Las prioridades de este segmento de la población de la capital son alimentación, servicios básicos, educación, seguros de salud y asistencia médica e insumos médicos. Así lo asegura un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Quito y la Universidad

Las prioridades de este segmento de la población de la capital son alimentación, servicios básicos, educación, seguros de salud y asistencia médica e insumos médicos. Así lo asegura un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Quito y la Universidad de Las Américas. Foto: Ingimage

Mayoría de hogares de clase media redujo sus ingresos

24 de junio de 2020 11:44

Los hogares de clase media en Quito enfrentan una fuerte reducción de sus ingresos tras la pandemia. Incluso han tenido que priorizar sus gastos.

A esa conclusión llegó el estudio Impacto económico por paralización covid-19 en hogares de Quito, de junio del 2020, elaborado por la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) y la Universidad de Las Américas (UDLA). Allí se establece que el 77,2% de los hogares de clase media y media alta enfrentan una disminución de sus ingresos.

Se trata de unidades familiares que reciben desde USD 850, en adelante, al mes, explica Iván López, docente de economía de la UDLA y una de las personas que elaboró el documento. Este muestra que en cada hogar existen en promedio 3,8 integrantes y que más de dos personas pueden llegar a obtener ingresos.

Los más afectados han sido aquellos hogares cuyos ingresos llegan hasta USD 1 200 al mes, ya que el 71,4% registró pérdida de los mismos. Este segmento ha sido doblemente golpeado: la pérdida de empleo alcanza al 47,8%.

“Los primeros que sufren un impacto durante las crisis son las personas que tienen menores ingresos, menor nivel de estudios y empleos más precarios”, comenta López.

Fernanda P., quien reside en el sector de La Rumiñahui (norte de Quito) y es parte del segmento, por ejemplo, no tuvo ingresos entre marzo y mayo. Ella y su esposo tienen un negocio de metalmecánica pero todo quedó paralizado tras la cuarentena. La pareja y sus dos hijos han vivido de unos ahorros con los que contaban y luego tuvieron que pedir prestado.

El impacto económico en la clase media de Quito.

El impacto económico en la clase media de Quito.

Pero la gente con más ingresos dentro de la clase media también está afectada.
En el hogar de Xavier E., quien reside en el sector de Ponceano y trabaja en finanzas, los ingresos, en condiciones regulares, eran superiores a USD 2 100. Aportaban en la economía familiar él y su esposa; además, tienen un hijo. Tras la pandemia todo cambió.

“Me bajaron en 40% el salario y perdimos un bono. Así de dura está la situación”, comenta. Ante eso reestructuró deudas bancarias, dejó de pagar el consumo de plataformas como Spotify y ahora cocinan en casa.

El estudio, precisamente, muestra las prioridades de los quiteños de clase media durante y poscuarentena. En ambos casos, los gastos más importantes son alimentación, servicios básicos, educación, seguros de salud y asistencia médica e insumos médicos.

Estas, precisamente, son las prioridades de Óscar M., padre soltero quien labora como coordinador digital y vive en el valle de Los Chillos. Perdió el 20% de sus ingresos, que alcanzaban USD 1 700. Ha buscado trabajos adicionales y dejó de usar sus tarjetas.

En el hogar de Fernanda, las prioridades generales también son las suyas. Sus integrantes se han enfocado en ser ordenados para tener dinero para comida y evitan enfermarse.

En estos momentos, ella está en algo aliviada porque su negocio ha vuelto a tener contratos. Lo propio pasa en el caso de Diego P., quien tiene un restaurante en la Jipijapa. “En marzo y abril no gané nada. Estamos vendiendo ahora a través de plataformas de entrega, ingresando a grupos colaborativos para emprendimientos, haciendo todo tipo de publicidad para reactivarnos. Lo primero es salir de las deudas”.

Concluida la cuarentena, indica el estudio, en promedio, la gente considera importante pagar créditos y otras obligaciones, así como invertir en un negocio propio.

Eso es alentador ya que muestra el interés por emprender, indican Sebastián Chiriboga y Luis Naranjo, técnicos de la CCQ que colaboraron en la elaboración del informe. Ambos explican, además, que las prioridades poscuarentena revelan también quienes serán los sectores más afectados. La diversión, el ocio, la inversión en bienes muebles e inmuebles, así como el turismo son las áreas menos prioritarias.

