Henry Pinto en las instalaciones de Yachay Tech. Fotos de recuadros superiores junto a colegas investigadores. Abajo, junto a Walter Kohn, Premio Nobel 1998 en Química

Henry Pinto en las instalaciones de Yachay Tech. Fotos de recuadros superiores junto a colegas investigadores. Abajo, junto a Walter Kohn, Premio Nobel 1998 en Química. Foto: Cortesía Yachay Tech

La Unión Europea destaca sus estudios en física

30 de abril de 2020 10:54

La física ha marcado el curso de la vida del profesor e investigador Henry Pinto. Su pasión por esta ciencia -que lo ha llevado a prepararse e investigar en diferentes países- se despertó desde joven, entre el colegio y la lectura.

Hoy, con 45 años, ejerce su profesión en el país. Es profesor principal tres y jefe del Departamento de Física en la Universidad Yachay Tech, desde el 2016 . Allí ha fortalecido el área de nanociencia.

Recientemente, el programa HPC-Europa 3, financiado por la Unión Europa (UE), aprobó una propuesta de investigación, liderada por Pinto y trabajará en supercomputadoras del bloque. Una de las potencialidades del estudio es la degradación del (dióxido de carbono) en ciertos materiales, lo que implicaría un beneficio al medio ambiente.

El investigador es otavaleño de nacimiento, pero quiteño de crianza. Su interés por la física fue inculcado en el Colegio Militar Eloy Alfaro, donde cursó el bachillerato con especialización en Física-Matemática y formó parte del club académico de física.

En casa, sus padres le recalcaban a él y a sus tres hermanos la importancia de ser buenos en matemática y otras ciencias exactas. La lectura también tenía un valor importante en su hogar. Dos libros le marcaron de joven: ‘Cosmos’, de Carl Sagan, y ‘La breve historia del tiempo’, de Stephen Hawking.

El atletismo fue otra de sus pasiones de juventud. Participó en competencias intercolegiales de carreras cortas. En su vida adulta, ha retomado las pistas como pasatiempo. Le gusta trotar y participar en carreras 10K, como la Ruta de las Iglesias, en Quito.

Se graduó de Físico en la Escuela Politécnica Nacional (EPN), en 1999. Su tesis de grado fue un estudio computacional de polarones en el titanato de bario, investigación que fue publicada en una revista científica, de EE.UU.

Francisco Salazar, un amigo de la infancia con quien coincidió en los primeros años de la universidad, considera que Henry es una persona altamente inteligente: “en la universidad era de los que resolvían un problema siguiendo su propio camino e igualmente llegaba a la respuesta”. Destaca su carácter entusiasta y la pasión por su profesión. “En Yachay debe estar contagiando a sus estudiantes para que rompan barreras”.

Muy pronto llegó su primera experiencia en el extranjero, gracias a que obtuvo una beca para una especialización en Métodos en la Teoría del funcional de la densidad (DFT, por sus siglas en inglés), en la Universidad de Aalto, en Finlandia, que tuvo una duración de un año.

Los estudios que realizó en ese país, explica Pinto, tienen como fin entender las propiedades de los materiales desde una perspectiva atomista, aplicando la teoría cuántica, con la ayuda de supercomputadoras. El entendimiento de los materiales, a escala atómica, permite mejorar ciertos de ellos, con posibles beneficios en la industria automotriz, la medicina, la electrónica o el ambiente.

“Vivir en Finlandia fue una experiencia muy enriquecedora. Es un país con costumbres diferentes, más frías; pero son más disciplinados. Son futuristas”, señala.

Luego de una estancia de investigación científica en Japón, de seis meses, cursó su doctorado en la Universidad Nacional de Irlanda, conjuntamente con el Instituto Nacional Tyndall, donde llevó a cabo una investigación científica.

Allí vivió durante cuatro años, con una beca de la UE. Una vez que culminó la tesis doctoral, retornó a Finlandia para cursar estudios postdoctorales, nuevamente en la Universidad de Aalto, específicamente en el Centro de Excelencia en Nanociencia Computacional del Departamento de Física Aplicada.

A los tres años y medio, retornó al país y laboró por un año en la Universidad Técnica Particular de Loja, como investigador en nanociencia computacional y profesor de la cátedra de física. Gracias a esa oportunidad, conoció a su esposa: Paola Ordóñez, quien también es científica y a quien considera una inspiración.

En 2010 se fue junto a ella a EE.UU., por una oferta en la Universidad Estatal de Jackson, en Mississippi, donde fue profesor de investigación del Centro Interdisciplinario de Nanotoxicidad durante cinco años. Volvió a Ecuador en 2016 por la oportunidad en Yachay Tech: “Me gustó que era una universidad que estaba comenzando y eso hacía más fácil mi influencia”.

Alicja Mikołajczyk, quien ha trabajado con Pinto en varias investigaciones desde el 2014, lo considera uno de los mejores y más pacientes profesores que ha conocido. “Es una persona que tuvo una gran influencia en mis habilidades de investigación y mis futuros logros”.