El Impuesto a la Salida de Divisas es el gravámen más criticado

El actual Gobierno introdujo desde el 2008 un Impuesto a la Salida de Divisas (ISD), que arrancó desde el 0,5% hasta llegar actualmente al 5%, Debido a esto, la recaudación de este impuesto creció más de 30 veces hasta octubre del 2012 al pasar de USD 31 millones a USD 944,1 millones.

Esta ha sido la principal herramienta de la autoridad tributaria para controlar el flujo de divisas desde el Ecuador hacia el exterior. Al menos ese ha sido el argumento del Servicio de Rentas Internas (SRI), cuyo director, Carlos Marx Carrasco, ha señalado que de esta manera se ha logrado disminuir que miles de dólares salgan de la economía. Según sus cálculos, este año, el primero con una tasa del 5%, significará que en el país se queden unos USD 2 000 millones, de los USD 25 000 millones que salen anualmente.

Sin embargo, esto ha sido criticado y los gremios incluso han impugnado ante la Corte Constitucional. El sector industrial y agrícola lo califica como un impuesto de carácter regresivo y que ahuyenta a los inversionistas potenciales que quieran venir al país.

Pero el SRI, en el libro Una Nueva Política Fiscal para el Buen Vivir publicado este año, defiende este impuesto. señalando que loque se busca es “penalizar la salida de capitales golondrina y posibilitar que las divisas provenientes de la actividad económica se inviertan en territorio nacional”.

Sin embargo, para Carlos Licto, abogado tributario, este tributo no cumple del todo este objetivo. “A veces saco dinero del país por necesidad, para enviar a un familiar, porque mi hijo estudia fuera o porque tengo que hacer una importación no porque quiera sacar inversiones, pero igual tengo que pagar”, dice Ligto.

De la misma manera, Galo Rosero, empleado privado, envía dinero mensual para costear la estadía de su hijo en EE.UU. y debe pagar el ISD. “Le envío unos USD 1 000 para ayudarlo con sus gastos, que me cuesta USD 50 más por el impuesto a la salida de divisas”.