María Fernanda Garcés: ‘90 000 empleos perdidos en Quito’

María Fernanda Garcés, secretaria de Desarrollo Productivo del Municipio. Foto: cortesía

María Fernanda Garcés, secretaria de Desarrollo Productivo del Municipio. Foto: cortesía

Redacción Quito (I)
María Fernanda Garcés, secretaria de Desarrollo Productivo del Municipio, analiza la economía. 

¿Qué acciones está llevando a cabo la Secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio de Quito para reactivar la economía de la ciudad?
Tenemos varias cosas. Primero debo decir que tenemos retos muy fuertes respecto a lo que significa la pandemia este momento en la ciudad. También hay que decir que ya veníamos desde antes con una situación bastante complicada en lo económico y en lo social.

¿A qué se refiere?
El año pasado, Quito era una de las ciudades con mayor nivel de desempleo. Lo que ha ocurrido en 2020, la paralización que se tuvo que desarrollar en función de la emergencia, ha agravado la situación. Creo que ese es un punto de partida sobre el que debemos de tener conciencia. La situación de desempleo en la ciudad y la situación en la reducción en ventas son algunos de los retos que enfrentamos. La iliquidez del sector empresarial en la urbe es muy compleja.

¿Qué cifras tiene?
En cuanto al desempleo, de acuerdo con la estimación que hemos hecho en el primer semestre, más o menos se han perdido 90 000 puestos de trabajo. A partir de la apertura de las actividades, el pasado 3 de junio, hemos determinado que lo que estamos enfrentando es un ‘shock’ de oferta y demanda.

¿Qué implica eso?
Veníamos de un proceso de paralización, en el que no había producción de bienes y servicios. Una vez que se abrieron las actividades, hemos visto que los negocios funcionan, pero que no hay gente que acude a los mismos. Esto ha generado una reducción en ventas muy importante. Estamos hablando que entre enero y abril de este año, con respecto al mismo período del anterior, hemos perdido USD 4 600 millones en ventas.

¿Qué se puede hacer ante esta situación?
Esta situación es un reto en el que tenemos que vincularnos de manera colaborativa, tanto el sector público como el privado. Nosotros como Municipio tenemos pocas herramientas en cuanto a los temas tributarios y laborales, porque no los manejamos como gobierno local. De eso se encarga el Gobierno central. En este momento esperamos que la Ley Humanitaria entre en vigencia. Eso nos va a permitir dar holgura a la actividad económica de la ciudad, en términos de impuestos y de trabajo. Nosotros tenemos algunas opciones en el proceso de reactivación.

¿Cuáles?
Por un lado está trabajar con el desarrollo local territorial. Tenemos un plan de trabajo con los pequeños y micronegocios de la ciudad, que son alrededor del 80% de la estructura empresarial de la capital. El programa se llama Activa tu negocio y tiene que ver, en una primera parte, con medidas de bioseguridad. La idea es que los negocios vuelvan a recuperar la confianza del comprador, que la gente sepa que tienen todas las seguridades y que se puede aprender a convivir con el virus.

¿Qué se logra con la confianza del comprador?
Nos interesa desarrollar un modelo en el que alguna manera impulsemos al ciudadano a tener nuevamente confianza. En el momento que usted tiene la posibilidad de ver que un negocio ha sido calificado como seguro, va a volver. Hoy por hoy, las preferencias del consumidor de elegir se han modificado. La gente prefiere salir solo si es necesario o entrar a un lugar solo si le provee de la seguridad que se busca. Nosotros estamos trabajando con el sector privado en un distintivo de la ciudad, Quito Seguro, promoviendo negocios seguros.

¿Se aplicará esto en los negocios de los diferentes barrios?
La primera línea de política, como le decía, es trabajar en lo que hemos denominado desarrollo productivo local. Esto es en los barrios, en lo que se denomina economía de proximidad.

