Esta empresa tiene más de una década en el mercado y es pionera en el país en la elaboración de brasieres. El 99% de su materia prima es importada. Foto: Julio Estrella/LÍDERES

Esta empresa tiene más de una década en el mercado y es pionera en el país en la elaboración de brasieres. El 99% de su materia prima es importada. Foto: Julio Estrella/LÍDERES

Grandes cadenas venden su moda

12 de julio de 2022 18:11

Esta marca está dedicada a la comercialización de ropa interior, específicamente de sostenes. Tienen presencia a escala nacional y próximamente sus prendas se enviarán a tiendas de EE.UU.

El gusto por la moda y sobre todo por la ropa interior llevó a Letty Coloma a involucrarse en el comercio de este tipo de prendas desde que era adolescente, sin saber que ese sería su estilo de vida y la llevaría a fundar una de las más grandes empresas de confección de ropa interior en el país: Salomé.

En su carrera universitaria, esta ingeniera en Administración de Empresas, realizó un estudio de mercado sobre la comercialización de ropa interior en el Ecuador y se dio cuenta que este nicho estaba poco explotado y que podía ser mejor aprovechado.

Con una inversión de USD 3 000 empezó a traer mercadería de Colombia y a distribuirla en diferentes puntos de venta en el país, incluso en una de las cadenas de supermercados más grandes. Sin embargo, una ocasión el pedido llegó incompleto y perdió sus ventas. Esa fue su motivación para crear la marca y empezar en la producción.

Ella comenzó el negocio fabricando panties, pese a que no tenía mucha experiencia en este tipo de confección. Comenta que uno de sus hermanos le presentó a una amiga, quien se convirtió en una especie de maestra y que se encargó de realizar los moldes.

Con los primeros bloques de confección no logró ingresar a las grandes tiendas, pues le pedían constantes cambios. Coloma, de 49 años, indica que uno de los desafíos más importantes para empezar en un negocio es la constancia, ella lo logró y tras varios intentos empezó a comercializar el producto en estos locales.

En ese entonces vendían 20 000 prendas cada mes. Sin embargo, veía que el negocio no iba en esa línea pues existía mucha competencia en el mercado, así que se decidió por fabricar sostenes.

Reconoce que los primeros modelos que realizó tenían algunos errores y no cumplían con la calidad que se requería para entrar en el mercado.

En 2012 decidió contactar con diseñadores de otros países y traerlos al país para capacitar a sus colaboradores y mejorar su técnica. Empezó a fabricar las prendas con seis empleados en un departamento de tres dormitorios en el norte de Quito. Uno lo utilizaba como bodega de telas, el otro era un departamento administrativo y contable y el tercero era el taller de producción.

Años más tarde, con un crédito bancario adquirió el terreno donde funciona actualmente la empresa y una vez que terminó de pagarlo realizó otro para empezar a construir las oficinas y adquirir equipos más sofisticados para ampliar su línea de producción.

En la actualidad, cuentan con 70 trabajadores de planta y cuatro líneas de producción: panties, sostenes, ternos de baño y pijamas.

Según Coloma, uno de los éxitos de su empresa fue crear una marca propia sin maquilas de por medio. Ahora tienen cuatro tiendas en Quito y comercializan sus productos por canales de retail en grandes cadenas de moda y a través de su página web. Al resto del país llegan por medio de un distribuidor, sobre todo en la zona de la Sierra y Amazonía. En las grandes tiendas cuentan con sus propias impulsadoras de marca para incrementar los niveles de venta.

En los últimos años han optado por una estrategia digital que apunta a las redes sociales y a la
publicidad tradicional. Además, realizan pasarelas con las distintas colecciones para darle a sus clientes una perspectiva de lo que vendrá. Su cartera cuenta con más de 40 clientes mayoristas, es decir que compran entre USD 1 000 y USD 3 000.

Coloma asegura que una de sus fortalezas está en los equipos que manejan en la fábrica, pues todas las máquinas son electrónicas y eso les permite producir de forma más rápida y con menos esfuerzo. También emplean un tipo de tecnología láser y de ultrasonido para que las prendas tengan mejor acabado.

Para fabricar las copas de los sostenes cuentan con su propia fábrica, al igual que con una máquina tinturadora que utilizan para que todos los insumos de las prendas puedan tener el mismo color y acabado. Todos estos equipos los importan desde Colombia, al igual que la materia prima que utilizan.