Una imagen del trabajo de los campesinos que forman parte de la Asociación Pacta Purusinchi,  quienes producen uvilla en Imbabura. Foto: Francisco Espinoza/para LÍDERES

Una imagen del trabajo de los campesinos que forman parte de la Asociación Pacta Purusinchi, quienes producen uvilla en Imbabura. Foto: Francisco Espinoza/para LÍDERES

En Imbabura se promueve el cultivo de la uvilla silvestre

30 de noviembre de 2017 16:33

Cada martes, pequeños productores de 12 comunidades de la parroquia San Pablo del Lago, en Otavalo, (Imbabura) llegan, uno a uno, con sus cosechas de uvillas.

Campesinas como Luz María Cazco, de 37 años, vieron en el cultivo de este fruto, pequeño y de sabor agridulce, una alternativa dentro de su producción agrícola.

La mayor parte de su vida en su terreno, de media hectárea, ha cultivado únicamente maíz. Desde hace un año empezó a florecer la planta de uchuva. Esta semana logró recolectar 31,5 kilos, que entregó en el centro de acopio, ubicado en el centro del poblado.

Cazco es uno de los 200 productores de la Asociación Pacta Purisunchi (Caminemos Juntos, en español), que se constituyó hace cuatro años. A más de maíz, la zona ha sido una productora tradicional de cebada y trigo, por lo que uno de los objetivos es diversificar la tierra para mejorar las condiciones de vida de los campesinos de la zona, explica Fausto Proaño, gerente de la Asociación.

Por eso, cuando la empresa Tierra Fértil llegó con la propuesta de desarrollar el cultivo de la uvilla no quisieron desaprovecharla.

Proaño recuerda que al inicio arrancaron con una veintena de agricultores. Sin embargo, tras las primeras cosechas se fueron sumando más campesinos.

“Ellos no le daban la importancia a la uvilla por tratarse de una planta que crece de forma silvestre”. Sin embargo, en esta localidad le han podio adaptar sin inconveniente a los 2 900 metros.

Las primeras siembras se hicieron con la variedad manzana, pero ahora también se ha introducido la redonda. Los asociados fueros capacitados sobre el manejo técnico de la planta.
Cazco señala que les enseñaron cómo prevenir enfermedades.

La asociación alcanza una producción de 1,5 a 2 toneladas, por semana. Todo el producto, que es previamente seleccionado, se entrega a la firma Tierra Fértil.