¿Qué otros proyectos tienen?
Estamos también consolidando todo lo que implica financiamiento. He tenido una reunión con directivos del Banco del Pacífico para activar la línea que el Gobierno está ofreciendo: Reactívate. Queremos utilizarla para los negocios de la ciudad. Necesitamos informar a la ciudadanía cómo pueden acceder, de qué manera, etc. También queremos comprometerle a la entidad de que se prioricen negocios de la urbe, tomando en cuenta que es aquella con más número de habitantes y con el mayor número de personas potencialmente en desempleo. Es importante insistir en que hay problemas de liquidez en las empresas.

¿Qué acciones planean tomar ante eso?
El Municipio tiene la posibilidad de facilidades de pago de los impuestos municipales. Estamos difundiendo esta información para que las empresas las soliciten y puedan tener hasta dos años del beneficio. Estamos apoyando la incorporación de tecnología en los modelos de negocio. Por ejemplo, se busca implementar sistemas de pago electrónico en los comercios de la ciudad.

Hoja de vida
Formación.  Licenciada en Derecho por la Universidad Central. Doctora en derecho por la Universidad Internacional del Ecuador. Tiene un diplomado en Gobernanza y Liderazgo Político en IDE Ecuador. Diplomado en Dirección de instituciones microfinancieras en el INCAE.
Experiencia.  Secretaria de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio de Quito. Ha tenido cargos en el sector público y privado. Consultoría en el Banco Interamericano de Desarrollo. Fue subsecretaria de Planificación en el exministerio Coordinador de la Producción.

La falta de trabajo impulsa la creación de negocios

Luego de la cuarentena, entre los quiteños de clase media existe la voluntad de abrir negocios. Eso se aprecia en el estudio Impacto económico por paralización covid-19 en hogares de Quito.

El 20,3% de los encuestados considera que es muy importante invertir en un negocio. Sin embargo, las necesidades básicas están por sobre todas las cosas.

“Es un dato clave de cómo se va a desenvolver el emprendimiento. Si bien en este momento hay una necesidad de generar recursos por uno mismo, hay que tomar en cuenta que las personas pueden elegir. No todas van a inclinarse a ese camino porque ven muchísima inestabilidad. Si en Ecuador antes ya era difícil emprender, ahora es más complicado”, explica Sebastián Chiriboga, técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ) quien participó en la elaboración del estudio.

Prioridades de gasto

Prioridades de gasto


Una de las razones para que las personas no quieran arriesgarse a emprender, al menos no en algo que tenga que ver con espacios físicos o alta interacción con personas, es que de pronto exista un rebrote de covid-19 y toda la ciudad deba volver a cuarentena.

Pero, precisamente la crisis económica y sus impactos ha impulsado a buscar ingresos y hay gente que “le ha tocado” emprender o impulsar sus comercios.

Évelyn Segura, por ejemplo, previo a la emergencia del covid-19 tenía una pastelería que ofrecía productos solo a negocios. Tras la emergencia replanteó su idea y desarrolló PaneFresko, para la venta directa de productos de panadería y pastelería.

Para esto último invirtió USD 500 y ha logrado obtener ventas porque ofrece un producto de consumo básico. De hecho, el gasto prioritario es el de alimentos.

Érika Guerrero y su esposo, ambos desempleados, también reactivaron un negocio ya existente, al que no le habían dado el empuje suficiente. Se trata de Yura Deco, un negocio de muebles pequeños para el hogar.

“Hemos logrado repotenciarlo las últimas tres semanas. Antes no había ningún insumo o no había sitios donde comprar. Ha tenido éxito porque hemos ofrecido productos acorde a las necesidades actuales. Por ejemplo, mesas para que pueda comer la gente que se enferma”, explica Guerrero.

Otras personas que se arriesgaron fueron las hermanas Andrea y María José Garzón. Luego que la primera perdió el empleo, la segunda, que es psicóloga, la impulsó para que desarrollaran juntas un emprendimiento de consultas psicológicas en línea (Exprésate - centro terapéutico).

Víctor Hugo Albán, directivo del Colegio de Economistas de Pichincha, explica que el desempleo es alto y que eso impulsa a que la gente busque formas para obtener ingresos. Para él, las cifras sobre pérdidas de empleo oficiales son conservadoras, si se toma en cuenta, además de las personas que laboraban bajo relación de dependencia, a independientes o los que tenían negocios que cerraron.