Imagen referenciall. Foto: Pixabay

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La industria global de las aplicaciones móviles se estanca

7 de agosto de 2018 08:05

Basta revisar las tiendas de aplicaciones móviles en el ‘smartphone’ para encontrar una oferta extensa. Tan extensa que no tiene la demanda esperada.


De hecho existen informes que hablan de un estancamiento de esta industria que despegó de la mano de los teléfonos inteligentes, en especial a partir del 2008 cuando Apple presentó su primera tienda de aplicaciones.

Un estudio de Flurry Analytics trae noticias al respecto y señala que el año pasado la industria de las ‘apps’ móviles tuvo un decrecimiento. En el 2017 el negocio creció 6%, cinco puntos menos que lo registrado en el 2016, cuando creció 11%. “Los usuarios ahora pasan más de cinco horas al día en sus teléfonos inteligentes, y utilizan ese tiempo entre experiencias de aplicaciones nuevas y viejas”.

El mismo informe, que se encuentra en línea, asegura que mientras el crecimiento de las aplicaciones se ha estancado, las personas diversifican su comportamiento cuando utilizan ‘apps’ en su teléfono móvil.

El principal uso es compras en línea. Esta categoría creció un 54% ya que los consumidores continúan visitando portales de comercio electrónico en las pantallas de sus equipos. “Los usuarios cada vez se sienten más cómodos comprando en el teléfono”, dice Flurry Analytics.

A las compras le sigue la categoría de Música, medios y entretenimiento, que creció 43% el año pasado, lo que reafirma el cambio de los usuarios a dispositivos móviles para consumir medios.

Para obtener estos y otros resultados sobre la industria de las ‘apps’, el estudio mencionado rastreó el año pasado un millón de aplicaciones en 2 600 millones de dispositivos a escala global.

En Ecuador, la industria de las aplicaciones está en desarrollo y ya se encuentra software local en sectores como comercio electrónico, transporte, banca y finanzas, mensajería, entre otros. Si bien no existen datos oficiales de cuántas ‘apps’ se han desarrollado en el país y cuántas personas las utilizan, sí se encuentran datos sobre las aplicaciones más descargadas.

Los servicios de mensajería y comunicación ocupan los primeros puestos, tanto para teléfonos con sistema Android, como iOS.

WhatsApp, Messenger y Facebook
lideraron el año pasado las descargas en los dos sistemas operativos, según un artículo publicado en el blog Formación Gerencial. Luego aparecen Instagram, Spotify, Snapchat, OLX, Youtube y otras, en distinto orden según la plataforma utilizada. En esta suerte de ‘top ten’ no aparecen aplicaciones desarrolladas en Ecuador.

Allí se evidencia lo competitivo que puede llegar a ser esta industria tecnológica, en la que no hay fronteras, según fuentes consultadas por LÍDERES.

Para Carmen de la Cerda, de la incubadora y coworking Buen Trip Hub, la descarga de aplicaciones es un tema que cada día se lo piensa más. Para explicarlo usa una metáfora que aprendió en una maestría en medios digitales: “La pantalla de un teléfono móvil es como un terreno y cada aplicación que se descarga es un nuevo lote. Hay que preguntarse cuánto terreno (memoria, uso y costos) se puede ceder. Es como un tema de bienes raíces”.

Para De la Cerda, cada ‘app’ es un centímetro cuadrado que se pone en uso en un dispositivo móvil y, tal como en un terreno real, el reto está en aprovecharlo de la mejor manera.

Otro aporte lo realiza Lauren Kressler, gerente de Focus, una empresa de investigación de mercado. Para esta investigadora es necesario tener claro que si bien en Ecuador crece el uso de teléfonos inteligentes (hasta el 2016 el 53% de teléfonos activados en el país eran ‘smartphones’), no necesariamente estos equipos son de alta gama y de gran capacidad de memoria.

“Eso supone que hay que priorizar las fotos del hijo, archivos del trabajo o la aplicación que se usa cada mes o dos meses. Cuando la memoria disminuye, por lo general la persona decide borrar una aplicación de su teléfono”.

Según Kressler, puede haber ‘apps’ con muchas descargas, pero de bajo uso. Allí se evidencia el hábito que tiene o no una persona para utilizar una aplicación. El reto, insiste, está en aprovechar los equipos y las aplicaciones.