este enfrenta multas con el Instituto de Seguridad Social, por atrasos en el pago de aportes, quedará libre de estas. También se podrán refinanciar las deudas con la seguridad social con tasas preferenciales...

El Gobierno dice que busca un pacto nacional para mantener los puestos de trabajo y que este y otros temas se analizarán en la primera reunión del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios, que se tiene previsto desarrollar en la primera semana de febrero.

Mientras el Ejecutivo plantea opciones, las empresas también diseñan sus propias estrategias.

Normativa

La norma de contratación es más rígida desde el 2008


La contratación laboral se volvió rígida por las reformas a la legislación implementadas desde el 2008. Ese año se aprobó el Mandato 8 de la Constituyente que eliminó y prohibió la tercerización, intermediación laboral, contratación por horas y cualquier forma de precarización de las relaciones de trabajo.

Galo Cárdenas, director de Coloaustro Abogados, firma cuencana asesora de empresas, dice que desde entonces se eliminaron progresivamente las modalidades de contrato laboral como a plazo fijo, por horas..., “lo que dificultó la creación de nuevas fuentes de trabajo en el sector privado, no así en el público porque el Gobierno se convirtió en un gran empleador”.

Para el abogado laboralista, Teodoro González, fue positiva la eliminación de la contratación por horas, porque no brindaba ninguna seguridad a los trabajadores. Pero advierte que la contratación por intermediación laboral, que se denominó tercerización, sigue vigente con otro nombre.

Él señala que ahora se llama prestación de actividades complementarias y allí están incluidos los servicios de seguridad, alimentación, mensajería… Agrega que la intermediación laboral fue una modalidad que no fue adecuadamente controlada por las autoridades y “se permitió el abuso, pero con regulación es buena”.

El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cuenca, Jaime Moreno, dice que la prestación de servicios sigue porque, en la actualidad, las empresas no deben hacer todo sino apoyarse en especialistas y generar sinergias para reducir costos. Para él, las reformas fueron dogmáticas más que prácticas y “necesitamos flexibilización”.

Pero hay otras normas que mantienen la rigidez. En abril del 2015 se aprobó la Ley de Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo del Hogar; allí se eliminó el contrato a plazo fijo y se creó el vínculo laboral por obra o servicio determinado dentro del giro del negocio y se fija un bono de desahucio del 25% de la última remuneración.

Costos

Empresarios piden incentivos y jornadas laborales flexibles


El recorte de personal es y será siempre, la última y la más difícil decisión para el empleador en tiempos de crisis. Así sostiene Pablo Arosemana, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil. “Lo último que quiere hacer el empresario es eso, porque invertimos tiempo, dinero y recursos en contratar y capacitar al personal”, explica.

Por eso el sector productivo espera que este año se brinden incentivos como la exoneración del anticipo al Impuesto a la Renta (IR), para las empresas que se abstengan de recortar personal y la doble deducibilidad de los gastos de contratación.

Pero más allá de los incentivos, Arosemena señala que para precautelar los empleos, el Gobierno debe dar una pausa normativa y generar confianza para la inversión. “La clave es tener más mercado para vender el producto, así podremos tener más ingresos para contratar gente o mantener el empleo”, dice el dirigente gremial.

Henry Kronfle, expresidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, señala que para que la flexibilización laboral se traduzca en menos desempleo se necesita dinamizar la jornada laboral. “Se puede equilibrar para que exista una distribución de horarios de trabajo que permitan a las empresas contratar mano de obra en el momento que no hay pico de consumo de energía, por ejemplo”.

Con este modelo, añade Kronfle, los empresarios podrían mitigar el impacto del costo energético. “Al no trabajar en horas pico, ese costo reducido en la factura ayuda a compensar, ahorrar y destinar ese dinero a mantener empleos”.

Mientras que en el trabajo en el campo, los empleadores piden políticas de contratación que se adapten a la naturaleza de sus negocios. “Debemos tener un código agrícola laboral propio. Necesitamos flexibilidad para que las 40 horas a la semana se repartan de acuerdo con la naturaleza de cada actividad del campo”, indica Teófilo Carvajal, gerente de la Asociación Nacional de Ganaderos.